Como cada tarde en estos dos últimos meses, Gael viene a mi casa. Últimamente por la mañana viene a buscarme a casa así cuando tenemos que volver de la universidad solo hay un coche. Más fácil llegar con uno que con dos a causa de la nieve.
Estoy preparando dos chocolates calientes mientras él enciende el fuego. Mejor dicho lo intenta.
-¿No sabes encender el fuego? -Le pregunto divertida.
-Nunca encendí uno ¿vale? No se encender un fuego pero otras cosas si.
-Tira ya lo hago yo pervertido, eres peor que un niño de cinco años.
Agarra las tazas con el chocolate caliente para dejarme encender el fuego.
-Tienes muy buenas vistas con este ventanal -me dice de pie delante del nombrado.
-Lo sé, vivo aquí desde que nací.
-Vale, vale, solo digo.
Logro encender el fuego y voy a su lado.
-Dame mi chocolate porfa.
-¿A cambio de que?
-Qué pesado eres... ¿Qué quieres?
¿Y tú para que le preguntas qué quiere? Métele una ostia y listo.
Me salió solo, ¿vale?
-Quiero una foto.
-Estoy de las fotos hasta donde yo se... ¿Qué foto quieres ahora?
-Una tuya, la que más te guste de tu galería.
-Una mierda, ¿para qué quieres una foto mía?
-No quieres saberlo.
-Pervertido.
-Aburrida.
-Dame mi maldito chocolate o té hecho de mi casa -lo amenazo.
-Foto y cerramos el trato.
Este se va a enterar.
-Está bien. Pero no has especificado qué foto.
-Si sales tú, me vale.
Subo a mi habitación y me tomo una foto tal y como él pidió.
Se la envio y espero que la vea para volver a bajar.
Cuando bajo, como el sofá está de espaldas a las escaleras, aprovecho para asustarlo.
Muy infantil, lo sé, pero me da igual.
Me acerco y lo veo aún mirando la foto.
-¡BUU!
Se gira con una sonrisa divertida y me mira.
-Me gusta tu foto.
-Gracias.
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El reino de Lindzon
FantasyCandy es una adolescente que nació bruja. Ella vive en AmberFall un ciudad normal. ¿O quizás no? Al largo de sus estudios universitarios se dará cuenta de que no es la única persona no humana en su ciudad. Descubrirá que mucha gente no es lo que apa...