Aventuras con Nash Grier.

II. 50. ESTE NO ES EL CAMINO...

Omggg capítulo 50 :)

Narra _____:

Ya estábamos en el Aeropuerto y estaba con resaca, anoche habíamos ido a nuestra última fiesta en Hawaii, tomamos un taxi al departamento de Nash y de Cam.

Pey y yo nos bajamos con ellos y entramos al departamento. Me acosté en el sillón con mi cabeza en el regazo de Nash y cerré mis ojos.

Desperté y estaba en la cama de Nash durmiendo, me senté en la cama confundida y caminé a la salita, donde estaban todos riendo.

-Pensé que nunca despertarías -Nash se levantó del sillón y caminó a abrazarme por la cintura.

-Te eché de menos allá -hice un puchero y él se echó a reír.

-No me echaste de menos, solo te dormiste y ni te diste cuenta de si estaba ahí -me dijo y reí -Mentirosa -Besó mi nariz y cerré mis ojos.

-Pues tu te casarás con esta mentirosa -lo miré seductoramente y con mi pierna rocé su entrepierna.

-Mmh -gimió y tragó con saliva separándose de mi -Con Cam y Pey iremos por helados ¿vas?

Fruncí los labios.

-No -hice una mueca -Me iré al departamento de Becca a ordenar todo y luego te llamo.

-¿No quieres que te acompañe? -me preguntó y negué con mi cabeza.

-No. Iré en taxi -sonreí y él negó con su cabeza.

-Yo te llevo, llevas maletas y estan en el auto -insistió -Te dejo en el departamento y luego del helado paso a verte.

-Esta bien -sonreí y tome su mano.

-Iré a dejar a esta princesa a su castillo -dijo y reí -La dejo y ¿nos encontramos en la heladería?

-Claro, nos vemos ahí -dijo Cameron y me acerqué a ellos a despedirme.

Luego salimos de ahí y bajamos al estacionamiento.

Ibamos camino al departamento, Nash no soltó mi mano ni un minuto. La sostenía apoyada en el freno de mano.

Se detuvo afuera del departamento y me bajé del auto. Nash me ayudo a bajar mis bolsos y subió conmigo hasta dejarlos adentro en la habitación.

-Bueno. Me llamas cualquier cosa -se acercó y besó mi mejilla.

-De repente me dan ganas de que te quedes -ronroneé acercándome a sus labios.

-No me hagas esto -me echó hacia atrás -Sabes que me atraes demasiado y estando en esta habitación no es buena idea.

-¿No? -hice un puchero y él miró mis labios, se lamió los suyos y se acercó rápidamente para besarme como si quisiera comerme.

Su lengua entró en mi cavidad explorando cada parte de ella, su sabor me prendía. Me empujó contra la pared y me besó hambrientamente, bajó por mi cuello dejando mordidas y besos hasta mi clavícula.

Enrollé mis piernas alrededor de sus caderas mientras desordenaba su largo y sedoso cabello. Puse mis manos en su espalda y comencé a quitar su camiseta, el levantó sus brazos empujándome mas a la pared para que no me cayera. Se la quité y la tiré por ahí, me llevó hasta la cama y me sentí nerviosa.

Nerviosa en una forma de que quería conocer más sobre, nerviosa en una forma en la que sabía que sí quería.

Se acostó sobre mí y besó mi cuello descaradamente, mi cuerpo estaba en llamas con cada toque de sus manos en mi piel.