13

112 16 1
                                    

Jisung tenía un millón de cosas pasando por su cabeza, y ninguna era buena.

No pudo seguir hablando con la rectora y solo salió de su oficina, de cualquier forma, lo que sea que le dijera no iba a cambiar absolutamente nada.

Sus amigos lo esperaban en una banca cerca de la oficina, los vio pero no pudo mantenerles la mirada, todo le daba vueltas y respiraba con dificultad.

Tenía miedo, ansiedad, ira, angustia, dolor, todo a la vez. Por momentos sentía que se iba a morir.

Su vista comenzó a nublarse y tuvo que sostenerse de la pared para no caer.

Felix fue el primero en correr hasta él para ayudarlo. Jeongin y Chan lo siguieron por detrás.

— Jisung, bebé, ¿qué pasa? Respira, vamos, conmigo.— lo guió el rubio preocupado, a la vez que intentaba respirar lento junto a él.

Chan estaba sosteniéndolo desde atrás, ayudando a mantenerlo de pie y Jeongin intentaba buscar agua de forma torpe en su mochila.

Todos estaban preocupados sin saber bien que pasaba, pero buscando alguna forma de ayudar a Jisung.

No pasó mucho, cuando el pelinegro comenzó a llorar como si la vida se le fuera allí, dejándose caer al suelo cuando la sensación de debilidad aumentó. 

— Soy un idiota.— dijo entre llantos.— N-no hago nada bien, ¿cierto? Soy un fracaso... un fracasado.— murmuró para sí mismo con la voz rota y las lágrimas cayendo sin parar.— Mi papá tenía razón, siempre la tuvo...— bajó la mirada, triste.

Los otros tres chicos se miraron entre sí preocupados, sin saber que hacer o decir, sentándose junto a él en silencio.

Con cuidado de no alterarlo más; lo abrazaron, tratando de demostrándole así un pocl de su apoyo.

— N-no puedo hacer nada bien.— murmuraba repetidas veces a la vez que negaba.— Y-yo... yo no puedo.— un sollozo, dos, tres...— No puedo más.

Pasaron unos largos minutos en los que Jisung continuaba diciendo cosas en voz baja, repitiendo que era un fracaso, con la voz y el alma destrozada.  

Felix le acariciaba el cabello con cariño, guiándole en las respiraciones aunque Jisung no le prestara mucha atención.

Chan le acariciaba la mano con suavidad y Jeongin tenía ganas de fundirlo en un abrazo y no soltarlo, pero en cambio, estaba algo apartado tratando de no llorar también, verlo así los rompía a todos, pero él era el más sensible.

— Ji, cariño, ¿quieres contarnos que pasó?— habló despacio el rubio cuando notó que estaba más calmado.

Jisung mordió su labio al recordarlo, tratando de no llorar de nuevo, pero algunas lágrimas cayeron aún así.

— Me quitaron la beca.— murmuró casi inaudible, bajando la mirada de nuevo.

Decirlo con su voz era mucho más doloroso, mucho más real.

Dolía, y dolía mucho.

El rubio abrió la boca para decir algo pero nada salió, simplemente se quedó en silencio al igual que los otros dos, sorprendidos, tristes y un poco más quebrados que antes.

Ninguno podía decir algo para mejorar la situación porque era inmejorable.

— P-pero, tú tienes suficiente dinero para costearte la cuota, ¿o no?— murmuró Jeongin, buscando la forma de no sonar grosero u ofensivo.— O si no, podemos pagártela entre todos, buscar alguna solución... ¿cierto, chicos? Queda poco tiempo de clases.— Jisung se sintió peor de ver tan mal al pelirosa, casi rogando que se quedara.

Souvenir ➳ MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora