Era el día del juego.
Algunos padres recién llegaban para ver a sus hijos jugar. Regulus Black era uno de ellos, al igual que James y Lily Potter, en compañía de Sirius Black.
Regulus caminaba con seguridad hacia el campo de quidditch. Recibía miradas por parte de las estudiantes de cuarto a último año. A sus treinta y cuatro años aún conservaba un atractivo casi juvenil, su cabello algo largo y lleno de ondas marcadas rebotaban por cada paso que daba, sus facciones definidas y marcadas. Vistiendo su impecable traje negro y con una pequeña caja de terciopelo en su mano derecha, su mano izquierda reposaba en el bolsillo de su pantalón.
Visualizo la rebelde cabellera de Sirius Black a lo lejos. Se tensó al ver que estaba en compañía de los Potter. Aún no olvida la manera en la que lo abandonó cuando estaba en Hogwarts, todo el peso de las exigencias de sus padres cayó en él. El realmente deseó que Sirius lo llevara con él. Hubiese ido a cualquier lugar, pero nunca lo tomo en cuenta, prefirió a James Potter como un hermano.
Y eso en el fondo, lo devastó por completo.
Aparto su mirada y se dirigió a las gradas pertenecientes a Slytherin. Rigel junto a Draco lo estaban esperando sentados, ambos vistiendo un elegante abrigo negro y la bufanda de Slytherin junto con un gorro de lana de color gris. Rigel su mirada y vio la elegante figura de su padre, sonrió y se puso de pie acercándose a él.
—¡Papá! — lo abrazó e inhaló el olor de su perfume— ya te extrañaba — murmuró contra su pecho.
—Mi pequeña — murmuró contra su cabello —. Yo también te extrañe. La mansión se siente vacía sin tu presencia.
Rigel soltó una pequeña risa mientras cortaba el abrazo. Tomo a su padre por el antebrazo y lo llevó al sitio que le guardo. Draco al ver a su tío sonrió y lo abrazó.
—Hola tío Reggie — sintió cómo su tío le devolvía fuertemente el abrazo.
—Pero si es mi sobrino favorito — dijo con una sonrisa.
—Soy tu único sobrino — dijo el platinado entre risas.
—Y eso te hace mi favorito —contesto apuntándolo con el dedo.
Se sentó en medio de los menores. Observó con nostalgia el campo de quidditch, recordaba su tiempo en Hogwarts. Mientras Sirius era parte de los prejuiciosos Gryffindor, el era parte de los orgullosos Slytherin, junto a Lucius y Narcisa Malfoy, Bellatrix Lenstrange y Charles Roux. Era su grupo de amigos, si bien ellos iban dos años más que el, no fue impedimento para hacerlo parte de su grupo.
—¿Cuando me presentaras a... — hizo una pausa, le era difícil asimilar que su pequeña tenía novio — tu supuesto... novio? — le tendió la cajita de terciopelo.
—Después del partido, papá — dijo tomando la cajita y apoyando su cabeza en el hombro de su padre —. ¿No vino Kreacher?
—Bien— asintió —. Kreacher no quiso venir, dice que no le gusta estar rodeado de adolescentes — Se giró hacia Draco — ¿Qué se siente estar en Slytherin?
Draco sonrió ampliamente.
—Se siente bien, era obvio que estaría en Slytherin — dijo con arrogancia—. Creo que me tocó en tu antigua habitación — dijo con duda.
—¿Qué te hace pensar eso? — pregunto con curiosidad.
—Hay unas iniciales talladas en una de las paredes. R. A. B. Como tus iniciales— dijo con un brillo en sus ojos.
Regulus sonrió, era claro que él había sido quien talló esas iniciales.
—Te tocó la mejor habitación de Slytherin— le dio palmaditas en el hombro.
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My Dear Ravenclaw | Draco Malfoy.
FanfictionDraco Malfoy se enamora de una dulce chica Ravenclaw, pero, no tiene el valor de acercarse a ella por miedo al rechazo. -- Malfoy, dos miradas no se cruzan más de dos veces solo por casualidad. No existe Voldemort en esta historia.