The first love » Tom Kaulitz.

20.

Me estaba preparando para ir a la comida que Gustav le había organizado a su novia por su graduación, me parecía bien lo de la comida, es mitad de semana y si organizaban una fiesta no hubiera podido ir. La universidad cada vez se poner la pesada, a partir de la primer evaluación todo ha subido de nivel y Emily y yo estamos exhaustas por lo que debemos aprender. La gastronomía no es solo cocinar y si queremos ser unas buenas chefs tenemos que tener dedicación y respeto por la carrera.

Mi amiga me dijo que llegaría directamente al departamento de los gemelos y me vería ahí, ahora ella era muy amiga de ellos también y no me molestaba, por el contrario, la rubia se sentía parte de algo y me agradaba que fuera feliz.

Le compré un brazalete a la novia de Gustav para darle mis felicitaciones y cuando estuve lista me encamine hacia allá. No demore mucho en llegar así que subí el elevador hasta que llegue a la puerta y di unos ligeros golpes, espere un momento y la puerta se abrió dejándome ver a Bill con una sonrisa en sus labios.

—Valen, que bueno que si viniste —me dijo mientras se hacía a un lado para permitirme entrar. Lo saludé dándole un beso en la mejilla y mire alrededor para notar lo que habían preparado.

—Guau, creí que sería una comida solamente —mencioné algo nerviosa al notar que había bebidas, bastantes diría yo, sobre la mesa. Georg y Gustav ya estaban aquí con sus respectivas parejas.

—Se nos salió un poco de control —habló Georg cuando llegue a saludarlos.

—Me doy cuenta —hablé y mire a la chica sentada a un lado de Gustav con un vestido muy lindo, estaba muy arreglada y no era para menos, terminó por fin su carrera. Le sonreí y extendí mi mano con la pequeña bolsa color rojo para entregársela — Felicidades, te traje un pequeño regalo.

—¡Muchas gracias, Val! —agradeció dándome un abrazo y abriendo la bolsita.

—Espero que te guste —inquirí y mientras ella veía su obsequio fui hasta donde Bill quien estaba preparando la bebidas.

—¿No ha llegado Emily? —pregunté observando todo el lugar, ni ella ni Tom estaban aquí.

—No, pero supongo que no tarda en llegar —me sonrió y ofreció un vaso — Toma...

—No puedo tomar, Bill, mañana tengo universidad —informé en el momento en que la puerta se abrió y creyendo que era Emily giré rápidamente la cabeza encontrándome con lo que sería un horrible dolor de pecho.

Tom entraba sonriente mientras detras de él y tomada de su mano una chica rubia alta reía de igual forma. Creía que esto no podía estar pasando, sentí un hueco horrible en el pecho, no me había dado cuenta de cuan apretados estaban mis dientes hasta que mi mandíbula comenzó a doler.

Volví mi mirada hacia donde estaba mi otro amigo, Bill al parecer había notado mi rostro, me miró forzando una sonrisa y me tocó el hombro para consolarme. Joder, ni que se hubiera muerto alguien.

Tomé el vaso que antes me había ofrecido Bill y lo lleve hasta mis labios para beber todo el alcohol que había en su interior, arrugue la nariz al sentir como raspaba en mi garganta y tome otro vaso estaba lleno.

—¡Hey! ¡Felicidades, Mía! —felicitó el de trenzas acercándose a la novia de su amiga y le dio un abrazo.

—No sabía que llegaría con alguien —comentó Bill cerca de mi oído y detrás de mí— Lo siento.

—¿Por qué? Tom es libre de traer a quien quiera. —le sonreí y le acaricie la mejilla — No te disculpes.

—Valentina —la voz del mayor de los gemelos llegó hasta mi y rodé los ojos para girarme y mirarlo.