My Dear Ravenclaw | Draco Malfoy.

Capítulo 12

Se acercaba el día para regresar a Hogwarts, Brielle comenzaría su segundo año y Damien el cuarto. La familia Roux se encontraba en el callejón Diagon, estaban comprando los libros de texto que necesitarán Brielle y Damien. Se dirigían a Flourish y Blotts cuando divisaron una peculiar cabellera platinada.

Lucius y Draco Malfoy estaban en el interior de la tienda. Al acercarse, vieron para su sorpresa a una multitud que se apretujaba en la puerta, tratando de entrar. El motivo de tal aglomeración lo proclamaba una gran pancarta colgada de las ventanas del primer piso:

GILDEROY LOCKHART
firmará hoy ejemplares de su autobiografía
EL ENCANTADOR
de 12.30 a 16.30 horas

Charles arrugó la nariz con desagrado.

—Ese hombre siempre ha sido un charlatán— tomo delicadamente de la cintura a Beck —. No te alejes de mi, querida.

—Por favor, señoras, tengan calma..., no empujen..., cuidado con los libros...

Charles rodó los ojos al escucharlo, se encaminó hacia Lucius mientras mantenía su agarre firmemente en la cintura de su esposa. Damien y Brielle los seguían en silencio. Llegaron junto a Lucius.

—¿Puedes créelo? — preguntó Charles —. Lockhart aún se cree el hombre más guapo del mundo — Lucius se giró al escucharlo —. No es más que un ridiculo presumido.

Beck rodó los ojos al escuchar a su esposo, sabía que lo decía porque Gilderoy Lockhart tuvo un enamoramiento en ella hace años.

—Por esa razón decidí venir sin Cissy — dijo Lucius mientras tomaba un libro de la estantería—. Al enterarse me va a querer desintegrar. Beck, niños — hizo un leve movimiento de cabeza —. Es bueno volver a verlos.

—Lucius, un gusto verte — saludo Beck.

—Hola señor Malfoy — saludaron los menores.

—Señor Malfoy, ¿Dónde está Draco? — preguntó Brielle.

—En el segundo piso, querida.

Brielle agradeció y se fue en busca del platinado. Observó la larga fila de mujeres en espera de su turno para que el hombre que su padre mencionó, firmara sus libros. Dirigió sus pasos a las escaleras y a mitad de estas, vio a Draco apoyado en el barandal, viendo fijamente hacia abajo, sonrió inconscientemente al verlo.

Iba a hablar cuando el habló primero, pero no fue a ella.

—¿A que te gusta, eh, Potter? —dijo de manera burlesca —. Mantenerte rodeado de personas para sentirte importante. Mira, conseguiste libros gratis — se burló.

Brielle elevó sus cejas con impresión al escuchar a Draco.

—¡Déjalo en paz, él no lo ha buscado! —replicó una pequeña niña pelirroja, supuso que sería una Weasley. Estaba fulminando a Draco con la mirada.

—¡Vaya, Potter, tienes novia! —dijo Draco arrastrando las palabras. La niña se puso roja mientras Ron y Hermione se acercaban.

Brielle decidió acercarse también. Draco dándole la espalda, no la había visto, se enderezó inmediatamente al sentir un aroma frutal, frutos rojos, de giro y vio la figura de Brielle acercarse. Sonrió abiertamente.