Un nuevo día, un día nublado. Marzo era el clásico mes donde llovía sin aviso alguno, o simplemente estaba el clima con el frío a pesar del mes.
Taehyung había llegado a la escuela animado, tenía la imperatividad al cien a pesar de haber dormido un poco tarde. Su mamá como siempre fue quién lo llevó a la escuela, su padre iba directo al trabajo mientras Nam salía después por su horario, bien distinto a la hora de entrada de Tae.
Cómo cada día, Taehyung y Jungkook se mantenían juntos haciendo las caligrafías u otra actividad, ayudándose mutuamente ante lo que su contrario no sabía hacer.
Después de su primera clase, salieron al comedor.
Ahora, donde la parejita degustaba de su merienda junto a sus otros amiguitos, charlando de varias cosas que les habían pasado, unas cosas más exageradas que otras a los oídos de Jungkook, pero Taehyung no le daba importancia, él no sabía si en realidad los dinosaurios seguían existiendo como para decirle a su amigo que lo que vio la noche anterior no era uno.
Taehyung se mantenía pegado a Jungkook, se recuesta en su hombro y le susurra al oído algo que solo Jungkook puede saber. Pues le ha llegado el recuerdo de lo que la noche anterior no lo dejó dormir.
– Se como se hacen los bebé, Jungkookie.
No, no seas mal pensada. Taehyung no sabe lo que dice con exactitud.
– ¡Mmm! – exclamó sorprendido llamando la atención de sus otros amigos.
– No digas esto a nadie, lo supe anoche.
– Tae — tragó saliva, no sabía del tema pero eso le causó ¿incomodidad? No sabía el porqué — ¿Cómo es que sabes de esas cosas?.
Taehyung iba acercándose más a Jungkook para explicarle lo que habló con sus papás la noche anterior, pero los chillidos de un grupo de niñas llegando a ellos, y el ser nombrado; lo hicieron detenerse y Jungkook también volteó a ver la persona que llamó a Taehyung. Esperaron cualquier cosa menos lo siguiente a suceder.
– ¡Taehyung! – gritó una niñita, más bajita que él, de cabello corto color negro, Tae volteó a mirarla y esta se le lanzó encima para darle un piquito en los labios – ¡Ay vámonos! – salió corriendo del lugar mientras dejaba el alboroto atrás, sus amiguitas rieron y se fueron atrás de ella como cabras locas.
Taehyung quedó mirando a la nada por un momento, busca la mirada de Jungkook, quién mantenía su ceño fruncido por lo que presenció.
Los ojitos se le aguaron a Tae mirando a Jungkook fijamente, este únicamente lo miraba con la misma expresión pero igual de atónito por lo que hace menos de quince segundos pasó, el resto de los niños se murmuraban cositas por la escena anterior.
Otros también estaban sorprendidos, Jungkook se iba acercando a él pero, Taehyung se bajó de su asiento y salió corriendo mientras lloraba desconsoladamente por tanto pensar, Jungkook al verlo correr fuera del comedor se preocupó.
– ¡Tata! – le gritó Jungkook, dejando sus cosas para seguirlo — ¡T-tae esperaaaa!.
Tae entró al baño y se encerró en uno de los cubículos a seguir con su no muy silencioso llanto, Jungkook entró al momento después y toco la puerta para que este le abriera mas solo escuchaba como su amigo lloraba sin hacerle caso y de alguna manera eso le causó un nudo en la garganta, y sus ojitos picaban con ganas de llorar también.
Era un efecto que Taehyung causaba en él, si el menor lloraba, Jungkook también lo hacía. Suspiró sin saber realmente que hacer mas que solo hablarle al otro lado, tocó nuevamente la puerta del cubículo para llamar la atención del castaño.
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No me olvides, Hyung...
FanficEn su primer día de clases, el pequeño Jeon Jungkook conoció a Kim Taehyung, un niño travieso y risueño que se acercó a él, rompiendo su timidez. A lo largo de ese primer día, se convirtieron en inseparables compañeros de juegos, compartiendo risas...