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Yoongi releyó el correo abierto en la pantalla de su celular.

No podía creer la oferta que estaba recibiendo.

Y menos podría creer que le sabía agridulce.

Vivió años de su vida de las miserias que le pagaban algunas empresas que se aprovecharon de su situación, robándole créditos de canciones que seguían siendo un éxito después de tanto tiempo.

Estaba a tres días de graduarse y ya le estaban ofreciendo un contrato de dos años para BH, una productora de Seúl.

Prácticamente sería su sueño cumplido.

Pero...

Miró el cuerpo semidesnudo a su lado, inocente. Jimin dormía como un ángel, incluso después de haberse convertido en un desastre durante la noche.

Sería demasiado difícil dejarlo, no podía arriesgarse a perderlo... No después de sentir tanta plenitud en su sonrisa.

-Jiminnie. -Acarició la espalda del menor, intentando despertarlo. -Jimin, cariño. -Besó su hombro. -Amor... -Jimin se removió, haciendo un sonido gutural para avisarle que lo estaba escuchando. Yoongi sintió un pequeño vértigo, ansioso. Miró la hora 02:20. -¿Te gustaría vivir conmigo en Seúl?

Jimin, el pobre Jimin que había quedado sin energía una hora atrás, con sus ojos ahora abiertos como un par de botones, no hizo más que mirarlo dentro de lo que la luz de la luna le permitía por lo que se sintió una eternidad.

Hasta que, finalmente, logró encontrar su voz.

-Debemos ir a la Universidad mañana a arreglar lo de mi traslado, Hyung.

YOONGI HYUNG. [YOONMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora