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Quedaban los últimos detalles y Yuta podía dar por terminado el tatuaje, preocupado al querer que el resultado final sea del agrado del menor. Tampoco esperaba que lo dejara hacer lo que quisiera, pero así es Taeyong, siempre lo sorprende.

Taeyong, se daba cuenta de lo nervioso que estaba Nakamoto y que fue mucho más notorio, cuando este, sin darse cuenta, apoyo su brazo sobre una de las nalgas de Lee. Provocando que diera un pequeño salto y se riera de manera burlona del mayor.

La tensión se notaba demasiado entre ellos, pero parecían expertos al momento de ocultarla. Era una tensión confusa, porque viene de dos personas que se llevan mal, ¿No?

¿Entonces por qué venía acompañada de nerviosismo e incluso algún sonrojo de alguno? Era algo que ninguno sabría responder.

Después de los últimos retoques y limpiar nuevamente la zona, Yuta pudo decir un "Listo" invitando a Taeyong a pararse y ver de una vez su tatuaje, mientras caminaba hacia el espejo, dándose cuenta que no podía verse, le entregó su celular a su tatuador indicándole que le sacara una foto.

—Es hermoso. — Dijo Lee, mirando la foto de una serpiente y por encima una flor, en color rosado, con unos detalles que lo dejaron totalmente encantado.— ¿Qué significa?

Yuta, después de guardar algunas cosas, volvió a mirarlo, encontrándose una sonrisa sincera del contrario, decidió contestar.

—Sentí que representa tu dualidad; La serpiente significa tu sabiduría y al mismo tiempo lo astuto que puedes llegar a ser, sin que la gente se de cuenta. La flor puede demostrar tu lado más sensible o tierno, además de que representa esa libertad que tanto buscas. —El menor lo veía a los ojos con una expresión que no lograba entender—. Y el color es porque no puedes ser mi rosita, sino era de ese color.

Mi rosita.

Era el apodo que le decía desde que lo conoció, porque Taeyong siempre tuvo un gusto bastante fuerte por ese color y desde que lo vio la primera vez, cuando fue a jugar con Jungwoo y él, por ser el hermano, tuvo que hacerles compañía, dándose cuenta la personalidad tan distinta y llamativa que tenía. Desde esa vez, siempre lo vio con algo de ese color, por más mínimo que fuera.

Fue lo que más resonaba en la cabeza de Lee, nunca lo había escuchado de esa manera y por alguna razón, le gustó más de lo que esperaba. Logrando sorprenderse a sí mismo y es que de por sí, todo tenía un sentido distinto. Yuta había cambiado tanto que lo descolocaba de una manera que no entendía, porque estaba acostumbrado a que fuera la persona mas fría y de repente le dice esas cosas de la nada, dejándolo aturdido.

El castaño volvió a acercarse para colocarle una venda y por fin dejar terminado su trabajo, mientras el menor colocaba bien su remera. Pero, como si el cuerpo de Yuta fuera algo aparte, sus brazos se encontraban rodeando el cuello del castaño y cuando reaccionó que no estaba siendo respondido, sintió como unos brazos rápidamente pasaban por su cadera, buscando no lastimarlo, mientras ambos suspiraban, como si fuera algo que verdaderamente necesitaban.

—Gracias Yu. —Contestó completamente ido por el perfume del mayor.— Te tomaste el tiempo de hacer algo que de verdad significa mucho para mí. —Contestó sacando su carita del cuello del mayor, mirándose fijo.

Ese tatuaje tenía un sentido especial, pero era porque Yuta había encontrado la manera de expresar lo que Taeyong tenía guardado y eso lo valoraba el doble. Sumándole que era la manera en la que el mayor lo veía.

Esas miradas no se despegaban del otro y en el momento que Yuta iba a contestar, cuando escucharon como la puerta de entrada se abría, eran Jungwoo y Jaemin que habían ido a comprar unas cosas que les pidió el castaño. Haciendo que por inercia Taeyong se alejara, pero la mano de Yuta en su cadera hizo que no lo hiciera por completo.

—La libertad la tienes siempre que la busques, rosita. —Habló en su oído, para alejarse despacio cuando llegaba su hermano.

Después de quedarse sin respiración cuando el cuerpo del contrario se alejó y sin entender bien a qué venía esa frase. Decidió mostrarle a su amigo el tatuaje con el cual quedó fascinado. Pero después de un rato Yuta tuvo que irse, por lo tanto ellos se fueron unos minutos después.

—¿Cuánto es? —Le preguntó Taeyong a Jaemin.

—Yuta dijo que no te cobre nada. —El menor lo miraba sin entender.

—No, seguro te estás confundiendo. —Contestó extrañado.

—Me dijo que no te cobrara nada. —Respondió el peliblanco, pasando la mirada entre los dos que lo miraban, pero, uno lo veía con más intensidad.— Y que te veía a la noche.

—¿A la noche? —Verdaderamente no entendía nada.

—Ah, me olvidé de decirte. — Su amigo se reía nervioso— Lo invité a la joda que hace Zhong. —Habló Jungwoo nuevamente, mientras quería esconderse ante la mirada de Taeyong.— Puedes venir igual, si quieres. —Le dijo a Jaemin que contestó con una sonrisa, mientras asentía.

Taeyong se resignó después de intentar varias veces que Jaemin no lo dejara pagar, se saludaron y pudo notar lo nervioso que se encontraba Jungwoo cuando se iban.

—¿Lo conocías? —Preguntó Taeyong viendo como su amigo no hablaba.

—No, ¿Por qué?

—Estabas re nervioso, gil.

—Soy tímido, idiota.

—¿Tú?, ¿Tímido?, Me muero. —Dijo mientras comenzaba a reírse.

—Sí, rosita. —Su risa se cortó al instante, viendo la burla de su amigo.

—No me digas así. —Una parte de él, se asustó porque se dio cuenta que si no era Yuta, no le provocaba nada.

—Mejor que ni me escuche Yuta, porque tampoco le gusta que te diga así.

—¿Qué? — Preguntó sorprendido por lo que decía Jungwoo.

—Es la verdad, no le gusta que te joda así. —Sintió como su cerebro parecía no reaccionar ante lo que pasaba.

Seguían caminando y hablando de cosas que no importaban, pero, Taeyong por alguna razón pensaba en Yuta y en las ansias de querer verlo, pero no entendía por qué necesitaba eso y simplemente no encontraba repuesta a lo linda que era la sonrisa que le había dado en el estudio, pero eso no era lo importante.

Jungwoo, lo acompañó hasta su casa, prometiendo que lo iba a ir a buscar y que estuviera listo cuando llegara, aunque sabía que no iba ser así. Cuando entró por la puerta, estaba todo tan en silencio que llegaba a dolerle, dándose cuenta que cómo siempre, sus padres no estaban y ni siquiera le habían avisado.

Sin darle importancia o al menos intentándolo, subió hasta su habitación para acostarse un rato y pensar en la ansiedad que le generaba poder estar en una joda con Yuta, porque le llamaba la atención que no era un ambiente que le gustara al castaño.

Después de un tiempo pensando, sus ojos se fueron cerrando, para poder dormir una siesta y sin darse cuenta, se durmió pensando en Yuta como hace años no le pasaba.

Sólo esperaba que todo saliera bien, era lo que más deseaba.

ROSA Y NEGRO. YuTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora