21- Verdades que duelen

16 4 6
                                    

¿Les suena la frase todo tiene una explicación?

Porque es la que aplicaré en estos momentos, cuando me encuentro conduciendo en camino a visitar a mi abuelo.

Sí, mi abuelo está vivo... o bueno, algo así porque oficialmente está muerto...

Contexto...

A ver, regresemos al día del choque. El día en que Atenea llegó a mis brazos y que Ana murió. Bueno, ese día cuando vi que en efecto, era el barco de mis abuelos el que había chocado si pensaba que ambos habían muerto en el supuesto accidente (luego llegará la explicación del "supuesto"). No fue hasta que llegué al hospital que me explicaron lo que había ocurrido con mis abuelos.

Mi nona no había resistido el choque y había llegado al hospital recién fallecida, pero mi nono llegó con oxígeno y un latido débil, pero existente.

En el instante en que me dijeron que mi abuelo aún vivía sólo quería verlo, pero Dean me detuvo y me explicó algo que en esos momentos no había logrado ver...

—Si tu abuelo sigue vivo es porque el piensa que murió—me había dicho sujetando mis hombros—y debe seguir siendo así.

Así que sí, fingimos la muerte de mi abuelo para que así el encapuchado no le pudiese hacer daño y lo internamos en un centro en el que atendieran su salud debido que mi abuelo ha tenido una muy lenta recuperación desde el choque.

La noticia de la muerte de mi abuela lo destrozó, aunque intentara ser fuerte frente a mi sé que así fue.

Ahora, regresando a lo de "supuesto" se debe a que luego de una exhaustiva revisión se descubrió que el choque del auto y el barco fue ocasionado y eso es algo bueno, porque es otra prueba en contra del encapuchado debido a que luego de investigaciones se llegó a la conclusión de que era el único con un motivo para provocar el choque.

Así que con eso, las muestras de Sweilt junto a las apariciones públicas que el encapuchado ha echo y la información de la web oscura con los recibos que Dean consiguió que coinciden con las muertes de los últimos cinco años, lo tenemos. Tenemos todo lo necesario para encerrarlo de por vida.

Ahora solo queda el final... desenmascararlo.

Ya casi lo conseguimos amigo...

Aparco el auto y bajo colocando el seguro para adentrarme en la residencia médica.

Este sitio me gusta, no es el típico que tiene más estilo hospital que casa, es lo contrario. Te da vibras de hogar, de familia y amigos, creo que solo por eso accedí a dejar aquí a mi abuelo, porque sé que este lugar no le desagrada.

—Hola—digo al llegar al puesto de la recepcionista—Soy Emma Adams tengo una visita programada con Alan Davies.

—Oh sí—dice la voz suave de la mujer al comprobar algo en su computador—sigame señorita, el señor Alan amará su visita.

Todo lo dice con una sonrisa y aunque no es lo que más me apetece en estos momentos le devuelvo una que no me llega a los ojos.

Caminamos rumbo a los jardines si mal no recuerdo la guía sobre las instalaciones.

—Al señor Alan le encanta ver el atardecer en los jardines—me explica ella mientras abre una puerta antes de atravesarla y guiarme hasta distinguir una vieja hamaca ser movida por un hombre de pelo blanco que mira al sol perderse por el horizonte.

La mujer asiente en dirección a él y con una sonrisa que nunca abandonó su rostro se retira para que yo emprenda mi camino a mi abuelo.

—Pensé que yo era la que más amaba el cielo de la familia abuelo—digo relevando mi presencia cuando me siento a su lado y el ni siquiera mi mira, solo sigue admirando el atardecer elevando levemente las comisuras de sus labios—¿Que tanto admiras?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 30, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A veces Donde viven las historias. Descúbrelo ahora