Al poco rato Emily puso la música para poner más ambiente. Afortunadamente hablé con el jefe del edificio y me permitió tener está "reunión" aquí. Los departamentos al ser un poco grandes eran menos ruidosos para los vecinos, esperaba no incomodar demasiado al vecino de enfrente.
Estuve un buen rato bailando con las chicas mientras los chicos hablaban en la mesa y claro que intentaron incluir a Nick pero no lo veía muy contento, su mirada hacia mi reflejaba algo de enojo, pero no me importó, yo soy la que debería estar enojada con él.
—Val, déjame decirte que tanto Tom como tu amigo te comen con la mirada —habló Mía cerca de mi oído con un sonrisa. No quería voltear pero mi instinto me traicionó y giré levemente la cabeza para mirar a los chicos mencionados. Tom mantenía su mirada en mi mientras bebía de su vaso y Nick dos asientos a la derecha de él con el mentón ligeramente levantado también posaba sus ojos sobre mi.
Me sentí nerviosa, sobre todo por la mirada tan penetrante del de trenzas. Si él se lo proponía su mirada te podía hacer sentir como si te desvistiera con ella. Era algo alucinante.
Poco a poco a todos se nos fueron subiendo las copas. Gustav no quiso hacer sentir excluido a Nick así que dialogaba con él y creo que el pelirrojo entró un poco en confianza con él. Bill estaba riendo con Emily de todo, creo que eran los que más tenían el alcohol encima.
Estaba en el sofá comiendo de los bocadillos, dando un descanso de la bebida. Mi vista comenzaba a nublarse, no recuerdo cuantos tragos llevaba pero ya podía sentir un poco mi cabeza dando vueltas.
Me levanté cuidadosamente yendo al baño donde me moje un poco la cara tratando de que esto se bajara un poco aunque claramente no funcionaria.
—¿Que dirían tus papás si te vieran así? —la voz de Tom apareció de la nada por la puerta mientras la cerraba detrás suyo y me encogí de hombros sonriéndole.
—Que me lo merezco —respondí orgullosa.
—Ohhh, ¿de verdad? —el sonrió ampliamente acercándose a mi.
—Oh si —reí un poco y me pude escuchar también la risa de él cerca de mi oído. Su nariz estaba rozando mi mejilla y un escalofrío me recorrió la espalda al sentir ese roce por parte de él.
Mi espalda estaba pegada al pecho de Tom, su respiración podía sentirla desde mi mejilla hasta mi cuello lo que me causaba cierto cosquilleo. Pude darme la vuelta con suavidad para quedar frente a él, la sonrisa en sus labios se mantenía ligeramente y podía ver cómo jugaba con el piercing de su boca.
El olor a alcohol combinado con menta llegaba hasta mi nariz y mis ojos se hacían cada vez más pesados, mi respiración entrecortada y la traición de mi cuerpo no me permitían alejarme de Tom a sabiendas de que lo único que nos separaba eran unos cuantos centímetros.
—Estas borracha —mencionó casi en un susurró, yo solo asentí con la cabeza y sonreí un poco llevando mis manos hasta sus hombros, sentí también las suyas sobre mi cintura y no me molestó en lo absoluto. Al contrario—. No puedo resistirme más, Val.
—¿A qué? —mi pregunta parecía un balbuceo, me atreví a mirarlo a los ojos y encontrándome con los de él sabía que no podría negarme a nada ahora.
Él no respondió, o quizás si pero no con palabras. Acortó cualquier distancia mínima que existía entre nosotros y me deje llevar cuando sentí sus labios sobre los míos. Mi manos se enredaron en su cuello mientras las suyas me sostenían de la cintura pero lentamente fueron bajando hasta mi trasero apegándose a mi cuerpo.
Nuestros labios se abrieron a la par permitiendonos saborear de mejor manera aquel beso, que tenía una combinación de temperatura con cariño. Podía sentir la pieza que tenía en el labio inferior y después de todo besarlo con eso puesto se había vuelto algo sexy. Sus dientes capturaron mi labio inferior y cuando estaba a punto de regresar la misma acción la puerta se abrió de golpe.
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The first love » Tom Kaulitz.
Teen FictionValentina Bauer tenía 8 años cuando se mudó a Italia con su familia dejando en Alemania a sus dos mejores amigos Bill y Tom Kaulitz. Los 3 habían crecido juntos y 10 años después se volverían a encontrar. "Sé que tal vez ya experimentaste tu primer...