En su primer día de clases, el pequeño Jeon Jungkook conoció a Kim Taehyung, un niño travieso y risueño que se acercó a él, rompiendo su timidez. A lo largo de ese primer día, se convirtieron en inseparables compañeros de juegos, compartiendo risas...
Ya había amanecido, ya era hora de la salida programada, y Kim Taehyung no queria salir de su cama.
¿Razones?
Porque entonces si era real, tenía que despedirse de su Hyung, al único que consideraba su mejor amigo, alguien único en su corta vida y le dolía, le dolía dejarlo.
Su mami se había dado cuenta de eso y también le costó no llorar por ver a su pequeño así, mientras lo alistaba se notaba sus ojitos hinchados, su nariz aún estaba rojita y mantenía ese pucherito.
Taehyung cuando estuvo completamente listo, esperaba a su Hyung en los brazos de la única persona que en ese momento él sentía que lo comprendía, Namjoon.
Era un pequeño que no entendía mucho, claro está, no sabía la razón exacta del por qué tenían que irse, solo escucho las palabras de su hyung que en parte lo querían hacer volver a llorar
– Vamos a estar bien, mamá y papá solo quieren lo mejor para nosotros — lo consolaba como podía.
– Esas frases en las películas son algo negativo, Hyung – lloró.
– No llores bebé, estás bien conmigo. Algún día lo volverás a ver, de grande, yo lo sé.
Eso último fue algo que no tomó en cuenta y abrazó más a su mayor, aferrado a esa idea: Si algún día, si tampoco se olvidan, volverán a salir a comer helado como solía hacerlo en las temporadas de clases.
¡Oh! Taehyung se sentía un poco dramático en estos momentos.
Cuando el timbre de su casa suena, él primeramente va hacia la puerta, su padre ya estaba ahí de pie recibiendo a los Jeon, apenas vio a Jungkook literalmente se lanzó a él tomando de sorpresa al más mayor, Jungkook por reflejo lo sostiene con fuerza balanceándose un poco, su mamá quién estaba atrás, sostiene a Jungkook por sus hombros para evitar que ambos niños cayeran.
– Hyung lo extrañé mucho.— apenas le susurra Taehyung, Jungkook sabe bien que tampoco pasó la noche tan tranquilamente como él espero, aunque a Jungkook no se le notara, él también lloró, su mami se encargó de contarle.
Pues también tenía mucha curiosidad del actuar de las mayores y sabía que su pequeño Taetae estaba mal. Lo abrazó fuerte dándole besitos en la frente.
Musitó – yo también TaeTae – y el otro solo se abrazó a él más fuerte, no queria soltarlo.
La mamá de Jungkook le dijo que todo estaría bien, pero a Taehyung aún le dolía separarse de Jungkook.
¿Quién le comprará un helado cada vez que él lo pida? ¿Quién lo defenderá? ¿Quién querrá dormir en su camita aunque sea difícil porque da pataditas? ¿Quién llorara con él por cualquier cosita triste, adorable o simplemente porque si?.
– Hyung, vamos adentro. — dijo después de un rato estando en los brazos del mayor, se bajó de él y se fueron a tomar asiento en el sofá en lo que esperaban que se alistaran los demás.
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