Aventuras con Nash Grier.

II. 36. INCONTABLES AVENTURAS

-Segunda Temporada, Aventuras con Nash Grier, capitulo 7-

*NARRA ________*

Me encontraba con mis bolsos de mano en la fila para entrar al avión. Deje mis cosas en el piso y me hice una coleta, cogí mis cosas y seguí esperando mi turno. Llevaba ya dos minutos cuando escuché rápidos y fuertes pasos en mi dirección, vi esos brillantes y penetrantes ojos azules tomar mis mejillas y besarme apasionadamente. Me sorprendí y le seguí el beso, vaya, esto es besar a Nash Grier. Se sentía como el cielo besarlo, jamás había sentido nada así por alguien aparte de Nash. Nash se separó del beso y ambos con la respiración entrecortada nos miramos.

-Te amo _______, siempre lo he hecho ya siempre lo haré. Por favor no lo olvides -dijo y me abrazó fuertemente, me encontraba sorprendida, sin decir una palabra lo abracé con más fuerza intentando llevarme una parte de el conmigo. Nash se echó un poco hacia atrás y me miró, nuestros ojos conectados transmitiendo cada energía y pensamiento que sentíamos, mis ojos cristalizados al recordar ese momento que destrozó mi vida hace seis años cuando tuve que irme a Inglaterra y dejar todo, aún me sigue afectando el hecho de que no veo a mis mejores amigas hace mucho tiempo, pero no ver a Nash... Eso dolía como el infierno y me ahogaba por dentro. Me volvió a besar lenta y suavemente como ambos sabemos hacerlo. Acaricio mi cabello y sonreí.

-Yo también te amo Nash -dije, realmente lo hacia y tomé su mano, sonreí y por último, lo besé en la mejilla. Era mi turno y entregue mi ticket de vuelo y pasé, volteé antes de irme y vi a Nash parado ahí, y supe que tal vez este sería otro adiós.

*

Llevaba unos minutos de vuelo y comenzó una turbulencia que me espantó.La luz del cinturón de seguridad se prendió y me estremecí, odio los aviones pero ya no me dan tanto miedo. Obedecí las órdenes y me abroché el cinturón; tan solo tuve que recordar el gran beso de Nash para alejarme de los nervios. Iba a extrañarlo, al igual que siempre, pero de alguna forma el destino me guió y lo seguiré sin importar que pase.

*

Llegué a Nueva York sana y salva. Tomé un taxi hacia mi departamento y al llegar bajé mis maletas. Le pagué al taxista y subí en el elevador.

Deja de pensar en el

Cállate conciencia

¿No puedes parar de pensar en el cierto?

Maldito Nash

¡Já! Ni siquiera lo nombré y tu ya sabias, lo amas.

No lo amo, ¿no lo amo cierto?

¿No estas segura? Pues yo te digo, ¡si lo amas!

¿Qué te pasa conciencia? Estas loca.

No por amor como tu

Tu eres yo, así que también lo estas.

¿Estas diciendo que si estas loca por amor?

-¡Maldita sea! -grité y una señora que iba en el elevador conmigo me miró feo -Lo siento... O-olvide algo en el aeropuerto -mentí.

Ahora conciencia, desaparece.

Llegué a mi piso y abrí la puerta. Entré a mi lujoso departamento rentado por mi oficina.
Un hermoso espejo al entrar con una mesa de patas largas y curvas plateadas abajo decorada con un ramo de flores hermosísimo y abajo una alfombra peluda de piel sintética. Me era desconocido el ramo de flores, fui a dejar mis maletas a mi habitación. Una habitación con paredes blancas y piso café oscuro, una cama matrimonial marquesa, llena de cojines de distintos tonos de azul, ventanas donde la vista da a Central Park, un baño grande con bañera jacuzzi y una ducha donde los chorros caen desde el techo. Conectado con un walking closet lleno de prendas.