𝐘𝐞𝐬, 𝐒𝐢𝐫 [𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤] +𝟏𝟖

2 ➺ ¿La Solución?

══════════════════════

Contenido sexual solo apto para mayores de edad.

©2023 Scarlet_ Todos los derechos reservados.

══════════════════════

Dedicado a @EmiliCobn en Wattpad

Ahora entendía, poco sabía que esa sería su última noche libre en varios días porque Layssa estuvo muy ocupada iniciando su proceso de egreso como para volver con energías y pedirle sexo, o estar en casa para el caso, lo cuál era contradictoriamente bueno.

Aunque Jungkook cursa un año por detrás puede estar igual de ocupado, no han logrado coincidir suficientes horas como para salir como antes y hablar, pero está seguro de que le está yendo muy bien, es lista; a diferencia de él que no tenía ni idea de qué estaba haciendo aquí en este momento. La culpa le dolía en el orgullo.

Estaba seguro de que esto sería incómodo, ineficiente y una muy mala idea. Pero aquí estaba, con la patética esperanza tocando el botón del portero, esperando a que un completo desconocido le abriera la reja de su apartamento.

Jimin ciertamente tuvo razón al decir que no se trataba de un doctor.

Se dio cuenta de la magnitud de lo clandestino que era esto hasta que se encontró en medio del silencio de la tarde frente a un complejo de humildes edificios a las orillas de la cuidad. No una clínica, ni siquiera un centro de masajes decente sino un simple apartamento casero y común, un edifico donde además vivían familias, niños. Esto no podía ser más sucio.

Un fastidioso pitido agudo le indicó que el dueño del número que presionó, le permitió el acceso remotamente. Empujó la reja e ingresó.

—¡Disculpe, joven! —Jungkook fue atrapado con las manos en la masa. Falsa alarma, al girarse se dio cuenta de que solo se trataba de una mujer en apuros intentando entrar al edificio con las manos llenas de bolsas de víveres. —¿Podría sostener la puerta por favor? —pidió con sudor en su frente.

Dejando salir el aire, Jungkook le sonrió con amabilidad.

—Claro. ¿Le ayudo a llevarlas?

La señora sonrió apenada.

—Oh no, no quiero molestar.

—No se preocupe. No es molestia,

Jungkook levantó todas las bolsas en sus brazos de un solo esfuerzo.

La mujer se sorprendió, más aún al ver la bonita sonrisa del chico con quien tuvo la suerte de haberse topado. Era una bonita sonrisa.

—Muchas gracias jovencito, vivo aquí mismo en el cinco. —Unos pasos y la mujer ya había llegado a su puerta. —Lástima que no pude ver esos brazos en acción por más tiempo —jugueteó ella. Jungkook dejó las bolsas a los pies de su puerta sin perder su sonrisa. —Lindo día, corazón. Dios te bendiga.

Jungkook hizo una reverencia encantador.

—Igualmente, que pase buen día, señora. —Y se despidió con una mano asegurándose de que entrara a salvo.

Su mamá educó muy bien a este “muchacho”, cúlpenlo.

Luego Jungkook miró sus propios brazos y se valoró él mismo. Cierto, olvidó que llevaba mucho sin ejercitarse. Seguía teniendo masa muscular sobreviviendo ahí de todos modos. Ahora podía entender a su novia cuando decía que las últimas fechas de fines de periodo eran estresantes, y eso que Layssa era mucho mayor y experimentada que él.