Infección

CAPÍTULO 12: DIME

 Link no tuvo otro remedio que masturbarse, chupó sus dedos para sentir de nuevo el sabor del aceite mientras que su mano libre buscaba aliviar su erección, todo había sido tan erótico y tan rápido que no tardó en encontrar placer por sí mismo. Cerró los ojos mientras se acariciaba recordando las manos de Ganon y como habían dominado su cuerpo completamente, podía recordar perfectamente como se sentía aquella erección que había tenido en su boca.

"¿por qué te detuviste? Querías hacerme tuyo..." le preguntó en sus pensamientos mientras volvía a sentir las cosquillas que sus dedos le provocaron en el trasero.

Terminó una vez más en su mano y finalmente se quedó dormido pero no por mucho tiempo. Durante la madrugada despertó preocupado, su cama era un desastre, estaba toda mojada por el aceite, su ropa estaba rota en el suelo, era más que obvio lo que había pasado.

Entró en pánico y cojeó desnudo de un lado al otro intentando arreglar el desastre, quitó todas las mantas y sábanas de su cama, tomó su ropa rota y la echó en la chimenea, se metió a bañar sin importarle que el agua estaba helada y luego echó sus sábanas ahí para empaparlas por completo mientras pensaba qué mentira decirles.

El primer problema estaba resuelto. Segundo: no tenía ropa, solo tenía la camiseta Yiga y ni siquiera tenía ropa interior, miró a todas partes buscando con qué cubrirse, se golpeó a sí mismo en la frente, si no hubiera mojado la ropa de cama se había podido cubrir... Decidió destruir uno de los cojines y usarlo como taparrabos. Sabía que las chicas llegarían a su habitación con ropa nueva, solo debía sobrevivir los buenos días.

Tercer problema: las sábanas mojadas

"¿Por qué las mojé?" pensó rascándose la cabeza "Eres un estúpido, Link" se dijo a sí mismo mientras cojeaba de vuelta al baño, su tobillo estaba ahora amoratado por lo mucho que lo estaba lastimando pero necesitaba resolver el desastre cuanto antes, con todas sus fuerzas exprimió las sábanas y mantas, las extendió cerca de la chimenea para secarlas o al menos eso esperaba, cuando volvió a poner atención a su entorno ya había amanecido y escuchó que tocaban la puerta

- Joven Link, ¿ya está despierto? - preguntó una de las damas como cada mañana

Saltó rápido hasta la puerta y la sostuvo para que no abrieran, parecía un chango con sobredosis

- ¡No entren! Estoy muy enfermo, las voy a contagiar- hasta el mismo se hizo caras de lo tonta que era su mentira -solo denme la ropa y váyanse

Las chicas empujaron la puerta juntas pero Link les ganó y la mantuvo cerrada

-Con más razón tenemos que entrar, su majestad estará molesto si no lo atendemos, déjenos pasar- habló la chica que nunca hablaba.

Link tenía dos damas de compañía/vigilancia, una siempre era exageradamente amable mientras que la otra guardaba silencio

- Por favor quítese de la puerta, no podemos lastimarlo, ¿su pie empeoró?

El rubio miró su tobillo estaba morado e hinchado, ni siquiera recordaba donde había quedado la venda

- Si, está peor, solo denme la ropa por favor.

Las chicas empujaron nuevamente con mas fuerza y lograron abrir la puerta un poco, Link arremetió con fuerza pero la chica silenciosa ya había metido su bota para evitar que el chico cerrara, con otro empujón más el "enfermo" no tuvo más remedio que quitarse para no caer, las chicas habían entrado con tanta fuerza que casi se caen también.

El hyliano las ayudó a mantenerse en pie, ambas observaron la zona de desastre

- ¿Qué pasó aquí?- de inmediato cerraron, la chica silenciosa rápidamente le dio la ropa para luego voltearse para otro lado mientras que la otra examinaba la habitación