𝐘𝐞𝐬, 𝐒𝐢𝐫 [𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤] +𝟏𝟖

3 ➺ Culpa

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—Amor, estás pálido, ¿te sientes bien? —preguntó Layssa en voz baja después de varias horas estudiando juntos en la biblioteca.

—S-Sí, sí, es solo el frío.

Otoño no le sentaba bien. Estar cerca de ella habiéndose masturbado con un completo desconocido tampoco.

No había palabras al respecto.

Culpa.

Fingía en su cara que nada había pasado, porque Jungkook se sentía sucio habiendo sido tocado por unas manos que no eran de la persona que amaba.

Y aún así, sintiéndose tan intrigado como queriendo, muy pero muy en el fondo, que sucediera de nuevo.

Porque la verdad es que quería entender cómo es que era posible sentir tanta atracción irracional hacia las manos de un hombre completamente desconocido, siendo él mismo un hombre perfectamente heterosexual.

Hasta ahora todo lo que Jungkook había deseado era a mujeres bonitas, a una sola mujer para el caso; y no es que ahora deseara hombres, “al hombre”, pero era una falla que necesitaba ser entendida y erradicada.

Le intrigaba, una y otra vez y no dejaba de hacerlo.

Le intrigaba de una manera que le hacía sentir el deseo de descubrir más, de descubrir por qué le hacía tartamudear y ponerse nervioso, cómo es que un hombre podía hacer temblar y estremecer a otro hombre perfectamente adulto, con autocontrol, una novia y heterosexual. Ningún hombre debía hacer temblar a Jeon Jungkook, eso era imposible.

No tenía sentido.

Jungkook no era fácilmente impresionable, Jungkook no era del tipo que agachaba la cabeza. Sí, su madre le había enseñado buenos modales y a respetar a sus mayores, pero eso no quería decir que Jungkook actuaría como un twink sumiso cada vez que una voz gruesa le hablara al oído. Jungkook ni siquiera se esperó las reacciones de su cuerpo; encogerse, temblar y sentirse tan tímido eran el tipo de reacciones que obtenía de una chica bonita cuando él le sonreía como un galán, no al revés.

Se avergonzó de sí mismo.

Seguramente el señor Kim saltó a la conclusión de que era un chico de closet, pero estaba muy equivocado, Jungkook no era gay y jamás lo sería. Porque cuando su mente pensaba en el futuro, él se imaginaba con su novia, (aunque fuera a irse pronto a ejercer su carrera en otro país), cuando Jungkook pensaba en quién le gustaría a su lado, él pensaba en su novia, cuando Jungkook definía el deseo, una chica de piel clara mamando su polla mientras lo mira desde abajo con ojos brillosos es lo primero que aparece; pero cuando Jungkook pensaba en belleza, no era el cabello rubio de su novia y sus bonitos labios rosas lo único que imaginaba.

Cuando él pensaba en verdadero placer, unas manos delgadas pero firmes, acariciando su polla con movimientos lentos y apreciativos también hacían el trabajo. Resulta que el tonto cerebro de Jungkook decidió que no había conocido el placer hasta él, que todo este tiempo se había estado perdiendo de algo tan bueno que todo lo demás había sido poco hasta ese hombre, y eso le alarmaba; una gutural y masculina voz susurrando cosas sucias en su oído también.

Uno pensaría que Jungkook estaba confundido por apenas haber descubierto que las manos de una persona más grande que él, más autoritaria y masculina también podían hacer a su polla ponerse dura, pero ¿que por qué la cosa era tan importante?

Porque su eyaculación precoz se invirtió por completo.

Ahora ese sí que era un problema.