ADELANTEMOS EL BLANCO

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Luigi estaba perplejo, el tratado de paz...¿Apunto de convertirse en guerra?

Bowser había entrado eufórico, estaba gritando blasfemias contra todo y todos, hasta que vio a Kamek, y pensó, verdaderamente desquitarse con él.

-Ven aqui- el mago, nunca se había atrevido a desobedecer, pero hoy, hoy si que lo consideraba.

-Alto- Bowser volteo, Luigi traía en brazos a junior a quien, por primera vez, veía realmente asustado, poco, pero fue un shock para el mayor- Kamek, lleva a junior a dormir, Bowser y yo vamos a hablar- el pequeño intento aferrarse, pero fue inútil, porque quería obedecer pero también quería quedarse con él.

El magikoopa miro al rey, buscando aprobación, y cuando la obtuvo, tomo al pequeño y subió rápidamente las escaleras, inconscientemente quería ponerse 'a salvo'.

-Vamos a mi estudio- Bowser empezó a caminar, enojado aún pero intentando contenerse para no asustar a Luigi, por qué sabía que se había intentado hacer el valiente solo por junior, al menos, eso creía él.

-Primero hay que ir por un café- Luigi no sería solo un consorte, no, el quería ser un compañero para Bowser y, aún cuando no podía darle detalles tan grandes como lo hacía él, intentaría al menos mostrar su apoyo.

Este gesto le encantó a Bowser, extendió su mano y tomo con delicadeza la de Luigi, para dirigirse por una taza de café y después al estudio.

-¿Recuerdas ese pueblito de artesanías?-Luigi asintió, no quería interrumpir a Bowser- bueno, están a punto de ir a guerra con el reino champiñón-ahí si que iba a interrumpir, pero Bowser levanto una mano- sé que tienen tratados de paz con todo el mundo, y que uno creería que no podrían ir contra alguien pequeño e indefenso como ese pueblo, pero ya ves.

-Al contrario, ahora sé que son capaces de hacer...pero no comprendo ¿Por qué contra ellos? Hasta hace poco estaban fuera del mapa incluso

-Precisamente, por que el enemigo de mi enemigo es mi amigo, pero el amigo de mi enemigo, seguro es mi enemigo también, seguro se enteraron del tratado que queríamos hacer, y aún cuando son idiotas y están creciendo como reino, no irían por el reino oscuro aún.

-¿Y qué haremos?- ese detalle, casi minúsculo para Luigi, significó mucho para Bowser, pues significaba que el de verde estaba sintiendose ya parte del reino.

-Firmaremos el tratado de paz, enviaremos unas cuantas tropas y veremos qué pasa- Luigi asintió, inseguro.

-Aun no atacarán, seguro esperarán que les pidan un tratado con ellos, pero el pueblo no está dispuesto. Cómo son de tradicionalistas, a sido una ofensa muy grande e imperdonable que se les amenazara de la forma en qué Mario y Peach lo hicieron.

¿Ellos...en verdad?Luigi pensaba en eso ahora, había dejado de prestar atención al rey frente a él, hacía mucho que no se viajaba en sus pensamientos, y ahora, su hermano era el centro de atención.
Quizá había cambiado tanto por Peach, ya que el gordito no era considerado atractivo en el reino humano por su estatura, lo más probable era que la atención de la princesa lo hubieran cegado, convirtiéndolo en una marioneta idiota para ella, si quizá era eso. Porque Mario no lo abandonaría en su sano juicio, quizás estaba embrujado, un amarre, claro, con la magia que había en ese mundo seguro la princesa lo idiotizo para su beneficio.

-¿Luigi? ¿Me estás escuchando? - cuando Bowser lo sacudió, Luigi tuvo que volver de golpe al presente.

Y al volver al presente y ver a Bowser frente a él, se dio cuenta, no habían amarres, ni en su mundo ni en este, porque el rey tenía un mago muy poderoso y nunca pudo hacer que esa princesa se fijará en él, así que solo quedaba la opción, de que Mario, su hermano, lo había traicionado y se había vuelto así por voluntad propia.

-Luigi- Bowser lo sacudió, un poco más brusco.

-Perdón, me distraje- Luigi no quería pensar más.

-¿Entonces qué opinas?- Bowser lo miro, en serio se había perdido una parte importante.

-Podria decirte que si o que no al azar, pero prefiero serte sincero y pedirte que me repitas...me perdí cuando mencionaste a Mario y a Peach.

-Te decía que vamos a firmar los dos tratados, pero ya sabes, que son tradicionalistas y bueno...-Bowser miro a Luigi- espera aquí.

Luigi hizo lo indicado, espero ahí, cinco minutos, 10 minutos, 15 minutos, 20 minutos, 35 minutos y una hora, así fue pasando el tiempo y Bowser no volvía, Luigi, se levantó y empezó a caminar a la puerta cuando está se abrió de golpe.

-Siento la tardanza, ven acompáñame

Ambos caminaron, hasta la terraza donde usualmente tomaban café, está, estaba decorada con velas y flores, no plantas piraña, cuestión extraña pero agradable a ojos de Luigi, había un vino en la mesa y unos cuantos bocadillos.

-Sé, que dijimos que íbamos a esperar y que debía de cortejarte- a Luigi no le gustaba mucho el rumbo que estaba tomando esto- pero uno de los reino con el que haremos el tratado exige que haya dos gobernantes al frente del reino, y yo, deseo que seas tú, Luigi- terminando esto Bowser se inco, y tomo una pequeña cajita que, después de abrir, ofreció a Luigi, con un bello anillo, discreto pero hermoso, se veía que aún cuando la piedra no era grande, tenía un gran valor.

-El tratado no es la gran cosa en cuestión de alianzas-Luigi no daría más pasos en falso, ya no quería sentirse utilizado-haces esto, ¿Para que Peach se de cuenta? ¿Intentas darle celos?

Esas palabras no eran dichas por Luigi, sino, por sus inseguridades, y aunque Bowser se desconcertó y enojo e incluso se entristeció, todo un vuelto de emociones, se tranquilizó y tomo la mano de Luigi.

-No, Luigi, no lo hago por ello, quiero casarme contigo porque te amo, mi hijo también te ama, y sé que tú nos amas a nosotros, si quieres que sigamos en la etapa de cortejo entendere pero- y ahí Bowser sintio unos labios callar sus palabras, Luigi lo beso, al fin.

-Esta bien, casemonos-Luigi noto, o quizo notar gran sinceridad en las palabras de Bowser, accediendo a su petición y a sus sentimientos, no solo a los del rey, si no también a los suyos.

-Entonces le diré a kamek que empiece a adelantar los preparativos - Bowser sonreía y su cola se agitaba se notaba que le había hecho muy feliz que Luigi aceptará.

-Ahora no, déjalo dormir- y Luigi, Luigi se dedicó a comer un poco de los bocadillos que había.


Holis

Quería publicar este, justo cuando la historia tuviera 1k de lecturas, y ya lo alcanzó, así que no me queda más que agradecer a todos, espero que les esté gustando y sigan leyendo c: cualquier opinión es recibida c:

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