(Es solo la primera parte, lo ampliaré en cuando mis dedos funcionen lo suficientemente bien para escribir)(Gracias por su tiempo)
Después de unos segundos, Link fue llevado con su majestad, el chico no tuvo problemas en continuar temblando y llorando, solo debía dejar salir toda la rabia y desesperación de su interior. Aunque en realidad sus captores no sabían que temblaba de ira e impotencia, quería matarlos a todos, asesinarlos, hacelos pedazos con sus propias manos; y de ser posible clavar sus cabezas en estacas para hacer una nueva cerca alrededor del palacio. Sin embargo, siguió con su actuación.
Al llegar, el rey se encontraba en su estudio privado, parecía estar repasando algunos planos, solamente tuvo que ver al rubio unos instantes para hablar de inmediato:
- Déjenos solos – los soldados salieron y Link miraba al piso incapaz de verlo a los ojos - ¿Qué pasó?
- Es que... es... es... -su voz temblorosa no lo dejaba hablar bien – yo... yo solamente salí a buscarte. Le pedí que me preparara un baño y, quise, quise buscarte. No debí haber salido, por favor perdóname.
Obviamente el rey había sido informado que una de las damas asignadas de vigilar a Link estaba muerta, estaba con el doctor mientras aún intentaban revivirla pero era inútil, el rubio se había asegurado de que sus pulmones estuvieran repletos de agua.
- Yo, yo la dejé sola; debí haber estado con ella. Es que.. - Link hizo acopio de su mejor actuación y cayó de rodillas "derrotado" por la tragedia.
Su llanto no paraba, sus lágrimas eran por saberse traicionado por todo el mundo, por saberse un traidor ante todo lo que está bien y todo por lo que había luchado en su vida.
- ¿Para qué me buscabas? - preguntó su majestad
- Necesitaba ropa – respondió débilmente.
El rey lo vio tan mal que se arrodilló a su lado y lo abrazó delicadamente tratando de consolarlo
- Era solo la sirvienta, Link-
Nuestro protagonista asqueado lo empujó lejos, con todas sus fuerzas
- ¿Qué? ¿Qué dijiste? ¿Sirvienta?- repondió enojado – ¡ES UNA PERSONA! Es la única persona que me trata bien aquí; la única que no me trata como un objeto, que me muestra un mínimo de respeto; aunque yo sea el enemigo y me odiara y lo hiciera bajo tus órdenes y yo soy capaz de respetar eso también -el chico se levantó dispuesto a salir del estudio de su majestad continuando con su actuación.
Sin embargo el rey demonio lo detuvo del brazo y lo jaló bruscamente del brazo
- No te he dado permiso de irte - dijo con voz fuerte
Link quieto bajó la mirada al piso mientras continuaba llorando
- Todo es mi culpa, todo es mi culpa... -técnicamente no estaba mintiendo así que ahora el rubio estaba listo para tejer su red de engaños. Ya no le importaba nada, si él debía ser atravesado por su propia espada con tal de matar a Ganon, felizmente daría su vida en el intento. Esa basura había destruido todo, había destruido su mente, había destruido su cuerpo. Lo había hecho indigno de la única persona que había amado. No había podido dejar dejar de pensar en Sidón desde esa mañana incluso mientras asesinaba a esa señorita. ¿Cómo iba a decirle lo que había sucedido en el castillo y que él había aceptado? Y peor aún: ¡él lo había disfrutado! Se sentía una porquería, preferiría estar muerto, desearía no existir.
Pero antes de dejar de existir se iba a asegurar que nadie en ese maldito castillo saliera con vida.
Fue entonces que lo comprendió, justo ahí de pie en silencio mirando hacia el suelo obedeciendo las órdenes de su captor lo entonces todo tuvo sentido: su sueño no era una premonición, no era su miedo materializado, no era el futuro. Era un plan de acción. Alguien tenía que salir bañado en sangre y había dos opciones: él o Ganon; el castillo debía ser destruido y solo necesitaba asegurarse de ser él quien lo lograra. Así que daría sus últimos segundos de vida, su último aliento para asegurarse de ser el vencedor.
Como Link no se movía, Ganon habló:
-Quédate aquí necesitas algo de ropa te vas a enfermar
- Da igual, solo soy un prisionero soy una categoría aún más baja que un sirviente, ¿no?
Si algo odiaba Ganon, era el sarcasmo; Link lo sabía pero quería provocarlo, o sus impulsos suicidas ya estaban exagerando. Su majestad inmediatamente le dio la vuelta y lo tomó del cuello para asfixiarlo y someterlo
- Jamás, JAMÁS me retes porque no quieres saber lo que haré - lo amenazó mientras el hyliano ni siquiera luchaba por respirar.
Link no le sostuvo la mirada, si lo mataba en ese momento no le importaba aunque muy en su interior sabía que no lo iba a hacer. Ganon observó su respuesta o, más bien, no reaccionar de ninguna manera y la asquerosa lástima se apoderó de él. Lo soltó y el chico por fin pudo respirar entonces, tosió sonoramente tratando de sobrevivir.
*Ganon*
- Quiero que permanezcas aquí conmigo entiendo que ella era tu amiga – me quité la capa después de todo el verano estaba acabando y comenzaba a hacer frío, la puse alrededor de sus hombros se veía algo gracioso, tan pequeño, ¿dónde le cabían tantas lágrimas a este niño?
Tuve que pedirle ropa nueva, no termino de comprender, recuerdo perfectamente como odiaba a las damas de compañía que le asigné.
Link, eres tan extraño para mi, cada vez te pareces más a mi ruiseñor, me hiciste volver a mi juventud mientras veía a la pequeña ave y cómo solía posarse en mis manos, sin tener miedo, sin saber que estaba en la mano del patriarca; sin saber el poder destructivo que tenía yo en mi interior. ¿Cómo puedes ver a esa mujer como buena?
Después de ahorcarlo y ver cómo no luchaba por su vida no sentí satisfacción en otro momento me hubiera gustado saber que tenía su vida en mis manos completamente que ya ni siquiera pelearía por ella. Pero me dio tristeza porque ya no quiero que muera quiero que se quede conmigo si pudiera hacerle una jaula y tenerlo listo para mí, para escuchar su canto cada mañana y escuchar su risa antes de dormirme lo haría.
Pero sería demasiado hacer una jaula para un hyliano dentro de mi habitación, no pude evitar reírme ligeramente mientras esas ideas cruzaban por mi mente. Lo tomé de la mano y lo llevé a sentarse
- ¿Ya has comido algo? -pregunté
El chico negó con la cabeza suavemente aún no me miraba así que lo tomé de la barbilla para obligarlo
- Link mírame, cada vez que te haga una pregunta debes mirarme - le ordené aunque me gusta más cuando lo hace voluntariamente.
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Infección
FanfictionLink comienza a soñar con una voz narrando su destino: ser sacrificado por el bien de todos. ¿Está dispuesto a dar su vida por última vez? Quizá por primera vez no quiere ser el elegido.