𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐋𝐀 𝐓𝐈𝐄𝐑𝐑𝐀 & 𝐋𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀. [Trilogía Estelares #1]

𓅓•✧ ･ ° * ✹ ･ ﾟ: * Malteadas & Anónimos.*: ･ ﾟ ✹ *: ･ ﾟ𓄂

Tenía en mente regresar al salón de clase una vez que el dolor de cabeza pasara, claro, me había armado de valentía para volver.
Sin embargo, tan pronto puse un pie dentro del salón todo ese valor se desplomó.
-¿Qué pasa contigo Darien?- dije para mí.
Levanté mi mano derecha... estaba temblando otra vez, no quería entrar; en serio no podía aún así mi terquedad y el deseo de perfección fueron más fuertes.
-No tengo miedo- repetía constantemente, pero, no podía ni engañarme a mi mismo; y tampoco era fácil seguir con normalidad estando tan perturbado.
Avancé por entre los pasillos que dejaban nuestros pupitres y sin cruzarme con ella, el truco estaba en no hacer contacto visual; funcionó claramente pues durante todo el día permanecí tranquilo.

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Nos dirigimos al coliseo tan pronto terminaron las clases, nuestro equipo rival ya se encontraba en las instalaciones del mismo con sus respectivos uniformes y en pleno calentamiento, a cada lado se extendían dos banderolas, una roja y una azul.
Spartakos VS Gladiators se anunciaba en el tablero (yo pertenecía a los últimos).
-Cambiense de inmediato y apresurense a calentar, los árbitros no tardarán en llegar-Ordenó nuestro capitán.
Entramos a la cancha luego de cambiarnos y con pequeños ejercicios iniciamos el calentamiento.
De reojo vi hacia las gradas, algunos de nuestros compañeros de escuela fueron ocupandolas; de nuevo el miedo se asentó en mi pecho, rezaba porque ella no llegara y por fortuna no pasó.
Celebramos en los vestidores y aunque sólo anotamos un gol ganar es ganar.
-¡Excelente trabajo Gladiadores!- Exclamó nuestro capitán mientras ingresaba-. Empezamos con el pie derecho, y eso que no querían que jugaramos este año, ahora debemos enfocarnos en la meta y demostrarles de que estamos hechos. Sea como sea debemos llegar a la final ¿Entendido?
Emitimos un fuerte aullido, esa era nuestra manera de decir "de acuerdo" y también un grito de guerra, por decirlo así.
Las celebraciones continuaron en una de las cafeterías cercanas al coliseo, nuestro capitán quería festejar con cervezas pero el DT lo reprendió, ya que la mayoría eramos menores de edad, por lo que no teníamos otra opción que obedecer.
-Esto es aburrido- refunfuñaba Andrew-. Nos tratan como niños.
-Para la sociedad lo somos- respondí.
-Estaba de acuerdo con Daniel, además nadie tendría porque saberlo.
-Claro; no mientras no nos pidan identificaciones, o revisan la plantilla de jugadores, a estas alturas no creo que deba explicarte el problema en el que se metería el coach por un momento de diversión ¿o si?
Andrew bajó la cabeza con una mueca de arrepentimiento.
-Tienes razón, olvidaba eso.
-Aquí están sus malteadas- expresó una de las meseras, la cual deslizaba unos platos hacia cada uno de nosotros-. Aquí tiene.
La joven puso un papel al lado de mi plato.
-La persona que me entregó esto me sugirió que se lo entregará a usted. Con permiso.
Tan pronto la chica se alejó, mis compañeros que se situaban en las mesas vecinas dieron un suave grito.
-Vaya, vaya- dijo Daniel-. Las primeras admiradoras se están revelando.
-Abre la nota- instaba Andrew.
Menee la cabeza debido a sus comentarios e ignorandolos abrí el papel.

La noctámbula de ojos grises te observa.
Los gregarios de la lechuza te acechan.

Mi sonrisa se desvaneció al leerla, parpadee un par de veces y de nuevo la leí.
-¿Qué dice?- preguntaba uno de mis compañeros.
Alcé la mirada y parpadeando una vez más.
-¿Qué? No es nada.
Metí la nota en el bolsillo de mi mochila.
-Tuvo que haber sido algo interesante, porque para que te haya dejado así- comentaba otro de mis compañeros.
No hacía falta suponer nada, lo más seguro es que mi expresión confundida me puso en evidencia y nuevamente ulularon, como al principio, sin embargo sonreí.
-Ya basta- les dije-. Son recados personales.
Seguí riendo para no levantar sospechas, por supuesto podía engañar a mis compañeros pero no a mi amigo, quien me miraba con los ojos ligeramente cerrados.
-¿Qué?
-¿Qué decía la nota?
Por un momento me hice el loco tratando de convencerlo, pero era estúpido intentarlo. Andrew me conocía demasiado bien como para mentirle.
-Te pusiste tenso cuando lo leíste. ¿Acaso era un insulto o algo así?
Me recargué en el espaldar de la silla y resoplé.
-Veo que tratar de engañarte es una pérdida de tiempo.
-En efecto. Y volviendo al tema, ¿Qué era lo que decía la nota? Porque quedaste frío cuando la leíste.
Bebí de la pajilla y suspiré.
-Después te cuento, cuando todos se hayan ido.
-OK. Como quieras.

Poco a poco el equipo fue abandonando la cafetería, Andrew y yo nos quedamos de últimos. Afortunadamente no habían muchos clientes, por lo que las meseras no estaban tan ocupadas, así que aproveché para dirigírme al chico del mostrador.
-Hola. Quería saber si podrías ayudarme, es que una de tus compañeras nos atendió y pues, me entregó esto- le mostré el papel-, ¿Podrías llamarla? Necesito hablar con ella.
-¡Sandy!- le llamó y al cabo de unos segundos ella salió del lado de la cocina.
-¿Si?
-Este chico quiere hablar contigo.
La joven se me acercó, me sonreía con cordialidad.
-¿Si? Dime ¿En qué puedo ayudarte?
-Tú me entregaste esta nota ¿No es cierto?
Ella asintió.
-Bueno; lo que sucede es que te equivocaste de persona... tal vez esta nota no iba dirigida a mi. ¿Me hago entender?
-Si es para ti- afirmó ella-. La persona que me dió la nota me dijo que se la entregará al joven de la camiseta N° 9 y esa persona eres tú. Estabas de espalda y pues era obvio que pudiera reconocerte.
De nuevo me sentí confundido, pensé un poco. Esa nota sonaba a advertencia pero, no entendía lo que el mensaje quería decirme en sí, la miré de nuevo, todo estaba ahí tal como cuando la abrí. Me quedé unos segundos pensando, la persona, la misteriosa persona que le entregó la nota a ella, de una u otra forma mis pensamientos se dirigieron a la chica nueva; había algo muy en mi interior que me decía que quizás ella tendría algo que ver en todo. Tal vez me había vuelto un paranoico, pero con la visión que experimenté tenía más de un motivo para sospechar.
-Oye Sandy; ¿Podrías describir a la persona que te entregó esta nota?
-Así es; era un hombre, alto, cabello medianamente largo traía lentes oscuros y venía en una motocicleta.
Quedé desconcertado y más confundido que antes, me hubiera conformado con que fuera la chica nueva, pero aparece un nuevo sujeto en escena desconcertándome aún más. Además nos siguió en motocicleta sólo para dejarme un anónimo. Bastante extraño.
-Todo esto es muy raro... esta nota trae un mensaje extraño, ¿De casualidad no lo leiste?
-Por supuesto que no.
Dejé caer mi mano sobre la mesa del mostrador.
-¿Puedo?- inquirió Sandy.
Asentí.
La chica tomó la nota de entre mis dedos y la observó.
-Tiene que ser una broma- expresaba con el ceño fruncido-. No dice nada.
Sandy observó el papel por ambas partes.
-¿Qué? Pero ahí está- le dije señalando la parte expuesta y sobre la que reposaba la nota. Ella la observaba y enseguida negó.
-Pues yo no veo nada.
Le arranqué la nota de la mano y la miré, el texto estaba allí escrito y con letra clara. Me voltee hacia Andrew.
-Andrew... Míralo.
Fue su turno de tomar el papel y examinarlo. Al igual que la chica, Andrew inspecciono el papel por ambas partes.
-Tú me crees ¿No es cierto?
-En efecto Darien-Respondió y me sentí aliviado unos segundos-. Lo que dice la chica es verdad, aquí no hay nada.
Mi ánimo decayó, y de nuevo le quite el papel revisandolo al instante, todo estaba ahí anotado desde la primera hasta la última letra, pero nadie podía verlo.
-Andrew, no estoy para tus bromas- advertí.
-No es una broma Darien; no hay nada aquí.
Me quedé en shock por la afirmación de mi amigo, una sensación fría se formó en mi pecho y otra vez ese dolor punzante en la cabeza.
-Gracias- le dije a modo de despedida, luego de ello salí rumbo a casa.
Tan pronto entré me dirigí a la cocina por un vaso de agua, necesitaba calmar el dolor de cabeza con lo que fuera.
De reojo vi una nota de mi madre pegada al microondas.

"Dentro está tu comida, calientala"
Te ama, Mamá. ♡

Sonreí.
Luego de comer me dirigí a mi habitación, me recosté en la cama, y del bolsillo de mi pantalón saqué la nota de la cafetería; la miré una y otra vez.
-La noctámbula de ojos grises te observa. Los gregarios de la lechuza te acechan.
Por más que me esforzara en hallar respuestas no encontraba nada, noctámbulos, lechuzas ¿Que significaba todo eso?
Lentamente y sin darme cuenta mis párpados se volvieron pesados así como la mirada borrosa finalmente me había quedado dormido.

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📚 𝐐𝐮𝐞𝐫𝐢𝐝𝐨 𝐥𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫: Hola ¿Qué tal?
Después de una larga espera finalmente tenemos un nuevo capítulo, Ay; pobre Darien no sale de una cuando se mete en otra. Aunque no todo es tan malo, por lo menos hay alguien que trata de advertirle... 😬 yo en su lugar ya estaría loca. 😅
Esto fue todo por ahora, nos vemos pronto con una nueva actualización, chau. 👋

◌~Chryss Moon. 🌜🌹~◌

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