La excitación desatándose en mi interior mientras camino descalzo a la habitación principal. El agua de la ducha corre y un torbellino de emoción se apresura a través de mí con el pensamiento de estar en la ducha con él.
Todo mi ser se llena de deseo cuando cierro la puerta del baño silenciosamente detrás de mí, mientras Binnie lava su cabeza dentro de la cabina de vidrio de la ducha. Un hormigueo de anticipación hace cosquillas dentro de mi estómago y corre por mi piel.
Nunca he sido tan descarado, pero este es mi hombre. Mi único hombre. Y él es sexy y está desnudo y lo he extrañado como loco todo el día.
Abro la puerta de la ducha, y doy un paso dentro con su hermosa piel resbaladiza y grandes músculos duros, presionando mi pecho desnudo a su espalda mientras envuelvo mis brazos alrededor de su cintura.
Gime y tira de mis brazos alrededor de él apretadamente, y las palabras "te amo" están dentro de mí. Nunca he amado a nadie en mi vida y nunca me imagine que pudiera ser así.
Es la más asombrosa, estimulante y aterradora emoción que he sentido en mi vida. Tan adictiva como las endorfinas y mucho más.
Lamo su espalda y su nuca, deslizando mis manos hacia abajo para tocar su erección. Está totalmente erecto, y todos mis sentidos se pusieron a tono con él.
El contacto de nuestros cuerpos, mi frente en su magnífica espalda, la sensación de su longitud palpitante pulsando bajo mis dedos.
Tengo un rápido pensamiento que es por mí. Sólo por mí.
A través del golpeteo del agua, oigo su gemido.
—Umm. Tócame, Félix— murmura, tomando mis dos puños en un abrazo apretado y me guía por encima de su polla.Un caliente estremecimiento corre a través de mi cuerpo. Estoy totalmente erotizado por sus enormes puños guiando los míos sobre su resbaladiza y larga dureza. Con un ardor caliente entre mis piernas, lamo las gotas de agua de su espalda. Como un gato, froto mi pecho por los músculos duros de su espalda y giro mi lengua por su esbelta espina dorsal.
—Siento mariposas cuando dice mi nombre.—Se voltea y toma mi pelo en su mano, echando de mi cabeza hacia atrás para que así nuestros ojos se encuentren.
Me mira fijamente, su mirada extremadamente salvaje, y mi erección da un respingo en necesitada anticipación mientras habla —Lee Félix.— Me estremezco, e inclino mi cuerpo mojado al suyo.
—Definitivamente mariposas. —
Su sonrisa es lenta y lobuna—Lee Félix—Me río, pero él no lo hace y cuando sus labios se instalan sobre los míos, no es para darme un lento beso, sino uno que quema, un beso que me saquea y elimina cualquier pensamiento coherente de mi mente. Toma mis muñecas y mis manos y lentamente las junta en mi espalda, y un torbellino de emoción se dispara a través de mí.
Me destruye con la inesperada limitación que me permite saber que planea hacer lo que quiera conmigo, y me gusta.
Me quejo débilmente cuando sus dientes rozan mi cuello, ondulando con impotencia mientras tira mi piel firmemente, y creo que me va a dar mi primer chupetón.
Con ambas muñecas todavía atrapadas en sus manos, retrocede, jadeando, y sus penetrantes ojos persisten en mi pecho desnudos. La salvaje necesidad en su rostro hace que mi respiración sea irregular.
El deseo arquea mi espalda mientras se desliza hacia abajo, su boca cubriendo mi pecho, chupándome tan ferozmente como siempre. Acaricia la otra punta con su mano libre, su palma hábil y urgente, y me encanta la forma en que su piel contrasta con la piel blanca de mis pezones rosados. Expertamente aprieta mi carne y chupa la endurecida punta en el cálido interior de su boca, su otra mano firme alrededor de mis muñecas.
