El reino de Lindzon

Tarde entretenida

Estoy en mi casa junto a Aya para pasar la tarde juntas. Estamos en octubre y se acerca Halloween así que debemos decidir cómo nos vamos a disfrazar este año.

-¿Qué tal si vamos de policias? -Me propone.

-Fuimos hace dos años.

-Es verdad... ¿Y de piratas?

-Van el trío de Bea, Diona con su grupo, Moly con sus amigas, ...

-Lo pillo. ¿Y tu que tienes pensado?

-Pensé en ir de ángel y demonio -le explico-, pero esta muy quemado...

-Pues me gusta la idea.

-A mí también, pero habrá como diez parejas de amigas más vestidas así.

-Da igual, nosotras seremos las más empoderadas de todas.

-¿Entonces lo dejamos así? ¿No quieres buscar más?

-No, me gusta este -responde muy segura-. Ahora hay que decidir quién va de que.

-Tu de demonio -le afirmo-, te pega más.

-¡Oye!, bueno es verdad.

Ambas soltamos una carcajada poco duradera.

-Ale decidido -dice acomodándose en mi sofá-. Siempre me ha gustado mucho esta zona de tu casa. Estar sentadas en este enorme sofá negro, justo enfrente de un ventanal también enorme, donde puedes ver el bosque.

-A mí también me gusta mucho. Además la cocina está atrás y no hay que hacer mucho esfuerzo para ir a comer algo.

-Tremenda cocina, chica.

Nos quedamos un rato en silencio hasta que rompe el silencio.

-Voy al baño.

Asiento con la cabeza y la espero.

Segundos después de su retirada, su móvil suena.

No mires.

Mira.

Es mi mejor amiga, debe tener privacidad.

Una mierda, si igual te cuenta toda su vida, mira.

Y miro.

Es un mensaje de Eilan.

Agarró el móvil y justo llega otro mensaje.

Eilan

¿A qué hora vendrás?

Pediremos unas pizzas, ¿te parece?

Esto es lo que logro leer desde la barra de notificaciones.

Acto seguido se oye una puerta cerrarse.

-¿Has quedado con Eilan y no me lo has dicho? Que fuerte.

-¿Eh? Te lo quería decir ahora... ¿Has leído nuestra conversación?

-Noo, solo esto. Y ya estás hablando.

-A ver -empieza mientras se sienta de nuevo-, ya sabes que llevamos tiempo hablando.

-Si...

-Y pues me dijo de ir a su casa ya que su padre está de viajes de negocios y su hermana pequeña está con su abuela.

-¿Estaréis solos?

-Si.

-¿En su casa?

-¿Crees que debo cancelarlo? -Me pregunta.