1998.
Temporada de primavera.
En la entrada del salón, Jungkook aguardaba ansioso la llegada de su amigo, sabiendo que siempre llegaba tarde. Salió del salón y se sentó en una banca, moviendo nerviosamente las piernas y contando los minutos. Absorto en sus pensamientos, no se percató de la presencia frente a él, hasta que unos zapatitos negros llamaron su atención. Levantó la vista y allí estaba Taehyung, con una adorable sonrisa iluminando su rostro.
– Quince. – dijo Jungkook, dejando de contar.
– Disculpa hyung, mamá quiso que desayunada sin apudo.
Taehyung mantenía sus manitas unidas, su bolso siendo un poco más grande para su tamaño lo hacía verse aún más pequeño y eso, ante Jungkook es adorable.
Taehyung lucía adorable con su uniforme. Al igual que Jeon, Taehyung vestía una camisa blanca de manga corta con cuello redondo y unos pantalones cortos azules oscuros que le llegaban a las rodillas. Completaba su look con unos zapatos negros pulcros y bien abrochados. Su cabello castaño y liso caía suavemente en su frente, dándole un aspecto tierno y dulce.
– Esta bien — se levantó y abrazó al menor, este a gusto le aceptó — vamos, ya la maestra está allá esperando.
Los menores fueron corriendo al salón en donde ya estaba su maestra recibiendo a ambos para empezar con su clase.
Jungkook, de los dos, era mayor solo por un año, el tenía seis y Taehyung tenía cinco. Mas no había gran diferencia entre ambos, omitiendo sus personalidades.
Con los siguientes días fue lo mismo, la pasaban juntos en hora libre y se ayudaban en las tareas, se presentaron a sus mamás en la hora de la salida del cuarto día en clase.
Ahora, Ya llevaban dos semanas desde que se conocieron y su cariño aumentó radicalmente, lleno de diversión e inocencia.
Ya se encontraban en sus mesas respectivas pintando muy animadamente, el salón permanecía en tranquilidad mientras todos coloreaban y la maestra recibía uno que otro dibujo de sus alumnos.
Taehyung se levantó sin ser notado por la maestra de cabello azabache, se acercó a Jungkook, quién al verlo sentarse en el suelo a su lado, observó a su alrededor antes de también imitar al más pequeño. Ambos rieron cuando Taehyung gateó hasta estar debajo de la mesa con Jungkook.
– Mamá me ha dicho que si puedes venil a casa cuando quiedas. — le comentó Taehyung aplaudiendo chiquito sin ser ruidoso.
– ¡Eso es increíble!. – Exclamó Jungkook alegre por la buena noticia.
– Si lo es, así podemos salil de aquí juntos y caminal hasta la casa.
—Caminar, Taehyung...
—Eso, caminal.
El pequeño Jungkook asintió y luego ambos volvieron a sus lugares correspondientes a pintar en silencio. Cuatro en cada mesa, Taehyung y Jungkook la compartían juntos a dos niñitos más, quienes en esos momentos los observaban con curiosidad. Taehyung sólo les sonrió.
Después de que la campana sonara, se encontraban merendando en el parque de la escuela, siendo acompañados de la pequeña Yeul, quien no dejaba de hablar de cualquier cosita que pasara por su mente, haciendo reír al par mientras comían.
– La Maestra Han es muy amable, me dejó comer en el salón — dijo la niña con una sonrisita, prestando atención a su comida —lo que queda de ella— mientras soltaba palabras por palabras— Oigan ¿sabían que Jessi besó a una niña? — comentó bajando un poquito la voz para que solo sus amigos escucharan — si no sabían, Jessi besó a una niña pero del otro salón — con sus manos tapa su boca soltando una risita.
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No me olvides, Hyung...
FanfictionEn su primer día de clases, el pequeño Jeon Jungkook conoció a Kim Taehyung, un niño travieso y risueño que se acercó a él, rompiendo su timidez. A lo largo de ese primer día, se convirtieron en inseparables compañeros de juegos, compartiendo risas...