El primer día de 'libertad condicionada' de Luigi había sido tremendo, por decir poco.
Bowser se había dado a la tarea de despertarlo él mismo, a primera hora de la mañana con un estruendoso portazo.
-¡Arriba verdecito! El almuerzo será servido en 5 minutos y después empezarás a ganar tu estadía en mi reino.
El desayuno paso tranquilo, Bowser comía tranquilamente, contrario a todo lo que Luigi se imaginaba, una tortuga gigante tragando la comida como si no hubiera un mañana era lo que esperaba ver, pero el rey comía con muchos modales.
Entonces Luigi probó la comida, y se arrepintió al instante, no esperaba mucho, porque la comida en el reino champiñón no estaba 'deliciosa' pero esto era algo terrible.-¿Qué sucede verdecito? ¿No te gusto el desayuno?- el tono de voz era bajo, pero no tranquilizaba a Luigi, eso había sido una advertencia- mis koopas se levantaron muy temprano, para que la mesa estuviera lista
A Luigi no le gusto el tono, pensó en una excusa rápida e intento todo a ganar.
-No quiero sentir que te debo algo, así que primero trabajaré y luego comeré.
-Muy bien, si no quieres comer no lo hagas, ve y trabaja, en la cocina l en la limpieza, si te gusta andar en vestido seguro eso se te dará bien- cuando Bowser terminó de hablar Luigi se levantó y se fue, no esperaba una respuesta amable, pero empezaba a preguntarse cuánto tardaría Mario.
Primero se presentó a la cocina, dónde intento ayudar a los koopas, pero los ingredientes eran muy raros y termino haciendo una sopa, que según ellos no debía saber tan mal (el opinaba lo contrario, con semejantes cosas que usaron seguro sabía a rayos, tal como el desayuno ). Pero cuando la probaron lo echaron alegando que seguro quería envenenar al rey, pero no podían ejecutarlo porque Bowser dio explícitas órdenes de mantenerlo a salvo hasta nuevo aviso. Así que solo quedaba salir de la cocina.
Luego fue con los koopas encargados de la limpieza, no hubo problema con ellos, al principio al menos, pues pronto se dio cuenta de que se necesitaba una gran condición física para poder limpiar el castillo con tan poca ayuda, y es que sinceramente ¿No podía el magikoopa hacer algo de limpieza? ¿O era acaso que estaban colmando a Luigi?
No lo sabía, ni quería averiguarlo, solo tenía en mente que esas dos áreas eran las únicas en las que lo aceptarían, no había lugar para el en un sitio de armas, y no porque Luigi no supiera pelear (de lo contrario porque Mario pediría su ayuda dahh) sino que a ojos de Bowser el era un humano pequeño, débil, insignificante, sin oportunidad ni siquiera de poder pisar su campo de entrenamiento.Pero no quería estar haciendo quehacer el día de mañana, aún si era solo un día, porque Mario vendría por el seguro en el transcurso de este, seguro estaba de que no se pasaría en el castillo de Bowser 3 semanas, ni siquiera una, su hermano no lo iba a permitir. Pero aún así no aguantaba sus pies, estaban hinchados y de un peculiar color rojo estaba decidido a buscar alguna otra actividad, algo menos movido, no quería barrer todo el castillo para después fregar con agua y jabón, no, y tampoco pensaba volver a pasar el plumero sobre cada superficie, no señor.
Pensando en ello, Luigi se quedó dormido, su habitación era pequeña, no había gran lujo pero era notoria la diferencia a la que le ofrecieron en el palacio de Peach. Recordarlo le hizo un nudo en la garganta.
Una cama caliente y mullida, en comparación a una bastante usada, con ya forma de su antiguo dueño (que a saber quién era), candelabros, en lugar de lúgubres velas que apenas iluminaban un poco, un tocador con lo necesario para el día a día, y no una mesa con apenas un cepillo, además de la diferencia entre el escritorio con hojas y útiles al, bueno no había comparación, sin mencionar que la acogedora habitación está a decorado en tonos rojos y dorados, en lugar de rosas pastel.Pero el mañana llegó muy rápido, y Luigi tuvo que limpiar y comer la extraña comida del reino koopa, y comer y limpiar, y limpiar y barrer, y barrer y fregar, y de vez en vez tenía que ayudar a quitar las plantas piraña que nacían en el alféizar de las ventanas, y así pasaron cuatro largos días llenos de rutina, monótona rutina, que estuvo a punto de hacer a Luigi rendirse.
Pero la rutina fue rota, cuando en los pasillos encontró un pequeño peluche con forma de estrella, amarilla, a la que al parecer se le había caído un ojo, y el otro iba volando al mismo camino, Luigi lo recogió, decidido a repararlo con el kit de costura que Bowser le había mandado con un koopa 'para enmendar su vestido', pero eso sería el día de mañana, hoy ya estaba muy cansado para siquiera intentar insertar la aguja.
Todo lo anterior, siendo presenciado por unos pequeños ojos curiosos, que buscaban su estrella, y estuvieron a punto de atacar, de no ser porque un magikoopa apareció alegando que era hora de ir a dormir.
Luigi sintió un escalofrío en la nuca, pero al voltear no había nada, así que decidió entrar a su habitación (prestada hasta que Mario fuera por él) y descansar, para mañana seguir con la misma rutina cansada de los días anteriores.
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SI DECIDO VENGARME
FanfictionLuigi se enamora de quien no debe, y ahora hará todo para ayudar a expandir su nuevo imperio. Espero puedan darle una oportunidad a la historia, agradeceré sus comentarios y recomendaciones. Añadire que son capítulos cortos pero espero actualizar co...