COMPLOT

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-¿Disculpa? - preguntó el joven Jeon con la esperanza de haber escuchado mal.

-Como siempre eres un idiota - Jeon padre dijo al hijo - Si te casas y viven juntos unos meses en lo que nos apoderamos del territorio, estaremos bien, lo matas y serás el viudo más rico y cotizado de Seúl. Hiciste muy bien en actuar como tarado hoy, lo hiciste el héroe, nadie pensará siquiera qué tu podrías matarlo.

Jin escuchaba y se limitaba a apretar la mano de su esposo. Había criado a ese niño desde que faltó su madre, era un hombre sensible y valiente. Y en su mirada veía que estaba enamorándose de verdad de ese qué su padre ordenaba darle muerte.

Namjoon apretaba también, sentía lo mismo que su esposo y etsaba seguro que si Jungkook lograba hacerlo, ni Park, ni Min se quedarían con los brazos cruzados. Sería una guerra inminente qué no se detendría hasta terminar con todo lo que tuviera que ver con un Jeon.

Cuando llegaron a la mansión Jeon, los kim se fueron a su hogar, una pequeña cabaña en los terrenos de la mansión.

Un golpe llegó de improviso a la cara del joven médico.

-Me avergonzaste en esa casa, debiste ser un puto héroe como siempre. No una damisela en apuros - Jeon hablo mientras caminaba al rededor del chico. - se vió de inmediato qué han decidido qué el Jimin ese sea el esposo de alguno de los Wook para quedarse con MI territorio.

Jungkook permanecía con la cabeza baja.

-Debiste responderme qué matarás a tu esposo, me dejaste en ridículo frente a Jin y Namjoon - el hombre no dejaba de herir a su hijo - ¿Que más pretendes hacer para avergonzarme?

Su brazo subió tanto como pudo para volver a golpear a su único hijo.

Pero a mitad del camino fue detenido por una mano fuerte y firme. Los ojos de ese hombre casi salian de sus órbitas. Su hijo, su único y siempre sumiso hijo tomaba su mano sin ningún tipo de esfuerzo.

-Esto parará hoy aquí, - el único heredero habló - me casaré con ese Park, escuchalo bien. Y el y yo tendremos este imperio para los dos. Si quieres estar dentro, bienvenido seas, pero si no quieres. Sabes lo que puede pasar.

La guerra estaba declarada. Jeon contra Jeon, y nadie lo sabia, solo ellos dos.

El una habitación de la mansión de los Jeon, el heredero único de tan peculiar familia entró lanzando cuanto de le cruzara en su camino.

La oscuridad era su única amiga. Y....

-Mocoso, piensas matarme - Jin encendió la luz desde un interruptor junto a la cama.

-¿Que haces aquí? - el molesto chico preguntó - Deberías descansar, mañana no se que atrocidades pedirá Min qué haga con el y...

-Y estaré contigo todo el tiempo, lo sabes - respondió acercándose a él lentamente.

-Jin, - un nudo en la garganta impidió qué siguiera hablando.

-Ven acá mi niño - Jin lo abrazó y apretó tanto como pudo. - Llora ahora, por que después no podrás.

El aparentemente rudo y malvado Jungkook, tenía un alma transparente y bondadosa. Lo contrario a su padre que solo quería benéficos para si mismo aunque tuviera que pisar a quién fuera.

Lloró, y lloró amargamente, odiaba al hombre que le dio la vida. Y se odiaba el mismo por eso, no entendía por que sentía eso por el hombre. Extrañaba a su madre cada vez que pensaba en cuanto odiaba a ese personaje. Jin hacia un excelente trabajo siendo su soporte emocional.

-Ahora es tiempo de guardar silencio - Jin comenzó a hablar - Debes hacer todo lo que tu padre te ordene al pie de la letra.

-Si me ordena matar a Namjoon ¿lo hago? - preguntó sarcástico.

SIN SALIDA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora