CAPÍTULO 9: TABLERO

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"Estoy cansada de esperar, ¡DESPIERTA!"

Link se sentó sobresaltado en la cama asustado por los gritos el su cabeza, los ninjas en su habitación se pusieron en guardia, trató de reconocerlos, pero ninguno era de los que lo habían torturado, su estómago rugía de hambre, necesitaba ir al baño, ¿lo dejarían?

"Cómo han cambiado las cosas, ¿verdad? Hasta miedo de orinar tienes" susurró Índigo en su oído.

-¿Puedo ir al baño?- los guardias se miraron y luego uno asintió con la cabeza,

-No cierres la puerta- respondió uno de ellos.

Obediente así lo hizo, fue al baño, era un alivio poder usar uno otra vez, lavarse la cara y sobretodo beber agua, la gente no la valora lo suficiente. Despojado de su privacidad, tuvo que asearse y ponerse un camisón de enfermo frente a ellos, al parecer no había zapatos con ese atuendo, suspiró y solo se vistió. Recordó por un instante lo gracioso que había sido tener que explicarle a los zoras lo que era "darse un baño", sonrió para si mismo.

Otro ninja más grande entró en la habitación

-Prisionero, sígueme

Nuevamente obedeció y caminó mirando con atención a cada persona que se cruzaba en su camino, poniendo atención a sus voces, sus figuras, ninguno era...

"Obviamente todos tienen que morir, pero, ¿a quién mataremos primero?"

-Obviamente- le respondió a su voz amiga

-Silencio prisionero.

Fue dirigido a la biblioteca, Ganondorf se encontraba frente a una mesa con algunos calderos con olores muy fuertes y variados, tenía un libro en las manos y caminó hacia Link

-Te levantas muy tarde... ¿cómo es que eres un soldado? - el gerudo lo examinó de arriba a abajo, Link trató con todas sus fuerzas de sostenerle la mirada pero el miedo a otro puñetazo en la cara le ganó y no pudo. -siéntate en la camilla

El rubio fue hasta una camilla que no recordaba que estuviera ahí y se sentó, miró a todas partes, no parecía haber comida, su estómago rugió. El rey demonio se le acercó y se paró frente a él

-levanta la cara, mira hacia arriba- mientras Link obedecía, Ganon le tomó el rostro, miró en sus párpados inferiores -está muy deshidratado

"No me digas" pensó mirando al techo, un pequeño ninja con bata manchada comenzó a anotar lo que el rey decía

-No tiene pérdida de cabello visible, aún no está tan desnutrido-

Todo eso era muy extraño, ¿qué chingados hacía el "rey demonio" jugando al doctor? ¿Era una nueva tortura? ¿Lo regresarían al calabozo? Sin darse cuenta comenzó a temblar

-Cálmate, aunque no lo creas soy doctor, no te haré daño... no mediré su corazón, está obviamente acelerado. Abre la boca...- como Link no obedeció Ganon le apretó las mejillas hasta que lo lastimó lo suficiente para obligarlo -tiene todos sus dientes... impresionante considerando su profesión

Cuando por fin le soltó la cara Link se alejó lo más que podía

-Quítate el camisón – hubo un incómodo silencio -van a vendar tus heridas...

Link pudo distinguir que uno de los ninjas más altos que lo vigilaban era mujer, ella se le acercó con vendas en las manos y otra con obvias curvas femeninas llevaba uno de los calderos. Le ayudaron a quitarse el camisón para luego ponerle una pasta que olía a miel y plantas en cada herida, cada raspón y mientras esto sucedía alguien tomó su pie y lo levantó. Asustado soltó un pequeño grito y se detuvo con las manos para no recostarse, Ganondorf le revisaba los pies ahora

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