C a p í t u l o 23

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J O R G E

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J O R G E

Una Silvia con los ojos llorosos que entra por la puerta hace que mi ira se dispare antes de que pronuncie una palabra. Ni siquiera intenta esconderse de mí ni ocultar el hecho de que me necesita, ya que se echa en mis brazos y hunde su cara en mi pecho. Seth está en la habitación de al lado y, aunque está al tanto de nuestra relación, no creo que hable con tanta libertad delante de él. Me dirijo a las escaleras y la guío con la mano en la espalda mientras la llevo a mi habitación y cierro la puerta. La dejo en la cama y me arrodillo frente a ella, frotando las lágrimas de sus ojos. —¿Qué ha pasado, cariño?

—Él... estaba muy enfadado. Se ofreció a pagarme un apartamento para que viviera fuera del campus en la escuela y yo me negué educadamente y fue como si lo hubiera ofendido o algo así. Me sentí muy rara. ¿Vivir en un edificio de apartamentos de su propiedad y dejar que él lo pague? Era como si le debiera algo si lo hacía y no me sentía cómoda con eso. Como si estuviera en deuda con él.

Cierro las manos en un puño, preguntándome qué coño pensaba él que pasaría. —Estuvimos hablando un rato —continúa— y luego se levantó, como si hubiera terminado la conversación. Terminó conmigo. Otra vez. Llevábamos diez minutos hablando y era como si estuviera harto de lo que yo tenía que decir y lo hubiera superado. Se estaba alejando de mí. Dios mío, sólo eso me aplastó. Así que me levanté y me alejé de él primero.

—No quiero una relación con él. Él no sabe lo que significa ser una familia. Quiere controlarme o algo así. O imponerme alguna agenda que tiene. Es simplemente extraño. Cada conversación que hemos tenido es él dándome su opinión sobre algo que estoy haciendo mal. Como si no hubiera llegado tan lejos en la vida sin él. No lo necesito. —Mira hacia otro lado y puedo ver el momento en que la tristeza abandona su cara y la ira la sustituye. Es como si viera su corazón endurecerse en su pecho justo delante de mí y me duele ver cómo pierde ese trozo de su inocencia.

La primera vez que alguien te decepciona de verdad. Lamentablemente, es alguien que la había defraudado toda su vida, pero ella había intentado darle otra oportunidad. Y aun así no lo consiguió. Ella no quería nada de él más que una relación y él ni siquiera podía darle eso.

—Cariño, a veces... la gente simplemente no es buena. Son miserables y están enfadados porque dejan que el mundo los endurezca. No permitiré que seas así. Eres demasiado buena y positiva. Eres un rayo de luz incluso en los momentos más oscuros. —Froto mi pulgar a lo largo de su labio y ella lo muerde suavemente y me da una sonrisa antes de chupar mi pulgar—.¿Ahora? Sabes que Seth está aquí.

—No me importa —susurra—. Sólo quiero... quiero que el único hombre que nunca me ha decepcionado... me haga el amor. —Me mira a través de sus pestañas probablemente porque sabe que no puedo negarle nada cuando me mira así.

—¿No quieres esperar a... eso? ¿Hasta que estemos solos? —Ya ha usado esa frase una vez, pero ahora que las palabras perduran en el aire especialmente esa segunda, sé que necesito tenerla completamente sola para lo que tengo planeado para ella.

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora