CAPÍTULO 3. BATALLA A TRAICIÓN

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 -Link, ¿cómo sabes tanto de besos?- el príncipe estaba tan nervioso que le temblaban las manos

"No le puedes decir que te la pasaste buena parte de tus recientes entrenamientos tonteando con la gente del castillo" pensó el rubio.

Se encontraban detrás de una gran roca ocultándose de los escoltas Zora. Pues siendo el heredero al trono, no podía salir solo del reino, Sidón los había mandado a explorar la zona para "poner su campamento". El hyliano se sentó en las piernas del gran tiburón para alcanzarlo mejor.

-Shhhh, no te preocupes, nadie nos ve. Cierra los ojos y abre tu boca un poco... un poco más- se recargó en los hombros del príncipe y lo observó un momento, se veía tan tierno esperando sus besos, sonrió y por fin se le acercó.

Con delicadeza succionó su labio superior para mostrarle un "nuevo" beso, podía sentirlo temblar debajo de él. "No le está gustando" pensó por un instante pero por fin Sidón supo qué hacer y le succionó el labio inferior "¡Al fin!" Se le olvidó que tenía que ser rápido para no ser descubiertos y meter en problemas a su zora favorito. Se escucharon pasos y Sidón lo empujó con fuerza avergonzado.

Link cayó de espaldas al suelo y se rió de la vergüenza del otro.

-¡Oye! ¡Solo fue el viento!

El joven príncipe tenía la cara toda roja y miró a todas partes, efectivamente, no había nadie

-¡Perdón! ¿Estás bien?- le ofreció su mano para levantarlo

-¿Qué, no te gustó?- tomó su mano y lo jaló con toda su fuerza para hacerlo caer pero no funcionó. Estúpido y sensual tiburón gigante...

-¡No! No es eso

-¿Entonces si?-

Sidón suspiró y pasó su mano por su rostro

-Si- Link sonrió mostrando sus "pequeños" dientes

-¡Oi! Su majestad, todo está limpio, hay un pequeño lago donde podemos descansar y suficiente espacio para Link también- Uno de sus guardias venía corriendo, los demás lo seguían y esperaron tranquilos más órdenes.

-Gracias, Gaddison, descansen por favor, han sido de gran ayuda- los guardias se retiraron un poco para buscar algo de comer.

"Casi te atrapan, ¿y si le cuestas el trono a Sidón? Sería otra vida que arruinarías: primero tu madre... tu padre..."

-¡No!- Link se cubrió la cara sin darse cuenta que había dicho eso en voz alta, ¿por qué su mente lo atormentaba de esa manera, acaso estaba perdiendo la cordura?

Todos se detuvieron y lo miraron

-¿Qué pasa Link?- preguntó Sidón. Link empezó a sudar de los nervios

-Es que... dejé a Caramelo en un establo y no pasé por él, sentirá que lo abandoné- inventó humillado.

Nadie le creyó pero no dijeron nada.

-No te preocupes, no creo que nadie se atreva a maltratar al caballo del héroe de Hyrule- uno de los guardias le dió unas palmaditas en el hombro para romper el silencio tan incómodo- ¿por qué no vienes con nosotros a pescar?

-¡Si! Cómo cuando éramos niños- agregó Gaddison

Link sonrió suavemente, le gustaría recordar esa infancia tan "linda" de la que todos le hablaban. Mientras tanto, Sidón solo lo observaba en silencio, Link estaba cambiando, estaba tan distraído cumpliendo su sueño de pasar cada minuto del día con él que apenas estaba notando que Link se estaba volviendo más... ¿perverso? ¿Qué le estaba pasando? Antes su sentido del deber era impecable, y ahora habían pasado dos días sin mencionar ni una vez a la reina ni la misión.

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