Mi lugar junto a ti • [KSJ]

Capítulo 1

Seokjin

Las imágenes de mi pasado desaparecen en oscuridad, al igual que la sensación de paz que me dio verlas. Abro mis ojos de golpe, mi cuerpo tiembla como si hubiera tenido una pesadilla. Estoy en un lugar que no reconozco. ¿Qué pasó?

Levanto mis manos para verlas, pero me cuesta hacerlo. El olor es peculiar, tan diferente que me molesta respirar este aire. La brisa me advierte que mi pecho está húmedo, los últimos rayos de sol entran por una puerta de madera abierta frente a mí. ¿Dónde estoy?

Mi memoria es un desastre, no puedo pensar con claridad. Bajo la mirada y mi sangre ha manchado todo alrededor. A mí, el piso, la pared... Verlo empeora mi malestar, las arcadas son incontrolables. No recuerdo qué pasó conmigo, pero estoy en peligro.

El esfuerzo causa que fluya mi sangre otra vez. Proviene de mi clavícula. Con una mano cubro la herida y me pongo de pie como puedo. Quien sea que me haya traído a este lugar debe estar cerca. Tengo que huir.

El sol se ha ido del horizonte; el cielo está pintado de anaranjado. Un sonido a mi derecha me alerta y corro hacia los árboles. El bosque es mi única pista de adónde ir. No importa dónde esté, ahí encontraré los caminos para regresar a casa.

―¡Despertó! Ve tras él ―grita un hombre a mi espalda, y otras voces se unen.

―¿A dónde crees que irás?

―Déjalo, pronto caerá.

―¡No podrás huir de nosotros!

Doy un vistazo sobre el hombro, pero mi visión es borrosa. Solo veo siluetas con capas oscuras. El miedo se vuelve terror, mi respiración comienza a fallar.

Sigo corriendo, aún pasa la luz entre los árboles que han perdido sus hojas para dejarme ver en la noche. El sonido de estas a mis pies es abrumador, pero nunca me sentí tan vivo.

Un ataque. Esa es la única palabra que aparece al tratar de darle sentido a lo que sucedió. No me seguirán porque caeré pronto, pero vendrán por mí en algún momento. Eso dijeron. La razón escapa de mi mente.

Todos los caminos están en el bosque. Alguno me llevará hasta Alenrys, a casa. Si es que logro llegar.

Por la noche nadie suele salir; la esperanza de encontrar a alguien disminuye. Mi energía también. Supongo que es cierto, no falta mucho para que mis piernas y mi respiración se agoten.

El sonido del agua muy distante me da un poco de esperanza. El río es una buena señal. El cruce de rutas no estará lejos. Si tan solo tuviera más fuerza, llegaría. Pero no la tengo.

Mi aliento escapa de mi cuerpo. Mi visión se oscurece, no puedo ver más allá. La caída es lo de menos. Se siente peor tener que resignarme a morir sin poder pelear más.

Con los ojos cerrados, intento ponerme de pie otra vez.

Es inútil.

Lo último que tengo es mi voz. El resto de mi cuerpo me traiciona, así se siente tener que dejarlo. El dolor empieza en mi alma, extendiéndose en mi pecho como una llama que quema todo, dentro y fuera de mí. Grito por mí y mi vida, aunque no haya nadie que esté cerca para verme esta noche.

Abro mis ojos y veo el cielo. La luna ahora es más brillante. Vino sola; las estrellas tardarán más.

Solo tengo un deseo.

Sálvame.