" -Significa la justa.- dijo."
La luz blanca me cegaba.
"No creo que tenga ningún significado. "
Había soñado con Kimi de nuevo. Estos días fueron realmente duros sin ella. Ese día donde perdí a Kimi ocurrió alrededor de tres meses dejando un vacío enorme. A pesar del paso del tiempo, la herida del alma no me sanaba. Al contrario, cada vez era más gente a la que perdía agrandando el agujero de mi corazón.
Pasé noches llorando, días sin comer. Me arañaba las piernas y los brazos hasta hacerlas sangrar llenándome de heridas. Acordándome de Kimi, ella me diría que así sólo perdería valor.
Desperté en una camilla anticuada, tapada con una sábana blanca después de haber sido sedada por el chico Skull. Mis heridas estaban cosidas y ligeramente cicatrizadas. Tenía un dolor en mi zona íntima increíble, pregunté varias veces a los enfermeros que acudían solo para urgencias como esta, pero me dijeron que era a causa de la violación, que se pasaría solo con ayuda de antibiótico y antiinflamatorios. También me dieron una pastilla del día después para que no quedase en cinta, y después de un reposo de una semana y pruebas para ver que no tenia ninguna ets me dijeron que podía volver a mi rutina.
Vamos, mi infierno.
El soldado que me escoltó ese día desde la supuesta enfermería hasta mi habitación , ahora vacía, me contó poco de lo sucedido. Simplemente que había estado cuatro dias en coma y que por poco se deshacen de mi.
Lúa llegó al clan una semana después del incidente. Por supuesto ella no tuvo ningún problema para escapar del atentado y estaba ilesa.
Nadie de los Skull volvió a ese lugar, aunque se oyeron noticias de que habían derrumbado el edificio por completo dos días después del incidente. Era un sitio conocido por las mafias y eso provocó demasiada mala polémica.
Las chicas que sobrevivieron hablaban mucho del tema con las chicas que no eran de exposición. Entre ellas compartian todas las noticias y cotilleos que oían de los guardias Skulls o de Lúa en sus charlas por teléfono. A veces pensaba que Lúa era la líder de esta mafia, pero el miedo de sus ojos me hacía dudar.
El incidente provocó perdidas, y a pesar de que los Skulls salieron limpios de culpa, nos cayó mala fama por el simple hecho de que el atentado comenzó en una de las plataformas Skulls. La mía específicamente.
A veces me culpaban de ello. Las multitudes que se movían entre las mafias comenzaron a darme la fama de "La chica maldita de los Skulls" . Recordando el primer acontecimiento donde mataron a Grace en otra explosión justo cuando era mi venta.
Los de fuera de la mafia Skull hablaban de todos no solo de mi. Muchos comentaban que éramos unos insensatos compartiendo la misma sala con ellos sabiendo que éramos el objetivo, otro decían que éramos cómplices del atentado... Sea lo que sea todos nuestros contactos desconfiaban ahora de los Skulls y evitaban negocios con ellos.
Por supuesto, las clases de pole dance continuaron y mucho más estrictas y extensas que nunca. Ahora que éramos menos tenían más tiempo para cada bailarina.
Habían perdido a ocho de nosotras y dos de los chicos Skull que nos escoltaban. No se sabe si muertos o secuestrados, solamente dicen perdidos. Y les da igual.
-¿Has acabado?- me susurró Albert detrás de mi.
Yo asentí en silencio. Hice el saludo profesional de despedida de baile para que los dos profesores supieran que era hora de retirarme. Ellos miraron al soldado Skull que tenía detrás, sacándome una cabeza limpiamente y asintieron también.

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Ragno d'oro (gold spider)
Ficção Adolescente-Melissa. - me llamó mi padre lo más flojo que pudo. Él estaba cerca de la puerta, mi hermano sentado en la cama y yo me mantenía al final del cuarto, pegada a la ventana. -¿Donde lo has escondido? Han venido a por el dinero, quieren lo que es suyo...