The first love » Tom Kaulitz.

14.

Estar en un lugar con demasiada gente me daba cierto bochorno y me ponía de mal humor. Creo que haber escogido el día sábado para venir al cine no fue buena idea, esto estaba lleno de almas y apenas estábamos formados para comprar boletos, siento que aún estaba a tiempo de arrepentirme.

Pasaron cuatro familias delante de nosotros y nos tocó pedir los boletos, pediríamos una película de terror. Deje que Nick ordenara y me límite a mirar por todas partes, ya que invitamos a Emily y aún no estaba con nosotros.

—Listo, nena, pedí helados, palomitas acarameladas y bebidas, la película empieza en 40 minutos — habló el pelirrojo a mi lado sosteniendo una bandeja que nos habían dado por lo que tome la que faltaba del mostrador.

—Muy bien porque Emily aún no ha llegado —mencioné aún buscándola con la mirada entre toda la gente.

—Llamala —sugirió él.

Asentí mientras nos sentábamos en una banca y dejaba la charola para sacar mi móvil y buscar su contacto al que encontré de inmediato y le di a la opción de llamar.

—¿Alo? —La voz de Emi se hizo presente.

—¿Dónde estás? ya compramos los boletos — hablé alejándome un poco de dónde estaba Nick— Ven rápido.

—Ya estoy llegando nené, calma.

Y antes de que pudiera decir algo la visualice caminando hacia mi con una sonrisa alegre, le devolví el gesto y colgué el teléfono.

—Que bueno que llegaste.

—Lo siento, ya estoy aquí —habló mi amiga rubia caminando conmigo en dirección a mi "quedante"?

Hace días que Nick me dice que él sería feliz siendo mi novio pero no me hace la pregunta, y tampoco es como si yo quisiera presionarlo a qué lo hiciera ya, mi mente estaba tan confundida que seguro le diría que necesito pensarlo... al menos unas semanas.

—Genial, vamos adentro — mencionó Nick levantándose del asiento.

—Oh no, esperen... —mi amiga nos detuvo con su mano—. Espero que no les moleste pero como venían ustedes en pareja quise invitar a alguien también.

–No hay problema — inquirió inmediato el oji-verde mirándome —. ¿Cierto?

Asentí.

Estuvimos aproximadamente veinte minutos en espera del acompañante de Emily, me estaba aburriendo y no miento cuando digo que mi cabeza parece ser un hilo de estambre con muchos nudos que difícilmente puedo deshacer.

Lo último que paso con Tom me había dejado muy pensativa, él no fue grosero sin embargo no me prestó atención en absoluto como lo hacía antes, cuando sabíamos que éramos mejores amigos y nos queríamos de esa única forma.

—Quizas no llegué — habló Nick, quien parecía estar también aburrido con esta espera. Hasta había comenzado a comer de las palomitas ya.

—Te equivocas — contradijo ella —. Ya llegó.

Su mirada se enfoco al frente de ella donde yo tampoco pude evitar mirar. Mi mandíbula casi cae al suelo al ver quién era el acompañante de Emily. Sentí mi corazón palpitar demasiado fuerte, y la piernas comenzaron a temblarme. Esto tenía que ser una broma.

Tom se dirigía a nosotros con pasos firmes, su mirada se posó en mi varios segundos y está vez lo enfrente sin quitarle la vista de encima tampoco. Cuando llegó a nosotros sus ojos cambiaron de persona viendo a mi acompañante. Una sonrisa ligera se asomó en sus labios y desvió la mirada hacia Emily.