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En el silencio acompañado de los grillos de afuera Mauro, Mary, Edson y Diego estaban reunidos en la habitación del factor para platicar de lo que ahora era su vida y de lo que sería su futuro.

Edson ya se había curado la herida de la mano, teniendo que inventar que accidentalmente se había cortado con un cuchillo.

Claramente no era pendejo, ya sabía que no era santo de su devoción como para aparte decirles a los papás de Diego que en su barrio tuvo pedos y un cabrón lo picó.

De por sí de pinche mal viviente no lo bajaban; y con eso menos.

—Antes que todo hay unos cuantos puntos que vamos a establecer ahora que estás aquí, Edson. — a Álvarez la neta le caía mucho mejor la mamá de Diego que su papá, ella tenía una forma más linda de ser y no le hablaba culero. —Antes que nada queríamos decirte que mientras Diego y tú estén...

— ¡Ey!— Mauro, Mary, Diego y Edson miraron hacia la puerta después del grito que se escuchó en el cuarto de enfrente. — ¡King Records, Malory, Capital Music!

—De seguro trae sus audífonos. — habló Diego haciendo que sus papás lo miraran. —Cuando se queda estudiando en la madrugada siempre hace lo mismo.

—Una disculpa por el inconveniente. — Mary se levantó apenada para caminar a la habitación de Mauro y golpear la puerta.

Sabe que le rompo ese jean, a esa pussy killing, porque soy el King por ley.

— ¡Mauro!— dijo abriendo la puerta y el mencionado giró en su silla y medio se atragantó con la leche que bebía y rápido se cubrió la boca. — ¿Te molesto?— preguntó en voz baja y Mauro negó.

—Perdón ma, no sabía que había visita. — Mary negó cerrando la puerta de golpe y se masajeó el puente de la nariz.

—Podemos continuar. — carraspeó apenada y Edson y Diego como que se miraron y se quisieron cagar de risa. —Como les decía, mientras Diego y tú vivan aquí van a encargarse de la limpieza de la casa o por lo menos de su cuarto. — Edson y Diego asintieron como pinches robots, al mismo tiempo y con una cara de "valeverga".

—Tú vas a dar gasto por todos los servicios de la casa y te vas a encargar de tener a Diego bien vestido y con lo que requiera mientras esté gestando. — intervino ahora el padre de Diego. —Y por supuesto, vas a pagar todas y cada una de las consultas con el ginecólogo, porque ninguno de nosotros les va a dar ni un sólo peso ¿Te quedó claro?— lo último fue dicho con rudeza, como amenaza, pero igual ya estaba acostumbrado.

Ambos adolescentes leyeron de los labios de Mary un "No es cierto" y negó con la cabeza tratando de que Mauro no la mirara.

—Papá, no quiero ser un mueble más de la casa, Edson no va a poder con todos los gastos.

—No estarás pensando en trabajar, ¿Verdad, Diego?— Lainez asintió y su padre suspiró.

—No es por hacerte menos pero tú jamás en tu vida haz hecho algo más además de estudiar, ¿En qué vas a trabajar?

—Hay un Starbucks cerca de aquí, y el otro día que fui ví que estaban contratando.

— ¿Y qué va a pasar si te pones mal en el trabajo? Por favor deja de ser inconsciente por lo menos unos segundos Diego, ya no eres sólo tú.

— ¿Aunque sea medio turno?— preguntó y Mauro negó, lo único que le quedó hacer fue mirar a su madre. — Mamá, el Starbucks ni queda tan lejos de aquí, si me empiezo a sentir mal sólo les aviso.

𝘈𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘋𝘶𝘦𝘭𝘦 ||𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯 𝘈. 𝘹 𝘋𝘪𝘦𝘨𝘰 𝘓.||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora