CAPITULO 72

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Capitulo 72


Ahora si entran en el juego los malos Max y Jack Haydee.


En algún lugar de Estados Unidos....



-Jack ha pasado casi dos meses y no sabemos donde esta la asesina de nuestro hermano además con ese tal Grey es muy difícil acercarnos a ella-


-Debes tener paciencia Roma no se hizo en un día, nuestro plan seguirá solo debemos esperar a que la palomita se acerque al nido de nuevo, a demás recuerda que estoy cerca muy cerca de ella dentro de la editorial-

-Sabes ya me estoy cansando de estar así, quiero irme a casa con Liz quiero ver a mis hijos, tu muy bien sabes que no los conozco gracias a este plan que nunca le encuentro lógica- dijo Max


-Eres un imbécil!!!! al caso no quieres vengar la muerte de nuestro hermano- decía Jack muy enojado.


-En realidad no sé si quiero vengarme, tu sabes que Stephen no fue una blanca paloma, tu sabes que le encantaba golpear a las mujeres hasta parecía que lo hacía por deporte, y considero que eso no estaba bien-

-Tu como siempre el mas bueno de los hermanos, tu sabes que esas putas de vez en cuando necesitan que se les recuerde quien es el hombre, además una bofetada de vez en cuando no cae mal-

-Tú y tus mentalidades retorcidas por eso tu Stephen se llevaban tan bien- comentaba con molestia Max

-Puede ser, pero tu llevas nuestra sangre y debemos vengar su sangre derramada, juramos esa vez en el orfanato que jamás dejaríamos de ser familia y que daríamos la vida uno por el otro, al caso olvidaste ese juramento-

-No, no lo he olvidado porque en cada ocasión te encargas de recordármelo, y siento que la venganza no terminara muy bien- le dijo Max


-Trata de estar tranquilo hermano, tu solo deja que yo me encargue de todo ya verás que nuestra venganza tendrá éxito, pero para que veas que no soy un mal hermano, ve a donde está tu mujer y tus hijos, ya que como la zorra de Grey no está y debemos esperar para realizar nuestro plan puedes marcharte con toda tranquilidad cuando tenga noticias, yo te llamo- le dijo Jack


Y sin más con total emoción y sin perder tiempo Max subió a su habitación armo una maleta a la velocidad del viento, y sin más bajo las gradas de la casa, tomo el primer taxi que vio en la calle, y así sin mas se subió al coche, sin decirle adiós a Jack, cuando Max se sentó en el taxi que pronto lo llevaría a donde estaba su mujer y sus hijos comenzó a reflexionar para sí mismo.

-Esta locura de la venganza me pone mal, yo se que la venganza no lleva a nada bueno pero ayudo a mi hermano porque se lo que es capaz de hacer y es capaz de dañar a mi familia lo sé, sé que no tendría piedad de ella, desde muy pequeños Stephen y Jack eran crueles con las niñas y con los niños y aunque les sancionaran en el orfanato eso nunca los detuvo. Si soy sincero conmigo mismo sé que es capaz de matar es por ello que le temo no es por mí, sino por mi familia por mis hijos por Liz -

Cuánta razón tiene Liz que nuestra venganza con la mujer de Grey no tiene ni pies ni cabeza, no tiene algo que sea coherente con lo que piensa Jack. Probablemente lo que le paso a Stephen se lo merecía ya que él nunca fue un hombre por así decirlo, él fue un animal con muchas mujeres los primeros meses era todo amor y dulzura pero si realizabas algo que a el no le gustaba, aparecía esa bestia en donde solo te daba golpes, si yo siendo su hermano me propinaba una golpiza, si yo hacía que algo no le gustara, admitiré que cuando me notificaron de su muerte sentí un alivio infinito y pensaba porque me alegraba de la muerte de mi hermano si era mi hermano pero una parte de mi sabia que el mundo estaría mejor sin un maldito hombre golpeador como lo fue con todas sus ex mujeres. Deben pensar que yo debería de estar deacuerdo con este tipo de cosas pero no, yo fui diferente, pensaba que si una mujer es un regalo porque no tratarlas como reinas, si ellas son delicadas, bellas y aman como nadie. Ya que yo con Liz me saque la lotería es la mujer más maravillosa que jamás pude haber encontrado, es dulce, me comprende aunque en este caso no está muy alegre que se diga, es una mujer guerrera tuvo a nuestros hijos sin mí no tengo como pagarle el amor que profesa hacia mí y hacia nuestros hijos.

ERES MI PASADO Y MI PRESENTE ANASTASIA STEELE-GREYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora