(Imagen de: lunian.tumblr.com )
Luego de derrotar a esa cosa maloliente, Link y los Zoras se dedicaron a recolectar información y objetos Yiga para investigarlos más a fondo, les parecía extraño que sus armas fueran tan rudimentarias y de materiales baratos y frágiles. No sintieron el paso del tiempo hasta que ya no podían ver. Descansaron una noche más en el manantial.
***
Encerrado en sus sueños nuevamente, Link gemía adolorido, el punto en su mano derecha creció hasta alcanzar el tamaño de una lenteja, dolía mucho, era como si alguien le estuviera clavando una aguja caliente en el centro de la palma.
"¿Sientes el dolor? Pronto aprenderás a disfrutarlo"
La voz de ese sujeto lo asustaba mucho, de nuevo estaba rodeado de oscuridad y por más que gritaba no se escuchaba nada
"¿A quién llamas? ¿Por qué no entiendes que a nadie le interesas? Solo eres el héroe mientras seas útil, mientras más rápido lo aceptes, más rápido serás libre"
***
Al amanecer salieron sin mayor reparo. Link ni siquiera recordaba el dolor de su mano, al parecer nadie notaba el pequeño punto, mejor así. Solo se detuvieron para pescar una vez, tan pronto como llegaron al puente se encontraron con un par de mensajeros reales.
-¡Capitán!- llamaron a lo lejos agitando las manos en el aire. Link respiró aliviado, ya todos estaban en guardia pensando que eran monstruos chiquititos.
El hyliano trotó hacia ellos y recibió la carta del palacio, sonrió al leerla, estaba escrita con la letra de Zelda, le agradecía su trabajo y le pedía que se reunieran de vuelta en el palacio tan pronto pudiera. Cuando terminó de leerla Sidón y los demás ya lo habían alcanzado
-¿Todo bien?- preguntó el príncipe
-Excelente, cumplimos la misión- respondió con una sonrisa.
Los zoras levantaron sus lanzas en celebración y los hylianos se contagiaron de su alegría y celebraron también.
-Soy responsable por la seguridad del príncipe, debo asegurarme de devolverlo en persona a su reino- el rubio hablaba con toda seriedad y casi parecía otra persona.
Sidón frunció la frente al escucharlo hablar así de él, como si fuera un niño o un inútil. Sin decir más, mejor se echó a nadar rio arriba con sus escoltas, Link se apresuró a ponerse su armadura Zora para acompañarlos.
-¡Gracias por el mensaje! ¡Nos vemos arriba!- se tiró al agua y trató de seguirlos pero iban muy rápido.
¿Acaso Sidón se había molestado con él? Se quedó sin energías a medio camino y tuvo que detenerse, solo podía ver los pies del príncipe alejarse más y más.
"¿Qué hice mal?" pensó antes de continuar nadando.
Luego de un rato logró llegar al reino Zora y caminó tímido hacia la sala del trono pero no se atrevió a entrar, ¡que miedo que Sidón lo regañara frente al rey! Tan pronto, entró a la posada vió a su gran y rojo crush sentado sonriente hablando con Finley la hija de los dueños.
-Así que Sasan volvió por ti, parece que es un jovencito muy valiente- Sidón siempre era muy amable con su gente pero era especialmente adorable con los niños. -Recuerda que los Hylianos no entienden muchas de nuestras costumbres, asegúrate de explicarle bien
-Lo haré su majestad- respondió la niña toda sonrojada de estar teniendo una conversación con su futuro rey.
-Tu puedes llamarme Sidón en nuestra siguiente audiencia- le sonrió como acostumbraba.
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Infección
Hayran KurguLink comienza a soñar con una voz narrando su destino: ser sacrificado por el bien de todos. ¿Está dispuesto a dar su vida por última vez? Quizá por primera vez no quiere ser el elegido.