Segundas oportunidades {Doukaza}

6

Narra Douma
"¡No quiero verte! ¡Ni a ti ni a tus estúpidas emociones!" grito Akaza con furia.

Me tomó por sorpresa y retrocedí un poco una mano instintivamente se posó en mi pecho, como si quisiera asegurarse de que mi corazón continuaba allí, intacto, y que Akaza no lo había destrozado con sus palabras. "No puede ser cierto... no puede ser..." pensé, pero no vi ningún rastro de arrepentimiento en su rostro solo sus ojos se mantuvieron fijos en los míos, con una mirada intensa.

"Está... está bien" Las lágrimas comenzaron a nublar mi vista. ”Necesito salir de aqui después de todo, eso es lo que Akaza quería” Me puse de pie, apretando mis puños para controlar el temblor y salí de la habitación lo más rápido que pude, atravesando el laberinto de pasillos que conformaban el interminable castillo mientras me dirigía al salón, mi expresión de tristeza se desvaneció y una "máscara" de felicidad cubrió mi rostro, ocultando mis verdaderas emociones.

No estaba acostumbrado a disfrazar mi dolor con una sonrisa, ya que sentía como si llevara una pesada máscara de cerámica atada a mi cara, que me obligaba a sonreír a pesar del dolor. Era una carga que me dolía, una falsedad que se sentía tan lejos de mi verdadero yo, pero si alguien pasaba a mi lado y miraba mi rostro, solo vería una sonrisa convincente, lo suficientemente creíble como para no despertar sospechas y eso estaba bien eso era lo que quería. Nadie más necesitaba conocer el tormento que se agitaba en mi interior, el dolor que me hacía querer gritar hasta que todas mis emociones se disiparan.

Estaba tan concentrado en contener mis emociones que no me percaté de la puerta del salón justo frente a mí. Caminé directamente hacia ella y me golpeé la frente contra la madera. Abrí la puerta y entré a la sala, encontrándome con las miradas desconcertadas de Daki, Gyutaro y Gyokko. El demonio con apariencia de pez me lanzó una mirada antes de desaparecer en su olla y Daki giró la cabeza e hizo un sonido de "tsk" al escuchar el estruendo de la olla al caer al suelo, luego me miró con expresión preocupada. Con ella y su hermano, no solía usar mi "máscara" con tanta frecuencia, por lo que se volvieron expertos en distinguir cuándo mi sonrisa era genuina y cuándo era falsa.

"Douma-san, ¿estás bien?" preguntó con preocupación

"¡Por supuesto! ¿Por qué no habría de estarlo?" respondí, tratando de mantener mi sonrisa forzada.

Gyutaro intervino "Bueno, solo han pasado unos diez minutos desde que fuiste a ver a Akaza, y ya estás usando tu sonrisa falsa de nuevo" Buscó la confirmación en los ojos de su hermana, quien asintió levemente.

Suspiré internamente. En cualquier otro momento, habría agradecido que me señalaran la "máscara" para poder quitármela, pero en ese momento era un inconveniente.

"¿Algo sucedió? ¿Akazs te hizo algo?" pregunto Daki preocupada

"¿Qué te dijo ese hijo de p̶u̶t̶a̶?" ella preguntó en un tono amenazante.

Le describí toda la breve conversación, manteniendo mi "máscara" en su lugar. Cuando terminé, Gyutaro suspiró y preguntó:
"¿Cómo puedes seguir sonriendo a pesar de eso?"

"No lo hice de inmediato", respondí mientras abría uno de mis abanicos y lo colocaba frente a mi boca.

Daki se enderezó y agarró una almohada que estaba en la esquina del sofá, sosteniéndola contra su estómago con los brazos cruzados formando una X. "Bueno, aquí viene la pregunta del millón de monstruos: ¿cómo te hizo sentir eso?"

No es necesario contarle todo "Me dolió el corazón" respondi

Daki frunció el ceño al escucharme.