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Ya ha pasado una semana desde que descubrí que me metieron tremendos cuernos, he tenido cero contacto con Tom obviamente, a ver, el me ha enviado bastantes mensajes pero sólo le dejé en visto...

Joder, ya sé que es cruel, pero es normal hacer eso después de que se besara con otra,¿no?

Bueno, a lo que iba, que no he ni hablado con él, y obviamente cómo soy una sensible de mierda lo único que he hecho es quedarme en casa para deprimirme aún más, bueno y se me ha olvidado decir que Mateo también me ha estado mensajeando, pero ahora mismo no estoy de humor para responderle.

Joder, me doy cuenta de que le quise mucho cómo para ni siquiera salir de casa...

Cómo siempre, alguien toca el timbre, quizás es Bill y viene a apoyarme y a afirmar de que él no me haría eso, o quizás es Hanna que viene ofreciendome la idea de contratar un sicario y matarle.

Pero parece que los dos pensamientos eran erróneos...

—Hola linda,¿me has extrañado?—Preguntó Mateo con una sonrisa un tanto pícara, cómo las de Tom...

Joder,¿y este que hace aquí? Lo siento mucho, pero ahora mismo no estoy para ligoteos.

—Hola Mateo...¿Se puede saber qué haces aquí?—Dije un tanto irritada.

—Pensé que te sentías sola, ya sabes...No me respondías y quería saber si estabas bien, encima, quería verte de nuevo...—Confesó el argentino medianamente avergonzado.

—Vale...Entonces,¿qué quieres hacer ahora mismo?—

—¿Te gustaría salir a pasear conmigo? Para quedar un rato y hablar...—Me sugirió.

A ver, de tantos días encerrada la verdad es que ahora mismo lo que quería era salir al aire fresco, y ahora mismo me la suda quien me acompañe.

—Está bien, deja que me prepare y ya salgo.—

Fuí a mi cuarto, cogí la primera cosa cómoda que ví y me la puse, esperemos que no intente ligarme o algo así en el camino, porque si no le voy a meter una patada flipante que me aprendí gracias a la película de Karate kid, con eso le puedo dejar tuerto.

(***)

Estábamos caminando por un parque gigantesco en el que habían muchos árboles y gente también paseando y tomando un poco de aire fresco.

Mateo sólo me habló de su monótona vida y en medio de esas aburridas conversas sólo me decía cosas cómo "Y eso me hizo acordarme de tí" o " Te extrañé demasiado en ese momento" puras tonterías.

Pero me dí cuenta de que había unas personas que se acercaban a nosotros que me eran familiares...

Joder joder y joder, es la mismísima Angela con su noviecito el camarero...

Por fín, una salvación para huír de esta conversación que me va a matar.

—¡Dios mío!, joder guapa, te ves radiante.—Dijo Angela emocionada y abrazandome.

—No hablemos de tí tía, joder, hacía tiempo que no te veía a tí y a tu noviecito.—Le respondí girandome para ir a saludar a su novio, pero ví que él ya estaba hablando con Mateo, cosa que ya me va bien porque tengo mucho que hablar con esta rubia...

—Y dime...¿Ese es tu hermano?—Me preguntó la rubia con curiosidad.

Sí, no lo he dicho pero tengo un hermano mayor, ya hace tiempo que no lo veo y la verdad es que lo extraño, pero volvamos al tema de antes mejor...

—Pues la verdad es que no, es sólo un amigo.—

—Bueno, está bien, y también quiero saber cómo va con Tom.—Volvió a preguntar Angela.

《𝓔𝓵 𝓻𝓮𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸》Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora