The first love » Tom Kaulitz.

28.

2 años, 2 años quedaba para que Emily y yo por fin pudiéramos graduarnos. Ambas estábamos tan entusiasmadas que Emily y yo comenzamos a crear una asociación, donde tendríamos una cadena de restaurantes.

Ella pensaba mudarse a Canadá una vez que nos recibieramos. Yo no sabía con sinceridad en qué lugar del mundo estaría pero sabía que tendría al menos dos restaurantes aquí en los angeles con mi padre.

Mis padres se mudarían en un tiempo, Bill me ayudó a encontrarles una casa hermosa donde ambos estarían tranquilos y felices.

Mi amiga en Canadá pondría más restaurantes con el nombre que crearamos y ella los manejaría, prácticamente compartiremos el nombre del negocio, la forma de administración y los menús, pero cada una se haría cargo de sus locaciones.

Por mi parte, me dedicaría en un principio al 100% en el negocio, una vez que esté empiece a dar frutos, papá y yo no estaríamos por completo, pero él sería quien estaría más al pendiente de ellos.

Yo seguiría a Tom a dónde fuera, la carrera de los chicos estaba creciendo enormemente, dieron diversos conciertos aquí en Los Angeles, pero pronto harían conciertos internacionales y a mí me gustaría estar a su lado.

Todo este tiempo estuve enfocándome mucho en ser la mejor chef para crear recetas propias junto a Emily y poder brindar las mejores comidas de Canadá y Los Angeles. Y tal vez más adelante en otros países. Eran sueños a largo plazo que estábamos dispuestas a cumplir.

Siempre estuve agradecida por tener a Emily en mi vida, una amiga tan leal y luchadora. Ambas estábamos seguras de que triunfariamos.

—Ya vi los departamentos en Canadá, nené, pero mis padres dicen que aún es muy precipitado eso, que debo esperar un poco más. —me contaba ella mientras tratábamos de diseñar un logo para nuestros restaurantes.

—Yo no lo creo —murmuré— Creo que es bueno que lo hagas desde ahora, recuerda que no debes dejar para mañana lo que puedes hacer hoy. Quizás más adelante estés más ocupada y no te dé tiempo de ver un lugar, pero si lo tienes desde antes no será problema.

—Tú siempre tienes la razón —me sonrió dejando su laptop a un lado mientras se acercaba para envolverme en un empalagoso abrazo—. Voy a extrañarte tanto.

—Pero siempre estaremos conectadas —dije tratando de que no nos invadiera la tristeza. Todavía quedaba tiempo para disfrutarlo juntas.

Toda la tarde estuvimos haciendo borradores sobre el logo pero aún no nos decidíamos por uno que nos convenciera al 100% así que lo dejamos para otro día. También teníamos que pensar en el nombre y era otra cosa que nos tenía la cabeza hecha vueltas.

Sus padres la invitaron para cenar así que decidió irse casi siendo las 6 de la tarde.

Aproveche de igual forma para hacer algo de comida para los chicos. Esta tarde habían tenido una sesión fotográfica, marcas importantes y reconocidas querían colaborar con ellos y tenerlos como imagen principal de sus marcas.

Tokio Hotel estaba siendo sensación en todo el país, las chicas se colocan locas por cada uno de los integrantes. Claro que ni a Mia ni a mi nos causaba celos.

Los chicos no hablaban de su vida amorosa con la prensa a pesar de que ya los habían interrogado en ese aspecto. Las fanáticas querían saber si es que sus chicos tenían ocupado el corazón. Los cuatro han sido muy reservados al decir que están muy enfocados en su música. Pero eso los ponía más en el ojo del huracán, pues la prensa los vigilaba para saber si salían con alguien.

Por ello tuvimos que mudarnos del departamento, la señora Jefferson nos ayudó consiguiendo una casa cerca del refugio de animales, era una zona más privada y alejada. Al mismo tiempo teníamos más oportunidades para visitar el refugio y seguir ayudando con el cuidado de los animalitos. Ahora los chicos sabían de su existencia y también aportaban con eso.