Cuando la alarma de su teléfono suena a las cinco de la mañana, ninguno de nosotros la oye, y son las diez cuando Chan nos despierta, aplaudiendo y riendo para sacar nuestros traseros perezosos fuera de la cama porque Bin debería ir al gimnasio hoy.
Chan parece realmente encantado de que parezco haber "dormido" con Binnie. Probablemente estaba ansioso de que Bin drenara fuera lo que haya sido "eso", ya sea con las prostitutas o conmigo.
El hombre se pierde totalmente la forma en que los dos saltamos a sentarnos cuando se va.
Changbin parece cualquier cosa menos atontado al instante en que me nota a través del lado opuesto de la cama.
Creo que mi cabello está despeinado y debo lucir tan pisoteado como me siento, pero no puedo dejar de notar que su hermoso cuerpo está completamente desnudo y que es lo más increíble que he visto a la luz del día.
Nos miramos durante varios latidos.
Latidos donde en cada beso que me dio anoche se hincha en la memoria de la carne de mis labios.
La luz del sol entra la habitación, y la cama se deshace, y los dos estamos en ella, y nuestros ojos van violentamente desde arriba a abajo.
Un impulso desesperado de saltar sobre si cuerpo sexy corre a través de mí, y me doy cuenta de la lucidez primitiva que se instala en sus ojos mientras en silencio me rastrea, de arriba abajo, mientras mi cuerpo se sacude en la lujuria dentro de la vieja camiseta de Disney World.
Sus ojos se ven tan oscuros esta mañana que juro por Dios que ya no hay una mancha de color en esa caliente mirada endiablada.
Antes de que Changbin pueda preguntar que hago en la cama, me levanto y rápidamente me voy a cambiar, increíblemente consciente de sus ojos siguiendo mis movimientos por la habitación.
Pero no viene detrás de mi.
—Es normal cuando esto sucede. —
Chan se encoge de hombros en el gimnasio, cuando Bin no aparece después de dos horas
—Es posible que desees hacer algo con tu día, Félix. No hay razón de que no disfrutes de ti yendo a tomar sol.—En serio, después de una noche de copas, la palabra "sol" no es tan acogedora como lo es por lo general para mí, pero asiento y paseo un poco por el lugar, tratando de tomar la increíblemente vibrante mezcla cultural y más, pero simplemente no tengo la energía para esto
Nunca he estado con resaca en mi vida.
Es sin duda una experiencia que no quiero nunca volver a repetir.
Estoy sediento sin importar la cantidad de agua que bebo, también tengo náuseas y un brumoso dolor de cabeza, débil y enfermo, y apenas puedo abrir los ojos lo suficientemente como para ver a dónde voy.
Pero hago un esfuerzo y decido llamar a mis padres mientras bajo hacia las tiendas del centro.
<<—Dónde estás ahora? — demanda mi madre. —Tu padre quiere saber si irás a ese famoso restaurante, ¿cómo se mllama, aquel en que las estrellas de cine van?—
-Madre, estoy trabajando -digo-. Estas no son unas vacaciones para mi. Y si me dijeras el nombre real de cómo-se-llama, podría tener una idea de lo que estás hablando.—
—¡Oh, no importa! ¡Pero tenemos una nueva carta de tu hermana! Y envía todo su amor!—
— Oye, no quiero quedarme sin batería, te llamaré la próxima semana, ¿de acuerdo? Sólo quería saber que están bien. — >>
Cuelgo, porque en serio, no era una buena idea llamar a mis padres hoy.
Son geniales y los amo, pero son mis padres.