YOONGI HYUNG. [YOONMIN]

71.

Taehyung y Jungkook estaban jugueteando y riendo en un rincón del camerino improvisado que tenían detrás del escenario. Poco a poco se había vaciado el lugar, ya que ellos eran casi el último grupo en presentar su proyecto.

Y Yoongi no aparecía.

Jimin no hacía más que morir de nervios llamándolo una y otra vez a su celular, quedaban menos de diez minutos para salir. Afortunadamente la otra pareja saldría primero, eso le daría unos siete minutos más.

-Yoonie, ¿Dónde estás?

La línea se quedó en silencio un par de segundos, luego un hipido llegó a los oídos de Jimin.

-¿Yoon?

-No puedo hacerlo, Jimin. No puedo salir.

El menor sintió que el alma se le salió del cuerpo, la voz de Yoongi se escuchaba ronca, llena de angustia y sin duda estaba llorando.

-¿Qué pasa?

-No... No puedo hacerlo. No. No.

-¿Dónde estás?

Silencio.

-Yoongi, dímelo.

-En el baño del auditorio.

Jimin colgó, buscando la poca cordura que tenía y dirigiéndose hacia el escondite del mayor.

Lo encontró peor de lo que esperaba. 

Tenía el rostro hinchado y rojo de tanto llorar, temblaba sin parar y su cabello era un desastre de tanto tirar de él. Estaba tirado en el piso hecho bolita, viéndose vulnerable. Jimin estaba viendo algo que jamás imaginó.

Yoongi era él, unos meses antes, justo cuando fue salvado por el mayor.

Se vio a sí mismo y hizo lo único que en momentos como esos, anhelaba recibir.

Se acercó al mayor, tendiendo su mano hacia él. Yoongi la recibió aún llorando, aún temblando decidió luchar contra el pánico. Con Jimin estaba a salvo, lo sabía.

Con cuidado, hizo que se sentara sobre el lavamanos y se encargó de humedecer sus propias manos para lavar el rostro de Yoongi. Le quitó la camisa y con ella lo secó. El pálido pecho de Yoongi subía y bajaba sin control.

Jimin lo abrazó, fuerte y contenido, dándole el refugio que necesitaba. Acarició su espalda con cuidado y besó su hombro.

-Mi Yoonie... -Susurró -Estás a salvo, estás bien, no te preocupes. 

-Jimin... No pue-

-Puedes hacerlo, amor. -Lo interrumpió -Puedes hacerlo, porque eres maravilloso y lo harás genial. Si no quieres, está bien, nadie te obligará, Ok? No estás obligado a hacerlo, lo que importa es que estés bien.

Yoongi lo miró a los ojos por primera vez, dejándole ver el miedo que sentía en ese momento, lo débil que podía llegar a ser y lo mucho que lo necesitaba.

Con un suspiro y miles de pensamientos invadiendo su cabeza, asintió.

-Sólo podré hacerlo si me pierdo en ti, Jiminnie.

Jimin sonrió, tomando su rostro entre sus manos. Dejó un pequeño beso en la comisura de los labios de Yoongi.

-Piérdete siempre en mí, Yoongi Hyung.