El underground está hirviendo a fuego lento está noche. Durante la última hora he dejado de buscar a Haewon entre la multitud. De alguna manera estoy planeando cómo convencerla de que se vaya de ahi. Estoy decidido a hacerla salir. Aunque todavía no se como.
Por ahora, me he permitido ser absorbido por la magia de las peleas, me encuentro viendo a todos los luchadores más intensamente que nunca, aunque sólo sea para tratar de ver sus estrategias en caso de que pasen a la final y tengan que enfrentarse a Changbin
Algunos luchan muy sucio, esto me hace ver que no hay nadie que pelee como él. Changbin lucha con pasión. Tiene una explosión cuando está en el ring, se ve como un león, y su oponente como un ratón con el que solo está jugando.
Salta hacia arriba y ñ abajo algunas veces, haciendo que la gente participe en algunas ocasiones en las que él agarra a su oponente, luego lo suelta y apunta hacia él como si dijera: "¿Quién quiere que golpee la cara?"
Por supuesto que la multitud ruge, lo que me pone furioso, alterado y más que exaltado solo con mirarlo.
Cuando lo anunciaron esta noche, la multitud se volvió loca, la mayor parte de los presentes se pusieron de pie y gritaron, yo solo lo miré con un estómago revoloteando mientras aparecía por el sendero y se subía al ring, de un momento a otro el lugar estaba lleno de vida, todo debido a él.
Ahora, los carteles siguen en pie por todo el lugar, mientras él se libra de su tercer rival de la noche, el cual está volviendo una nada, así que probablemente va a terminar en un par de minutos.
Está en una buena racha. Ha tomado todo de esto, sacando todo lo que tiene dentro de él. En realidad, no he visto a ninguno de sus oponentes ser capaz de darle un buen golpe, su rostro está intacto y también lo está su guardia.
De alguna manera siento que le está demostrando algo a esta ciudad, donde nació. Siento como si con cada golpe estuviera diciéndole a sus padres que estaban equivocados. Eso me hace animar secretamente para él aún más.
Estoy tan sorprendido de lo que he aprendido que simplemente no puedo imaginarme a Changbin estando encerrado en cualquier lugar, impotente y enojado.
Es un hombre que es fuerte y primitivo, que sabe exactamente lo que quiere. Me enfurece pensar alguien le hizo daño cuando era más joven y más vulnerable. Me hace sentir como un feroz protector hacía él, y me hace desear haberlo conocido antes, como si tal vez hubiera podido hacer algo para detenerlo.
Oigo el golpe de su knock out y los gritos que siguen, mi corazón ya está saltando en mi pecho mientras el maestro de ceremonias agarra los brazos de Changbin y los levanta.
-¡Nuestro ganador de la noche, SEOOO CHAAAANGBIIIINNN, su SPEAR-B!-
Su brazo está levantado en señal de victoria, contengo la respiración esperando por lo que viene después. Lo que hace siempre después.
Me busca con sus ojos oscuros.
Mi cuerpo se estremece en el instante en que sus ojos encuentran mi mirada. Su sonrisa parpadea, pero tiene una ventaja hoy. Ha estado luchando con fiera intensidad, y su sonrisa es igual de intensa, una explosión de sexo, y de repente no hay nada inocente y juguetón al respecto.
Mantiene su mirada entrenada posesivamente en mí mientras su respiración continúa sacudiendo su poderoso pecho.
El sudor se desliza por su cuerpo, y se ve tan perfecto como lo hizo en el primer momento en que puse los ojos en él en Seattle.
Lo quiero más que nunca.
Estoy tan duro y tan desesperado por lo que él me hace sentir.
Me quedo mirándolo sin devolver la sonrisa, mis ojos implorando a que termine lo que está pasando entre nosotros, sea lo que sea, esos saltos como corrientes de electricidad entre nosotros cada vez que estamos cerca.