𓅓•✧ ・ ° * ✹ ・ ゚: * Pesadillas & Lechuzas.*: ・ ゚ ✹ *: ゚𓄂

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Me vi de pronto en un lugar con mucha luz; por su intensidad se tornaba un tanto molesta, tanto, que tuve que frotar mis párpados varias veces.
Apenas recobré la vista divisé lo que tenía frente a mí, era un paisaje hermoso teñido de matices naranja y dorado; claro, era un atardecer de verano. A lo lejos se observaba una gran masa de agua sin fin, un océano quizás, mismo que reflejaba el color dorado del cielo con algunos destellos del brillo que el sol le daba. Muy al costado del océano se elevaba un acantilado y sobre él un imponente palacio color dorado con cúpulas azules. Lo observé con detenimiento mientras el viento sacudía las ramas de un roble frondoso que se alzaba detrás de mi.
De repente unas suaves y elegantes carcajadas sonaron a un lado, voltee la mirada, topándome con un par de ojos grises, curiosos e inocentes, sin embargo no se le podía distinguir el rostro; quizá por el exceso de luz.
- ¡Vaya! Has crecido tanto- me dijo, su voz sonaba tan suave, tan apacible -Me da gusto ver el hombre en el que te has convertido.

Me sobresalté al oírla y cuando traté de preguntarle si me conocía me detuve, ya que noté aquello que por unos segundos pasó desapercibido:

"La noctámbula de ojos grises te observa."

Me estremecí al recordarlo y fue gracias a eso que me desperté.
Parpadee un par de veces; el techo, al igual que los alrededores se mostraban con tonalidad opaca.
Me levanté de la cama y encendí la lámpara de al lado, tomé mi celular y observé la hora: 7:30 pm, había dormido de más.
Luego de cambiarme me dirigí hacia abajo, al comedor donde se hallaban mamá y papá esperándome.
-Buenas noches dormilón- expresaba mi padre de manera jocosa, a lo cual respondí con una media- sonrisa.
-Ah, Cariño. Has despertado; fuí a verte tan pronto llegué pero estabas profundo, así que decidí dejarte dormir.
Me acerqué a la mesa y mamá sirvió la cena.
-¿Qué tal tu partido?- preguntó papá.
-Perfecto. Ganándo como siempre.
Quise decir «Raro» pero sabía que eso los preocuparía.
-¡Ese es mi campeón!- exclamó papá con el puño arriba y haciéndonos sobresaltar.
-Debiste ver como llegó su uniforme, bastante sucio.
Sonreí para amenizar el momento y luego me quedé en silencio, mirándo a la nada. Más bien pensando en la nota que recibí en la cafetería.
-¿Pasa algo?-Preguntó mamá-, no has probado bocado.
Negué y sonreí.
-Trabajos de la escuela... no tengo cabeza para nada más- mentí y empecé a comer.
-Claro.
La cena continuó con total normalidad. Papá vencido por el sueño subió a su alcoba, mientras que mi madre y yo lavabamos los platos.
-Estabas pensativo hace un momento- comentaba ella mientras secaba un tenedor.
Intenté engañarla de nuevo, pero ella fue más hábil:
-Hijo, no hace falta que lo intentes, te conozco más de lo que tú crees y sé que algo no anda bien. No te dije nada ante tu padre porque no quería preocuparlo y menos estando tan cansado. Dime ¿Qué es lo que pasa? O ¿Acaso no me tienes confianza?
Esa última pregunta actuó como un dardo en mi corazón; no quería que mamá pensara eso, pero también existía el temor de que al igual que Andrew y Sandy ella no me creyera.
-Dime hijo; entre nosotros no hay secretos.
Suspiré y luego de ello decidí comentarle lo sucedido en la cafetería.
-¿Estás seguro que esa nota era para ti?
-La chica que nos atendió me la entregó, y me dijo que el tipo en la motocicleta le dió instrucciones precisas. Ven- le sugerí.
Los dos nos dirigimos hacia mí habitación, tomé mi mochila y de ella saqué la nota, la verifique; todo el escrito estaba igual que cuando me la entregaron, se la dí a mamá y ella enseguida la revisó.
Su mirada estaba neutra, y para ser sincero no sabía si era bueno o no. Sin embargo reaccioné como todo ser humano.
-Tú tampoco me crees ¿Verdad?
Mamá me miró sorprendida, pero luego sonrió.
-Claro que te creo.
Resoplé de nuevo.
-Si es así, léeme lo que dice la nota.
Ella miró hacia el papel, no hacia falta que dijera nada: el silencio fue la mejor respuesta.
-No hace falta que intentes mentirme, tú tampoco me crees; pero te juro que lo que dice allí, cada letra es real.
-Te creo Darien, te creo.
-Y entonces ¿por que ni tú, ni los demás pueden verlo? ¿Por qué sólo yo puedo hacerlo?
Mi madre me dió su característica sonrisa cálida y de nuevo respondió.
-Quizás se deba a que eres un ser especial.
Bufé frustrado.
-Ya no soy un niño para que me vengas con esas historias, no soy Tan "Especial" cómo dices; sólo soy yo, Un chico de 17 años, simple y corriente.
Mamá se acercó a mí y me tomó de las manos, sabía que eso me tranquilizaba, su calor era mi mejor medicina en momentos así de turbulentos.
-Eres alguien especial para tu padre y para mi y eso es lo que importa. Ven, dame ese papel.
Acaté su orden y le di la nota, sin dudarlo ella la rompió y la tiró al bote de la basura.
-Te prepararé leche caliente para que puedas dormir.
Asentí.

Abrí los ojos luego de un largo sueño, me vi en lo alto de una montaña, el viento soplaba con fuerza pero no sentía frío, traté de levantarme pero algo me lo impidió; miré hacia abajo. Una gruesa cadena me mantenía atado a una roca, fuí presa del miedo y quise soltarme pero fue imposible.
Mi uniforme escolar estaba desgarrado, mi camisa blanca; es decir lo poco que quedaba de ella estaba teñida de rojo y sobre mi abdomen y mi pecho grandes rasguños.
«¿Que es esto?» me pregunté y al instante oí un terrible rugido, alcé la mirada. Sobre mi cabeza volaban tres criaturas gigantes, con alas de murciélago.
Dichas criaturas aterrizaron frente a mi, tenían forma humanoide pero con las cuencas de sus ojos vacías, se arrojaron sobre mi comenzando a devorarme y la tercera se lanzó a mi rostro.
Desperté agitado y con sudor en la frente, había sido una pesadilla.
-Que alivio- me susurré.
Tomé mi celular, el cual reposaba sobre la mesa de noche: eran las 03:00 am.
Aún tenía tres horas más para descansar, lo dejé en su lugar luego de apagarlo, de reojo capté una presencia inusual.
En mi ventana se hallaba una lechuza blanca sentada, me miraba fijamente y si la estudiaba con más detenimiento podía jurar que me parecía familiar esa mirada, me quise acercar pero la lechuza emprendió el vuelo perdiéndose en la infinidad de la noche.

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📚 𝙌𝙪𝙚𝙧𝙞𝙙𝙤 𝙡𝙚𝙘𝙩𝙤𝙧: ¡¡Hellowiii!! Te extrañé como no tienes idea mi chic@. Bueno como te lo dije anteriormente, la inspiración no llega cuando uno quiere, sino cuando es el momento y pues... hasta ahora llegó. Te pido disculpas si te hice esperar mucho, no era mi intención. 🙏
Pero pues aún me estoy recuperando de mis heridas, te pido que me tengas paciencia.
Te quiero. 💗💗💗💗💗💗
Y con respecto a la historia... no, no es lo que piensas, la lechuza no le traía su carta de Hogwarts a Darien; era algo más.
Estoy trabajando en la próxima actualización, nos vemos prrronto; abrasitos y besitos virtuales 🫂💋💋💋💋💋. Chau.

Chryss_Moon. 🌜🌹

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゚。𝓖𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼. 💙
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𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐀 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 & 𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀. [Trilogía Estelares #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora