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Jisung había aterrizado en Seúl a las cinco de la tarde, y no tuvo mucho tiempo de saludar o estar con sus amigos porque un chófer lo esperaba para llevarlo a la empresa.

No protestó porque no se sentía con el derecho, estaba ahí por ellos y estaba increíblemente feliz.

Sus amigos le pidieron que se cuidara mucho y prometió ir a verlos apenas pudiera.

¿Y Minho?

Minho no tenía idea que estaba en Corea.

Le había sentado muy mal no decirle nada, pero se estaba esforzando mucho porque su sorpresa saliera bien.

Miraba todo atento por la ventana del auto, aunque ya conociera parte de los lugares.

Aún seguía teniendo ese pequeño miedo de que todo fuera falso, porque todo parecía demasiado perfecto.

Cruzó algunas palabras con el conductor mientras se movía un poco nervioso en la parte de atrás.

Pero toda clase de miedo se fue cuando varios minutos después, el auto se estacionó frente a un gran edificio con el nombre "JYP".

Jisung recuperó el aire pero continuaba temblando ligeramente por los nervios. Le agradeció al chófer y ambos bajaron del auto.

Una mujer lo esperaba en la entrada, cuando estuvo frente a ella le sonrió y la saludó cordialmente, esta le indicó a dónde debía ir, ya que lo estaban esperando.

El pelinegro se sentía diminuto en ese lugar, era gigante y todos se veían como personas muy importantes, mientras que él, bueno, era Jisung.

Sacudió su cabeza tratando de distraerse con eso, no era momento para degradarse.

Llegó a la oficina que se le indicó y tocó la puerta, esperando pacientemente.

— Sí, adelante.— escuchó la voz de un hombre, tomó una bocada de aire y entró.

— Buenas tardes, soy Han Jisung.— saludó nervioso, sonriendo de lado.

— Buenas tardes, Jisung. Ven, siéntate.— señaló el asiento en frente suyo, y le sonrió dándole un poco de confianza.

— Y-yo, antes que nada, quería agradecerle la oportunidad y el que me haya traído hasta aquí, significa mucho.— lo miró y le sonrió sinceramente, jugando con sus manos — En verdad espero no decepcionarlos.

El hombre se quedó un momento en silencio y lo miró, poniéndolo un poco incómodo.

— Nosotros igual esperamos eso, Jisung, tenemos mucha confianza en ti.— confesó — Vemos mucho talento, pero necesitas tener más confianza en ti mismo, se te nota algo inseguro — le dijo, sin ser grosero — Estuvimos charlando antes de que llegaras, y si estás dispuesto, tus entrenamientos comenzarían la próxima semana, de 8 de la mañana a 8 de la noche. Aquí te enseñaremos todo lo que necesitas para debutar y ser exitoso. Al mismo tiempo, por supuesto, estarás a prueba. Necesitamos ver esfuerzo para saber que realmente estás interesado en esto. — Jisung asentía y escuchaba atentamente — Si nos lo proponemos, juntos podemos hacer que ese talento tuyo se múltiple por cinco, y más. ¿Aceptas, Han? — le tendió la mano.

Era la oportunidad de su vida, ¿cómo no iba a aceptar?

— No los voy a decepcionar, señor.— le sonrió y le correspondió el apretón de manos.

Estuvo charlando unos minutos más con el hombre, preguntándole algunas cosas de las cuales tenía dudas para asegurarse de no arruinar nada.

Firmó algunos papeles y se comprometió con el hombre junto con la empresa.

Souvenir ➳ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora