𝐘𝐞𝐬, 𝐒𝐢𝐫 [𝐓𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤] +𝟏𝟖

1 ➺ Problemas En El Paraíso

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—Fue humillante, Jimin. —Jimin trataba de ser un buen mejor amigo, pero parte de serlo implicaba burlarse correctamente. Jimin se carcajeó de Jungkook. —No te rías, cabrón. Suenas como ella.

—Espera, ¿tu novia también se rio de ti? —bufó Jimin. —Estás acabado.

Y volvió a reírse. No podía parar de carcajearse pensado en que esto no podía ser mejor. En el fondo, Jungkook quería asesinarlo sin importarle que estuviera en plena cafetería.

—Me llamó adorable, ¿puedes creerlo? Adorable. ¿A qué hombre le gustaría ser llamado adorable en la cama?

Jungkook no podía sentirse más frustrado por ello.

—Tranquilo, hombre, no es para tanto, solo estabas un poco emocionado. —La sonrisita de Jimin no se iba, sin embargo, se le escapaba de entre sus rosados labios de chupapollas, al muy maldito. —Si mi novia se hubiera ido de la ciudad y no hubiera tenido sexo por dos meses yo también hubiera estado ansioso cuando volviera.

Jungkook hizo un sonido compungido, no le estaba ayudando para nada. Comenzaba a creer que no fue una buena idea contarle sus penas a Jimin. Otra vez.

—No, tú no entiendes. Nuestra primera vez desde que volvió de Nueva York fue el Domingo pasado…

Los ojos de Jimin se volvieron inquisitivos, porque no estaba seguro de cuál era el problema.

—Sí, tuviste sexo con ella apenas volvió y te viniste rápido porque la extrañabas. No creo que debas culparte tan duro por ello, hombre.

La mano de Jungkook se metió entre su propia cabellera azabache con frustración. Él soltó un suspiro.

—¿Pero crees que ella no empiece a pensar que algo anda mal después de la segunda, tercera, quinta vez que pasó esta semana?

Jimin enmudeció. Se inclinó hacia adelante.

—Muy bien, en primer lugar debo aceptar que es incómodo que me estés contando lo mucho que lo hacen. —Jungkook empujó su lengua por dentro de su mejilla con un fugaz subidón de orgullo pero ese no era el punto. Además no era cierto que le incomodaba, ellos siempre se contaban todo. Y con todo se refiere a todo. Han sido uña y mugre desde que eran niños. No había secretos entre ellos, ni siquiera cuando de su intimidad sexual se trataba. —Y en segundo, ¿de cuánto tiempo estamos hablando más o menos?

Jungkook le dedicó una sonrisa constipada como si tuviera algo atorado en la garganta y fuera dolorosamente gracioso.

—¿Dos minutos?

—¡¿No duraste ni dos minutos con ella?! —Jungkook manoteó para que cerrara la puta boca o todo el campus se enteraría de su poca resistencia en la cama. —¡¿Cinco veces?! Eres una vergüenza Jeon. ¿Qué pasa contigo?

—¡No lo sé! ¡Maldita sea! Ese el jodido problema —susurró gritó Jungkook. —¿Quieres callarte? Creí que me ayudarías, no que me dirías lo que ya sé.

Tomando una bocanada de aire, ambos amigos decidieron calmarse, Jimin principalmente, debía haber una solución para esto, ¿no? Falsamente, Jungkook creyó que Jimin tendría experiencia y podría saber algo dado lo solicitado que era en muchas camas de la universidad, pero el tipo era un fracaso cuando las cosas iban en serio.