-Capitulo 14-

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Sus ojos Rubis estaban fijos en su teléfono celular. Ese mensaje la hacía temblar...

"Empezó el torneo y el primer partido está ganado. Saldare la deuda pronto.

Echizen."

Sabía que huir del hospital no fue la mejor solución, el chico iba a reclamar su premio tarde o temprano, suspiro nerviosa. Sin duda, debería pedir algún consejo pero no era a muchos a los que podía pedirlo. En su memoria surgió la única parejita de su edad, e inmediatamente la futura novia de Takeshi. Sus ojos se iluminaron, volvió a ver su celular tecleando rápidamente y con una sonrisa tomo su chaqueta y salió.

***

Las paredes coloridas y los carteles de los productos estaban por doquier. El trío de jóvenes ocupaban una mesa con sus pedidos a medio comer, el trío que revivió un regaño y estaban castigados comían tranquilos sus hamburguesas. Mientras tanto, Echizen observaba su teléfono mirando la pantalla y aquel nombre: "Ryusaki"; su último mensaje enviado ya había Sido visto ya hace dos días y no a tenido respuesta.

- ¿Sakuno te está ignorando? - La pregunta de Momoshiro llamo la atención del joven callejero y el gran acróbata. - Es normal, se debe sentir culpable por lo que te hizo aunque no allá Sido su culpa.

Ryoma lo miraba. Se había olvidado que para sus amigos él era el novio de la cobriza, pero para el acrobata solo apenas eran unos conocidos. Tragó saliva y dirigió sus ambares al ojirubi serio, pensativo repentinamente abre los ojos y la boca dramáticamente.

-¡¿SALES CON SAKUNO-CHAN?!

Grito sorprendido. Llamando la atención de todo el local, el peli rojo corrió la comida suya y golpeó su cabeza contra la mesa. La levanto rápidamente con los ojos aguados. - Yo... La perdí, no tuve que esperar tanto... - llorozaba arrepentido, con la sorpresa del pelo pincho y la mirada fija del ambarino.

- ¡¿Te gusta Sakuno?!

Grita Momoshiro exaltado.

Al mismo tiempo pregunto frío el callejero. - ¿Te gusta Ryusaki? - sus ojos y el tono de su voz se volvió frío y sin emoción, como al principio de apenas conocerlos, como mucho antes de si quiera caerle bien alguien.

- Si me gusta. Quería decírselo el próximo mes, pero... ¿En qué momento empezó a salir con este celoso?

Pregunto angustiado, señalando al tenista.

¿Celoso? Se burló internamente de aquel comentario. Echizen empezó a escribir en su celular un mensaje para la cobriza. Un mensaje que tenía que responder si o si, apretó la tecla para enviarlo.

"Ryusaki. Necesitamos entrenar, no falta nada para que te encuentres con el idiota de Horio."

- A Sakuno le gusta desde que lo vio en las canchas. - ¿Gustar? El de reflejos verdes volteo curioso por la anécdota del ojo violeta. - lo iba a ver y iba a entrenar solo para verlo. Desde allí la tenía comiendo de la mano el chiquitín.

¿Él la tenía comiendo de la mano? No parecía así, siempre es él quien ruega por un poco de atención, o eso se podría pensar. Estaba atento a aquel relato, escuchaba con atención al igual que su amigo pelirrojo; los recordaba perfectamente el día que ayudo a Momoshiro salir de las garras de aquel inútil arrogante, la niña Ryusaki también estaba allí y días siguientes creía averla visto ¿Cómo olvidarla? A esa hermosa jovencita de ojos Rubis que mostraban timidez, miedo, ternura y solo una vez pudo ver coraje y autoridad, ella con sus faldas y su voz baja y tranquila, ella que cuando la veía en las canchas no podía evitar mirar el rebotar de sus pechos.

Felino Salvaje. | RyoSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora