𓅓•✧ ・ ° ✹ ・ ゚: * ¿Errónea Impresión?*: ・ ゚ ✹ *: ゚𓄂

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-¿Me estás hablando enserio?-inquería Andrew en un tono burlón-Muy enserio-le respondí-, Me estaba mirando fijamente, y sus ojos brillaban con un gris intenso

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-¿Me estás hablando enserio?-inquería Andrew en un tono burlón
-Muy enserio-le respondí-, Me estaba mirando fijamente, y sus ojos brillaban con un gris intenso.
Me repetí otra vez esa respuesta.
"Ojos de un gris intenso" y sonreí al instante, pues gracias a ello "había resuelto el acertijo": Ella era la supuesta noctámbula, y a su vez una lechuza o más bien una gregaria de las lechuzas.
Bien; era absurdo creer eso, cuando muy en mi interior presentía que no era la respuesta.
-¿Por qué ríes como psicópata? Me das miedo.
Miré a Andrew, dudándo si debía explicarle lo de la nota del día anterior, no me entendería pero tampoco me perdonaría si no se lo decía.
-¿Recuerdas la nota de ayer?
Andrew resopló.
-¿Sigues con eso?
- Si; porque, aunque no me creas ese papel que la chica llamada Sandy me entregó tenía algo escrito en el.
-Darien, superalo, seguramente se trató de una mala broma, quizás un hater que sólo quiere burlarse de ti.
-¿Si? Entonces explícame ¿Por qué sólo yo pude leer lo que había ahí? Porque ni tú ni mi madre pudieron leerla si no mal recuerdo, No tendría ningún sentido que le siguiera la corriente a un hater, además que...
Recordé el sueño que tuve la tarde anterior y la voz misteriosa que me habló, incluso el matiz de sus ojos era similar al de la lechuza.
Al final descarté la posibilidad de que ellas dos fueran una misma, las lechuzas no hablan y el sueño que tuve había sido sólo eso: un sueño, y aveces los sueños no siempre tienen sentido.
-Además...- interrumpió Andrew.
-Nada-cambié de parecer-, Quizá tengas razón y mejor deba olvidarme de eso.
Me miró ceñudo.
-¿Qué? Y ahora ¿Qué mosca te picó?
-Una que me hizo ver que eso de la nota y de la lechuza se me puede convertir en una obsesión si no hago algo al respecto, y que mejor que olvidarme de eso ¿No?
Andrew asintió en una sonrisa.
-Me parece perfecto.
Y en ese momento sonó la campana que anunciaba el fin del receso e ingresamos al aula de Química, esa sería nuestra siguiente clase.
Me senté en la antepenúltima fila -nos ubicabamos por orden alfabético- la silla a mi lado estaba vacía, Dirigí la mirada hacia atrás. Karolinne, la compañera que me seguía en el listado de alumnos se sentó allí, apenas cruzamos miradas me hizo un gesto con la mano derecha y con sus dedos índice y medio, a esto le sumó el susurro de:
-Paz.
Me le quedé viendo unos instantes y enseguida captó lo que quería decirle.
-Es por la chica nueva- respondió.
Recordé entonces el orden, su apellido era "Tyler" lo cual quería decir que mi compañera de mesa sería nada más y nada menos que: Usagi Tsukino.
Volví la mirada al frente y decepcionado; huí lo mejor que pude para terminar con ella a mi lado.
De reojo observé la falda negra, la cual era cubierta por la bata. Alcé la mirada y ahí estaba ella, observándome con esa mírada inquietante y ¿perversa? Tal vez. De nuevo reviví esa horrible visión del día anterior y bajé la mirada.
Quizá para todos estaba loco, pero nadie me podría sacar de la cabeza que esa chica traía algo no muy bueno consigo.
Ella se acercó y tomó asiento a mi lado, por instinto me alejé sobre mi silla; me sentí raro de inmediato, alcé la mano derecha y me vi temblando y no entendía la razón, si estaba tan tranquilo hacía un rato. Mi compañera a mi lado me observaba con cierta tranquilidad en su rostro, incluso podría decir que era como si supiera lo que me pasaba.
Esa clase fue tormentosa, pero no más que la de deportes donde no pude siquiera concentrarme; me dolía bastante la cabeza y los temblores eran constantes. Incluso terminé por recibir un fuerte golpe de balón en el rostro, mismo que dejó en el piso y con un sangrado nasal.
-¡Darien!- exclamó Andrew agitando mi hombro.
-¿Todo bien?- preguntaba un angustiado Richard, a lo cual asentí.
-Ten- Andrew me dió un pañuelo.
Parpadee una y otra vez, tratando de reaccionar, luego me froté los ojos con suavidad y, tan pronto bajé la mirada la dirigí a un lado encontrándome de nuevo con la de Usagi, la cual al fin había cambiado de expresión: Satisfacción, y sus ojos brillaron con una clara muestra de triunfo.
-¡Hey! ¡Usagi, pasamela!- le gritaron las demás chicas, sólo así dejé de ser el centro de su atención.
Nos encontrabamos en el pasillo, rumbo al patio para nuestro receso, Andrew y los chicos conversaban y reían. Mientras, yo mantenía observándo a la chica de melena rubia que caminaba adelante, andaba con lentitud y estaba sola; estaba sola y esa era mi oportunidad, ahora que mi dolor de cabeza había disminuido y podía pensar con claridad.
Caminé silenciosamente, con el fin de separarme de mi grupo de amigos y que así nadie interviniera. Me acerqué lento y con sigilo y, tan pronto como me fue posible la agarre del brazo; sin embargo, ella no reaccionó como cualquier persona normal.
-¿Esta es tu manera de hacer las cosas?- expresó en un tono tranquilo, como si ya supiera lo que iba a hacer
-¿Que?
Ella sonrió por breves segundos.
-Lo que oíste, o ¿Acaso crees que no me he dado cuenta que desde ayer me has estado observando? ¿Algún otro pretendiente? Porque no eres el único que ha tratado de hablar conmigo.
Fue mi turno de reir.
-No; no es mi deseo convertirme en tu novio, pero si quiero hablar contigo de algo.
Detuvimos nuestros pasos, dejándo que los demás avanzarán.
-Darien ¿No vienes?- me preguntó Andrew.
Bajó su mirada enseguida, la cual adquirió un semblante de seriedad.
-Oh; ya veo.-dijo sonriendo-.Nos vemos luego.
Le correspondí con otra ligera sonrisa. Esperamos a que los últimos en salir se fueran, pude notar algunas caras de frustración al vernos a mi y a Usagi ahí.
-¡Buena, "Galan"!- exclamó Daniel, al mismo tiempo que palmeaba mi hombro.
-Oh; perfecto, ahora todos piensan que somos novios- refunfuñó.
Guardé silencio solo hasta que el pasillo se quedó vacío y entonces la enfrenté:
-Puedes decir ¿Que carajos traes tú conmigo?
Ella dió una sonrisa cinica.
-¿De que estás hablando?
-Tú sabes muy bien de que estoy hablando.
Usagi frunció el ceño, mientras luchaba por soltarse.
-Primero que nada, sueltame, me lastimas.
-Primero que nada, responde- exigí.
-Mira- expresó entre dientes a causa del dolor, resoplé y poco a poco fuí cediendo-. No sé de que me estás hablando, ¿Podrías explicarme?
Inhalé profundamente, mientras trataba de encontrar las palabras para confrontarla. Dudaba de si debía decírselo todo sin filtros, temía ser demasiado directo, pero por el otro lado si me tragaba mis palabras no podría resolver todas mis incógnitas y entonces la incertidumbre seguiría allí, carcomiendome.
-Al diablo con todo-farfullé-, quiero que me digas, ahora ¿Que mierda quieres de mi? Porque desde que llegaste me han estado ocurriendo cosas muy raras.
Ella me miró con el ceño encogido, como si no entendiera lo que le estaba diciendo.
-Lo lamento, pero no estoy entendiendo nada.
Trató de huir, pero la agarré del brazo una vez más.
-Tú eres quien escribe los anónimos ¿no es cierto?
Sus pasos se detuvieron tan pronto se lo comente.
-Si- continué -. Eres tú la que escribe esas cartas.
Me giré al igual que ella; se veía estupefacta y al mismo tiempo extrañada.
-Me podrías decir ¿Por qué lo haces?
Ella resopló y despues soltó una carcajada.
-¡¿De que te ries?!- le reclamé
-De lo rarito que eres. ¿Que persona en sus cabales le escribe a un desconocido?- se golpeó la sien con su dedo índice-, piensa, ilógico ¿no?
En eso estaba de acuerdo con ella. Además que no tendría sentido por el tipo misterioso que la dejó en la cafetería.
-Si no tienes nada más para decirme, me voy.
-Aún no he terminado.
Se detuvo.
-Podrías explicarme...
Me debatía entre preguntarle acerca de las visiones, las pesadillas y las migrañas. Por una parte era absurdo preguntar por algo tan personal y de lo que tal vez ella no tenía idea, pero si lo pensaba mejor, todo empezó justo cuando ella llegó así que no podía ser una simple coincidencia, algo en mi interior me advertía que ella tenía que ver.
-Una visión que tuve- las palabras salieron por si solas; y tan pronto lo dije comencé a sentir mareo
-¿Qué?- su voz sonaba lejana, era como estar bajo el agua y apenas oír el exterior, mi visión se hizo borrosa.
-Una visión... todo desde que tú llegaste y...- no pude terminar de hablar, ya que una fuerte punzada de dolor atacó en mi frente, lo último que recordé fue el haberme tomado las sienes con las manos.
-¿Todo bien?... ¿Darien?
Y de pronto... nada.

Todo a mi alrededor era obscuro, no sabía si desesperarme o mantener la calma; pues a pesar de estar en un vació el ambiente se sentía tan tranquilo. Mi oído se fue aclarando de a poco, escuchaba el suave golpe de una gota en un gran cuerpo de agua y sentía que algo me llevaba,era como si flotara. Una cálida caricia -que no supe de donde provenía- pasó por mi mejilla, sentía calor en mi cuello y mi oído.
«Eres la llave maestra de esta guerra sin sentido, alianza y controversia es tu razón de ser.»
De inmediato la reconocí, era la misma del sueño... la chica de ojos grises.
Abrí los ojos por instinto, despertando de ese nuevo sueño.
Una pared blanca fue lo primero que observé, respiraba agitado además de que sentía escalofrío.
-Ah; Darien, Despertaste.
Me fuí levantando poco a poco de la camilla. A un lado se encontraba una chica de cabello verdoso, me sonreía. Era Allysa Fleming la enfermera del colegio.
-¿Cómo te sientes?
-Mejor ¿Que fue lo que pasó?
-Te desmayaste; por fortuna tu compañera Usagi estaba ahí. Ella vino corriendo hasta aquí pidiendo ayuda para ti.
Cerré los ojos con fuerza, le debía una disculpa.
-Creo, que debo irme.
-Primero debo revisarte, además que debes quedarte por lo menos hasta que tus padres vengan por ti.
-No creo que puedan hacerlo, están trabajando.
-La directora llamó a tu madre, no debe tardar. Por lo pronto dejame verte.
Allysa me revisó casi de pies a cabeza, aunque protesté alegando que en verdad me sentía bien pero ella hacía caso omiso.
-Pulsación bien, no hay pupilas dilatadas. Todo bien- diagnosticó.
Justo en ese momento golpearon la puerta.
-Adelante- ordenó Allysa.
La puerta se abrió dejando pasar a mi madre, quien de inmediato corrió hacia mi.
-Cariño, ¿Estás bien? Me tenías muy preocupada
-Mamá, mamá ya basta, no más besos.
-Tenía miedo cuando recibí la llamada del director.
-Mamá, no es para tanto
-Señora Shields- intervino Allysa. No se preocupe más; doy fe de que su hijo está bien.
Mi madre me abrazó una vez más.
-Puede llevárselo, no fue nada grave.
Mi madre asintió, salimos rumbo a casa y al salir vimos a Usagi allí sentada, con sus brazos cruzados y su característica mirada amargada.
-¿Fuiste tú quien ayudó a mi Darien?
La chica asintió.
-No sabes lo mucho que te agradezco ese gesto que hiciste por él.
-Señora Shields, no debe agradecerme nada. De eso se trata el compañerismo.
-Llámame Luna. ¿Quieres que te llevemos a tu casa?
-No Luna, no hace falta puedo irme sola.
-Pero insisto...
-No, y se lo agradezco.
-Aceptame por lo menos una invitación a almorzar.- insistió.
-Mamá...
-Silencio- me susurró-. Ven con Darien a comer a casa mañana, tan pronto terminen las clases ¿Si?
Una sonrisa malvada se dibujó en su rostro, y de nuevo volvió a mi ese mal presentimiento. Definitivamente había algo de esa chica que me causaba mala espina, y aunque me hubiese ayudado llevándome a la enfermería nada podía sacarme de la cabeza que ella buscaba algo, que había algo también que no era normal en ella.
-Está bien, acepto su invitación. Espero que a Darien no le moleste.
Quise decir que "No" pero si me negaba, mi madre me daría un buen jalón de orejas, así que muy encontra de lo que pensara decidí darle el gusto.
-Claro que no me molesta- expresé.
-Perfecto- dijo mamá gustosa-. Entonces nos vemos mañana.
-Allí estaré. Hasta mañana- se despidió.
Avanzamos hacia la salida del colegio; mi madre seguía cuestionando el porque de mi repelencia hacia Usagi.
-No quiero que esté en casa mamá, ¿Por qué no la invitas a almorzar a un restaurante?
-No seas desconsiderado, ella te ayudó. Y es lo mínimo que podemos hacer, ¿Cuál es el problema? ¿Por qué no quieres que venga con nosotros?
Traté de sonar como un paranoico, ni siquiera quise decirle mis razones a mamá pero ella insistía.
-Hay algo en ella que no me gusta.- dije al fin.
-¿Cómo puedes decir eso de alguien tan amable y empatico como ella? ¿No acabas de ver lo que hizo por ti? No puedes ser un malagradecido, no es lo que te hemos inculcado en casa.
Decidí dar por terminada la conversación, lo que menos quería era terminar discutiendo con mi madre.
-En fin; ya dije que "si". Así que mañana la llevaré a casa.
Apesar de todo y muy encontra de mi voluntad debí cumplir mi promesa, aunque eso conllevará el que tuviéramos al enemigo en nuestro hogar.

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𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐥𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫📚: ¡¡¡Hooooolllliiii!!!! Mi guap@ ¿Qué tal tu vida? Después de siglos de ausencia, por fin tenemos un capítulo nuevo. Bueno, a decir verdad lo tenía listo desde hace rato, pero pues tuve un pequeño percance y el capítulo original se borró; así que tuve que volver a empezar y pues he aquí uno con parches. 🙈

Pobre de Darien; Serena supo echarse a la mamá al bolsillo y ahora si la puede tener grave para mantenerse alejado. Definitivamente lo persigue la desgracia.

Nos vemos pronto con una nueva actualización. Chaito. 💋 💋 besos y abrazos. 🌺

~*:°⠊@Chryss Moon⠑:°...* 🌜🌹~

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゚。𝓖𝓻𝓪𝓬𝓲𝓪𝓼. 💙
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𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐀 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 & 𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀. [Trilogía Estelares #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora