𝘈𝘮𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘋𝘶𝘦𝘭𝘦 ||𝘌𝘥𝘴𝘰𝘯 𝘈. 𝘹 𝘋𝘪𝘦𝘨𝘰 𝘓.||

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Mamá.

Esa mujer que te dió la vida... O no te la dió tal vez pero que te ama como si te la hubiera dado.

Esa que está contigo en las buenas y en las malas, la que te salva siempre que estás en problemas.

La que te hace tus comidas favoritas y te anima cuando estás triste.

Aunque quizás Mary no había estado cuando le rompieron a Diego por primera vez el corazón...

—"Te he visto jugar fut y no sabes cómo te admiro, además de que eres guapísimo, me gustaría poder hablar contigo pero soy una persona sumamente tímida y quizás te incomode... Por mientras puedo seguir dándote notitas en el anonimato y algún día te hablo <3". — Gignac leyó mostrando la nota a su mejor amigo Nahuel quien rió.

—Cosita. — mencionó Guzmán entre carcajadas. — ¿Será de primero? La nena habla como una boluda.

—Ni idea, pero si es una chava espero que mínimo esté que valga la pena, sino la verdad no me interesa. — Diego sintió el corazón hacérsele cachitos al escuchar las palabras de André y se llevó una mano al pecho.

Con los ojos acuosos y sintiendo la barbilla temblar.

—Por favor gordo, las de primero no valen la pena, son re nenas y además apenas están creciendo, las mejores son las de preparatoria, ahí es. — Nahuel le golpeó el pecho con el dorso de la mano.

—Es que depende, porque hay una de primero que son. — Gignac juntó sus dedos en un piquito para después besarlo abrir la mano. —Preciosas. — añadió. —Ojalá sea Jenni, esa niña sí que le hace honor a su apellido, está hermosa.

—Sos un matadorrrrrr. — Guzmán lo molestó codeándolo por el brazo y Diego vió caer al suelo la nota que había dejado en la butaca de André, totalmente hecha bolita.

Tenía 13 años, usaba brackets y era de los más más pequeños de su curso.

Estaba descubriendo quién era y claramente la vida durante esa etapa es un desmadre, es la cosa más difícil del mundo porque sientes que no encajas...

Mamá no estuvo ahí para él porque él aún no podía admitir lo que era y lo que sentía.

Sin embargo las cosas hoy en día ya eran muy distintas, ahora Mary estaba ahí en uno de los momentos más importantes de su vida.

El nacimiento de su hija.

— ¿Cómo te sientes amor? — Mary preguntó mirando a su hijo vestido y listo para entrar a quirófano.

—Con miedo. — musitó. —No sé si en verdad soy tan fuerte para esto.

—Claro que lo eres mi niño lindo. — Mary lo tomó de la mano y la envolvió entre las suyas. —Va a ser sólo una hora si nada se complica, va a ser rápido rápido y al fin vas a tener a tu princesa entre tus brazos ¿No estás emocionado? — Diego apenas y pudo asentir. —Va a ser un poquito chiquita todavía pero todo va a salir perfecto, estás en buenas manos, estás con gente que se ha dedicado a esto casi toda su vida así que... Todo está bien y sobre todo, Edson va a estar contigo.

De todas y cada una de las personas que pudieron estar junto a él durante su parto, Diego eligió a Edson.

Después de todo, Álvarez sería la persona con la que quería quedarse durante mucho tiempo y no sólo eso, era el padre de su hija, por supuesto que quería que él estuviera presente.