Los días finalmente habían avanzado de forma veloz, era viernes y todos se dirigían al gran comedor a la hora de la cena.
El castillo estaba siendo bañado en una sutil nevada, el invierno finalmente había llegado y todos se cubrían en gruesos abrigos y las bufandas de sus respectivas casas para mantener el calor en sus cuerpos.
Murmullos y risas llenaban el pasillo que dirigía al gran comedor, el sentimiento de felicidad en los estudiantes era palpable, finalmente irían a hogsmeade. La mayoría deseaba ir por una cerveza de mantequilla, disfrutar con su grupo de amigos, tener una cita o simplemente salir del castillo.
—Necesito que sea sábado — se quejó Kathlyn aferrada al brazo de Brielle.
Terry volteó los ojos.
—Lyn, se nota tu desespero — dijo con la voz arrastrada —. Llevo toda la semana escuchando tus quejas, solo quedan un par de horas, relájate mujer.
Kathlyn lo miró ofendida y Brielle soltó una risa.
—¿Sabes que? Solo por eso, tu — lo apuntó con el dedo — me comprarás mi cerveza de mantequilla.
Terry arrugó la cara — Estás demente.
Kathlyn iba a golpear al chico hasta que Brielle la detuvo.
—Dejen de pelear — se puso en medio de ellos —. Si siguen así pronto se enamorarán el uno del otro.
Kathlyn y Terry se vieron con asco.
—Prefiero que me encierren en Azkaban — soltó con asco.
—¿Ah si? Pues yo prefiero el beso del dementor antes que ser tu novio — contraatacó el chico.
Brielle solo blanqueo los ojos y continúo caminando siendo seguida por sus amigos.
—Por cierto, ¿cómo dijiste que se llama? — preguntó, causando que Brielle lo mirara con confusión —. El chico que te invitó, ¿cuál es su nombre?
—¡Ah! Se llama Alexander Byrnes — contestó abriendo la puerta del gran comedor —. Recuerda que irá con nosotros a las tres escobas, aunque no estoy segura si llevará compañía.
—Creo que lo conozco — dijo Kathlyn.
—¿De verdad? — preguntó Terry acercándose a la mesa de Ravenclaw.
—Creo que si, me suena el nombre — se sentaron en la banca, a excepción de Brielle, quien quedó de pie — ¿No te sientas, Elle?
Brielle negó.
—Primero iré a saludar a Damien y los chicos — respondió —. No tardo.
Sin esperar respuesta camino hacia la mesa de las serpientes, sin saber que unos ojos grises la lo observaban desde que entró al gran comedor.
Draco rápidamente apartó la mirada y fingió no percatarse de que Brielle caminaba hacia su mesa. Cómo es común en el, sintió como sus manos comenzaron a sudar y su pulso se aceleró.
Espero a que ella lo saludara, hasta que la escuchó:
—Hola Damien — sintió tanta desilusión. Había olvidado que Damien era hermano de su dulce Bri.
—Pequeña Elle, ¿lista para mañana? — Damien le dio un beso en la frente —. Está mañana papá me envió un par de galeones para ambos, los suficientes para comprar todo lo que desees.
—Está bien, me los das mañana — le dio golpecitos en el hombro y se alejó de él, caminando hacia Draco, quien nuevamente fingía no saber que ella estaba ahí —. Hola Drac — lo abrazo por la espalda y le dio un beso en la mejilla.
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My Dear Ravenclaw | Draco Malfoy.
FanfictionDraco Malfoy se enamora de una dulce chica Ravenclaw, pero, no tiene el valor de acercarse a ella por miedo al rechazo. -- Malfoy, dos miradas no se cruzan más de dos veces solo por casualidad. No existe Voldemort en esta historia.