A decir verdad; no pensé que mi mamá se tomara tan enserio la idea de que Usagi viniera a casa para almorzar.
Se levantó más temprano que de costumbre, lo supe por el ruido de la aspiradora (la cual pasó dos veces), tanto papá como yo no pudimos aprovechar nuestras valiosas horas de sueño y debido a esto tuvimos que empezar a prepararlo todo para nuestras respectivas obligaciones.
Fui recibido por la fragancia a lavanda que se propagaba por toda la casa, lo acepto, a mí también me encanta ese aroma.
Avancé por el pasillo hasta llegar al comedor; papá ya se encontraba sentado frente a la mesa, mientras mamá le servía el desayuno.
-Buenos días- me saludó con desgano. Sonreí, pues yo estaba igual, la única que parecía deslumbrante era mi madre, lucía más enérgica que de costumbre."El efecto Usagi" lo llamé yo.
-Mamá, ¿Es necesario que hagas esto? Vamos, tampoco es como que viniera el Papa a vernos a nuestra humilde casa.
Dejó el plato de tostadas frente a mí, sostuvo sus caderas con las manos y me miró con un gesto de desaprobación.
- ¿De qué hablamos ayer? ¿Ya lo olvidaste? Esa niña te ayudó llevándote a la enfermería, no puedes ser tan ingrato.
- ¿Cómo que estuviste en la enfermería? - preguntó papá; en su rostro una mueca de preocupación.
-Sí; pero no es nada de qué preocuparse- lo tranquilicé
-Se desmayó- añadió mamá.
- ¿Cómo que te desmayaste?
Las imágenes vinieron a mi mente, recordé a Usagi mirándome con un gesto de odio y al mismo tiempo satisfacción.
¿Disfrutaba de mi dolor? O... quizás era todo se trató de otro sueño raro.
Pero, cuanto más le daba vueltas, más seguro estaba que todo lo ocurrido fue en carne propia.
Enseguida recordé el otro sueño, uno tras otro llegaban como ráfagas. Esa vez no podía olvidar la dulce voz que me habló.
"Eres la llave maestra de esta guerra sin sentido, alianza y controversia son tu razón de ser".
-Darien, te hice una pregunta-expresó papá expectante y con evidente preocupación.
-Bueno, lo que pasa es que...
Justo cuando traté de justificarme, recordé el incidente en la clase de deportes
-Me golpearon con un balón en la cancha, fue un accidente; y quizás por eso tuve el desmayo.
-Así es- dijo mamá-. La enfermera me dijo algo al respecto, pero luego me tranquilizó con un diagnostico favorable.
Papá nos miró a cada uno y luego sus facciones se suavizaron.
-Es bueno saber que todo está bien; pero si prefieres vamos al médico para que nos dé un diagnóstico más específico.
-No hace falta papá, todo está bien, relájate. Además, tu sabes que cosas como esa son inevitables en un práctica.
Papá me dio una leve sonrisa y la tensión en su mano desapareció.
-Bien; confiaré en ti.
- ¡Apresúrense!- exclamó mi madre-. Necesito que desocupen la casa cuanto antes, debo dejarla limpia antes de irme a trabajar, por cierto. Pedí permiso para salir antes y así recibir a Usagi.
Me chocaba que mi madre hablara de ella, su entusiasmo me parecía exagerado; por suerte papá llegó cansado. Por lo menos él no tuvo que soportar su intensidad tanto como yo.
Y era tanta la urgencia de mi madre, que a penas y pude comer dos trozos de piña antes de que nos echara de la casa. Papá a penas y le dio un beso de despedida, luego decidió acompañarme al instituto aprovechando que era muy de mañana.
-Tu madre me dejó con ansias de conocer a la tal Usagi. ¿Es tan extraordinaria? Porque ella se oía emocionada al hablar de ella.
-No es para tanto- solté.
Oí una suave carcajada de su parte.
-Por tu manera de hablar intuyo que no te cae en gracia la idea de tu madre.
Lo miré con una cara de molestia.
-Ya veo- apuntó-. Aun así tu madre está emocionada, y si no la obedeces...- dejó la frase en el aire.
Suspiré, tratando de hallar paciencia, me lamí los labios y detuve el paso.
-Mi madre no la conoce- hable al fin-, de lo contrario...- susurré.
Mi padre me miraba confundido, aunque forzando una sonrisa.
-¿Qué quieres decir?
Me quedé callado.
-Digo; tu voz suena algo diferente... ¿Ella te hizo algo? Porque por tu tono pareciera que la odiaras.
-No; pero hay algo en esa chica que no me gusta... más bien, pareciera que ella me odiara a mí.
Mi padre arrugó el ceño cada vez más confundido, lo comprendí; no sabía ni cómo explicarle mis razones y tal vez él tampoco me entendería.
-Sigamos- sugerí.
Mi padre dio una ligera zancada hasta caminar a mi lado.
-Explícate- solicitó- ¿A qué te refieres con que ella te odia?
-Tiene una actitud hostil... además hay cosas que no entenderías.
Esbozó una leve carcajada.
- ¿Cómo esperas que entienda, si no me explicas?
-Tú, al igual que Andrew me acusarías de ser un paranoico.
Mi padre me tomó del brazo de una forma gentil.
-Coméntame lo que te pasa, no supongas antes de tiempo. Desconozco tu renuencia hacia esa joven, así que no voy a poder asegurar nada si tú tampoco me cuentas.
«La opinión de tu amigo no tiene que ser igual a la mía.»
-Bien- resoplé.
A medida que avanzábamos le relataba a mi padre todo lo acontecido desde la llegada de Usagi al instituto. Él me escuchaba atento; inexpresivo, asentía y me animaba a continuar.
Admito que sentí como si me hubiera quitado un gran peso de encima, no me sentí juzgado con él por ello doy gracias.
- ¿Y? ¿Qué opinas?- interrogué sin deseo de sorprenderme.
-¡Wow!- obtuve como respuesta-. ¿es increíble lo que me cuentas?
-Pero es verdad- aseguré.
-Y te creo Darien, no tengas nunca dudas de eso.
Le sonreí.
- Me tranquiliza saberlo- declaré más relajado-. Confieso que me daba miedo tener que lidiar con esto solo.
Él me devolvió la sonrisa y dándome un suave apretón en el hombro.
-Mas que tu padre soy tu amigo. Y en cuanto a la chica; dale el gusto a tu madre, llévala a casa y permite que la conozcamos. Yo también pediré permiso en mi trabajo, porque de la misma manera que tú, a mi también me parece sospechosa esa joven.
Lo miré sorprendido.
-Hazme caso; llévala a casa y actuaremos como si esta conversación no hubiera ocurrido. Vete antes que te sancionen por llegar tarde.
Asentí sonriente, me despedí de él y crucé la calle.
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𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐀 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 & 𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀. [Trilogía Estelares #1]
خيال (فانتازيا)¿Que harías si un día que considerabas "normal" descubres que no eres un humano común y corriente? ¿Qué hasta tu propia sangre te advierte que no eres igual a los demás? Y que incluso pasas de ser una simple criatura Viviente a ser el heredero al tr...