SI DECIDO VENGARME

SIN MIRAR ATRÁS

La última vez que hablo con Bowser, Luigi había quedado en shock, y lo único que alcanzo a balbucear era 'lo pensaré'.

Ahora, estaba dispuesto a dar una respuesta seria, y había citado a Bowser, cómo se les había hecho costumbre, a tomar un café. Cuando llegó, Bowser le acomodo la silla, Luigi se sintió complacido e incómodo...pero bien.

-Ire a ver a mi hermano- Bowser iba a interrumpir a Luigi, pero el lo detuvo poniendo su mano en alto- iré a ver qué este bien, veré el reino y quizá, si vuelvo, te permita cortejarme, no creas que te lo dejaré tan fácil.

Bowser se llenó de esperanza, le brillaban los ojos y Luigi notaba que estaba intentando esconder el movimiento involuntario de su cola.

-Me iré hoy mismo, y a decir verdad, no sé cuándo regresaré, estuve lejos casi un mes, seguro mi hermano a estado muy preocupado- Luigi sonaba entusiasmado, pero le extraño el cambio de vibra en Bowser.

-Solo, te diré algo antes-Luigi asintió, confundido por el tono tan serio que usaba ¿Admitiría ahora que había hecho trampa?- Debes prometer que no iras directo a ver a Mario- ¿Cómo porqué? Que diablos cruzaba en la cabeza de Bowser? Luigi estaba, por decir poco confundidisimo.

-¿Por qué? ¿No te acabo de decir que llevamos tiempo separados? Nunca había sido tanto, seguro se alegrará tanto como yo- Luigi volvió a sonreír, imaginando el reencuentro.

-Luigi, es en serio, si me vas a permitir cortejarte, entonces déjame cuidarte, advertirte que quizá lo que encuentres no es lo que deseas...no te diré nada, porque sé, en tu mirada veo que sigues desconfiando, no igual que antes, pero necesitas ir, solo y con la mente limpia.

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Luigi empezó a empacar una pequeña mochila, a petición de Bowser, seguiría usando vestido, e incluso, se quitó el pequeño bigote que le iba creciendo.

-Luigi...promete que volverás- junior tenía lágrimas y mocos, lloraba por la partida de Luigi.

Luigi se limito a abrazarlo, no sabiendo si era prudente o no el prometer que iba a volver.

-Si no contestas...es un no...¿Verdad? Pero no te obligare a quedarte, ya aprendí Luigi

-Alto ahí pequeñín, no puedo prometer una fecha, pero claro que volveré, después de todo te voy a extrañar y vendré a ver cómo vas, en mi ausencia, por favor pórtate bien y estudia, juega y crece saludable, y cuida de tu papá- Bowser lo miro, pero volteo rápido, intentando ocultar un leve sonrojo.

-Esta bien, creo que yo si puedo prometer eso, ¿Podrías enviar una carta?

-No la recibirás junior-Luigi fulminó a Bowser con la mirada, no podía decirle algo así a junior, quien, estaba otra vez llorando- Y no por qué no las escriba, o las envié, no las traerán, sabes bien que el reino champiñón no envía a nadie aquí, ni a comerciar, ni nada.

-Pero, puedo escribir cartas, y cuando regrese, dartelas, quizá no es lo mismo, pero sabrás los momentos en los que pensé en ti, incluso quizá escriba para ti, Bowser- el mencionado simplemente sonrió, con un leve sonrojo.

-Muy bien verdecito, lo mejor será que emprendas camino antes de que anochezca, mis koopas te llevarán lo más cerca posible- Junior estaba a punto de preguntar por qué no lo llevarían hasta el castillo, pero algo lo hizo detenerse, quiza era algo similar a la cuestión de las cartas.

Así, Luigi emprendió su viaje de vuelta al reino champiñón, le parecía curiosa la petición de Bowser, pensó incluso en no seguir con el encargo, pero algo en él lo convencía de que siguiera oculto.

Luigi tuvo que caminar gran parte del camino,
Así, llegó al reino, luciendo un vestido verde con detalles azules, largo, lo suficiente para cubrir sus botas, y con una capa que ocultaba su corta cabellera.

-Hola, ¿Podemos ayudarla?-Si bien, todos los toad eran parecidos, estaba seguro que ese era su amigo, por si las moscas, confiando ciegamente en lo que le dijo Bowser sobre ir oculto, fingió su voz.

-Quisiera saber si Mario sigue viviendo aquí yo-y fue interrumpido por el pequeño hongo.

-El rey Mario obvio vive en el castillo- ¿Rey? Eso significaba qué Mario se había casado.

-¿Y su hermano? ¿El Rey sabe dónde puedo localizarlo? Necesito a alguien para una misión- Sabía que Toad soltaría toda la sopa si se asomaba una chispa de aventura.

-No, el Rey Mario lo llevo a su casa, en el mundo humano, ya sabes, porque este mundo es peligroso, y representaba riesgos pare él porque no sabía defenderse y la princesa ya estaba un poco cansada de que interrumpirá su relación- Toad empezaba a sacar su tianguis para preparar algo de comer y acompañar el chisme, pero cuando volteó, Luigi (que no sabía que era él) ya no estaba.

Luigi, llegó al castillo, a las afueras de este, y vio con sus propios ojos qué Mario y Peach estaban comiendo en el jardín, con coronas en sus cabezas y riendo felices, así que, sigilosamente empezó su recorrido de vuelta a las tierras oscuras, con un nudo en la garganta y en el corazón. No miro atrás, no lo haría ya, no les diría nada, les dejaría seguir con su vida porque ya no merecían estar en la suya.