"Somos producto de nuestro pasado,
pero no tenemos por qué ser su prisionero"
–Rick Warren
Como tantas otras noches daba vueltas en su alcoba esperando entrar en un sueño profundo que lo alejara de la realidad. Había pasado más de un año en que la tragedia sucedió, no quería hacerlo, él no, simplemente se negaba; pero al final no había más opción. Empuñó su varita y pronunció las palabras que lo atormentarían hasta hoy.
La mujer de ojos verdes observó al hombre que le arrebataba la vida, era alto, ojos oscuros, profundos y con una gran melancolía; su cabello negro llegaba hasta los hombros. Y en sus manos, en sus manos cargaba a su hijo, a su pequeño, la inocencia del niño no le permitía ver lo que estaba por venir; el chiquillo iba jugando con el cabello del hombre.
–Cuídalo – fue lo último que pronuncio.
–Avada Kedavra – mencionó con voz más aguda de lo normal.
Severus despertó por la horrible pesadilla, soñaba con eso continuamente, no era nada nuevo. Se levantó y se dio cuenta que ya no había más pociones para dormir sin sueño, lanzó el frasco a la pared, enojado consigo mismo, con la vida.
–Severus ¿te encuentras bien? – una voz suave le llamó desde la otra habitación.
–¿Cómo demonios quieres que me encuentre, Albus? – respondió de mala gana.
–Severus, ya ha pasado más de un año, ya hemos hablado de eso. No fue tu culpa – le contestó el anciano.
Severus abrió la puerta de su habitación y por el marco entró un anciano de ojos azules que centellaban en sus lentes de medialuna llevaba sus acostumbrados conjuntos de pijama con constelaciones escarlata.
–¿Ya te he dicho que tus atuendos son ridículos, Albus? – le preguntó Severus al verlo entrar.
Los ojos del anciano lo veían detalladamente, analizándolo, buscando el motivo del ruido anterior y comprobar que no tuviera alguna herida en su cuerpo.
–Mi muchacho, no siempre hay que hacer lo que a los demás les parezca adecuado. Solo hay que ser feliz siendo uno mismo.
–Albus, sino te molesta quiero descansar, ya viste que estoy físicamente bien – el hombre perdía la paciencia y su tono de voz se hacía más frío.
–Me voy, pero mañana hay que hablar – Severus solo rodó los ojos.
Le cerró la puerta, él no quería hablar, por qué tenía que hacerlo inventaría una buena excusa y el anciano la creería o al menos lo dejaría en paz por unos días.

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You're enough.
FanficUna historia sobre el amor, sobre la vida y sobre la muerte. Dos hombre que han pasado por mucho, una guerra cerca y eventos similares, los lleva a sentir sentimientos uno por el otro. Mientras que la guerra contra el señor oscuro esta proxima, Har...