9

778 54 3
                                    


De repente Tom apareció sin dejar de hacer contacto visual en ningún momento.

La verdad es que esto es muy raro, pero ahora mismo no sé que esperarme de él.

—Tom, no quiero ofender, pero pareces un acosador ahora mismo.—
Al decirle eso no ví que se ofendiera cosa que me sorpendió, ya que siempre está ofendido.

—Sólo quiero hablar contigo Emma.—
Exclamó mientras se sentaba en el borde de la cama.

Estoy bastante sorprendida, por fín empieza actuar cómo una persona normal y civilizada.

—Pues realmente tenemos que hablar,¿que te pasa conmigo?, créeme que yo no quiero joder vuestra hermosa relación si es lo que estas pensando.—Aclaré.

Pude percibir que se sentía bastante apenado, probablemente por todas las estupideces que ha hecho.

—Mira Emma, lo siento, es que...Me siento raro.—

Wow, increible explicación, yo también me siento rara todos los dias, pero igualmente no insulto a la gente.

—Tienes que mejorar con las excusas Tom.—

—Me siento culpable...—Confesó Tom.

Vale, ahora tengo miedo, sólo falta que diga que se siente culpable por haber matado a alguien, y después que me apuñale.

—¿Culpable de qué?—

Antes de que él me respondiera se giró rompiendo el contacto visual, cómo si no pudiese verme a la cara al decirlo.

—Por tener sentimientos por alguien que no es Angela.—Susurró levemente.

Pero igualmente lo escuché todo, por un momento pensé que tendría sentimientos por mí, pero eso seguramente es imposible...

—¿Y quién te gusta?—Pregunté rápidamente, ahora mismo quería chisme.

El se giró nuevamente y me miró fijamente cómo antes.

—Mejor me voy, descansa Emma.—

Y al decir eso se marchó de la habitación, dejandome sola con mis pensamientos.

Fuertes declaraciones, me pregunto quien sera la afortunada, no cada día te puede querer Tom Kaulitz.

Aunque si eres una rubia con bastantes tetas y cara bonita, quizás lo puedes lograr.

—Emma, despierta de una vez.—Habló una voz parecida a la de Tom.

¿Pero que cojones?

Me dí cuenta de que tenía los ojos cerrados y los abrí, me encontré a Tom enfrente mía intentando despertarme.

Joder, estoy harta de estos sueños, te dan puras ilusiones.

—¿Qué quieres?—Pregunté un poco irritada.

En verdad por las mañanas, soy el ser humano más amargado y antisocial del mundo.

—Angela me pidió que te despertara, duermes cómo un tronco.—Dijo Tom con una sonrisa burlona.

—Bueno vale, ahora dejame en paz, no estoy de humor para tus sonrisitas traviesas.—Repliqué de mal humor.

—De acuerdo su majestad.—Exclamó Tom sarcasticamente y levemente ofendido por lo que le dije antes.


(***)



Después de todo o sucedido en casa de Angela  por fín pude volver a casa, y esta vez era hora de hablar con Mia.

《𝓔𝓵 𝓻𝓮𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸》Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora